Tras la pobre acogida de su tercer disco ‘Glasshouse’, Jessie Ware sufrió una crisis creativa que le llevó a plantearse dejar la música. Pese a ello, decidió darle una última oportunidad con ‘What’s Your Pleasure?’, virando hacia un sonido discotequero. Su éxito crítico superó cualquiera de sus expectativas, motivándola a seguir adelante y a continuar explorando su lado más dance. Tres años más tarde, con la cantante británica ya totalmente convertida en una auténtica diva pop, llega su quinto largo, ‘That! Feels Good!’, un trabajo hedonista y exultante, sexy y elegante, que nombramos Disco de la Semana.
Muy agradable, cercana y elocuente, Ware me recibe a través de una videollamada de Zoom aproximadamente una semana antes del lanzamiento de su nueva criatura. Conversamos sobre la importancia de estar en contacto con sus fans, del apoyo que recibe de la comunidad LGBT, de liberar su gran voz o del revelador recuerdo de una fiesta de Off Sónar.
¿Qué tal estás? ¿Cómo llevas el proceso que va antes de sacar el álbum?
¡No sé! Siento que es como una cosa hipotética hasta que no está realmente fuera, así que de momento… he hecho este disco, estoy hablando de él y después esta música ya será de la gente. Es muy emocionante.
Ha habido un cambio evidente en tu música desde ‘What’s Your Pleasure?,’ que era de estilo disco y muy bailable. Este álbum es un poco diferente pero también disco. ¿Crees que la pandemia ha afectado a tu creatividad y te ha hecho querer seguir sacando música tan alegre?
Sin duda afectó al principio de este disco, cómo lo creamos, ya que no podíamos estar cara a cara. Había un anhelo por el escapismo, la alegría, viajar, ir a otros lugares… Esto influyó al principio del álbum. Desató algo en mí que era muy emocionante, porque estábamos confinados en un espacio y esto hizo que mi imaginación se volviera loca, lo cual fue increíble. Ahora siento que he adquirido una nueva habilidad escribiendo canciones. No querría nunca volver a un confinamiento por una pandemia de covid en absoluto, pero admito que me hizo trabajar de manera diferente, y estoy disfrutando haciendo este tipo de música y creo que la gente está disfrutando escuchándola. Creo que eso es importante, al menos para mí: ofrecer música para que mis fans disfruten. A lo mejor llega un punto en el que dicen “mira, ya no me gusta” y está bien, pero por el momento siento que hay una constante comunicación -y conversación- con mis fans, y eso me encanta.
Te pregunto lo de la pandemia porque hay un sentimiento de colectividad a lo largo de todo este disco, e incluso empieza no solamente con tu voz, sino con otras voces también. Es una bonita forma de comenzar, como si fuese un gran baile colectivo. Porque la temática del álbum es sobre ser uno mismo, sentirse libre, bailar las penas… ¿no?
En este disco… como que no fui demasiado consciente de los temas. O sea, sabía que haría que la gente se sintiera bien y queríamos promover ese “manifiesto de placer” como si estuviéramos guiñando un ojo [al oyente]. Supongo que los periodistas analizan más el trabajo que yo misma, si se me permite decirlo. Yo simplemente estoy haciéndolo y creándolo, y por supuesto, hay un proceso de pensamiento detrás, pero no es tan estratégico… cuando lo juntas todo y la gente lo examina, ve estas cosas que quizás yo no era tan consciente de ellas.
No era demasiado consciente de que estaba hablando tanto sobre libertad hasta que todo el mundo me lo dijo y me quedé como “bueno, sí, claro”… ‘Free Yourself’, ‘Pearls’, ‘That! Feels Good!’… y es como “vale, sí, tenéis razón”. Pero creo que esa especie de inocencia al no analizar cuando estás haciendo el disco y simplemente lo estás haciendo y ya, es apasionante para mí. Y ver que realmente hay una energía temática total es bastante satisfactorio, porque no era algo consciente, ¿sabes?
El concepto del disco es muy “camp” ¿fue esto consciente?… desde el título, que parece una respuesta a ‘What’s Your Pleasure?’… ¿quizás?
Hmmm… [duda] ¡Sí! Y ahora voy a decir eso en mi próxima entrevista, en plan “sí, eso es lo que pretendía ser”. Es brillante, nunca lo había pensado…
¡¿En serio?!
¡¡No!!
«La inocencia de no analizar el disco cuando lo estás haciendo es apasionante para mí»
Y también es muy “camp” en lo visual y algunas letras. Siento que hay algo queer en la música dance, y en tus dos últimos álbumes te has rodeado de gente queer para hacerlos. ¿De qué manera te inspira la comunidad LGBT cuando haces música? Si es que es una inspiración…
Estoy pensando con quién me he rodeado… Creo que la comunidad queer se ha manifestado muy abiertamente apoyándome, por lo que estoy muy agradecida y lo disfruto mucho. Me han incitado a pasármelo mejor con mi música y a encontrar libertad en ella, me han animado y eso me gusta, como que me dicen “¡Venga, vamos!”, y creo que eso me ha permitido rebelarme en carácter y en las actuaciones. Cuando digo carácter, pienso en todas las reinas que me ha encantado ver haciendo lip-sync de mis canciones o actuando con ellas. Así que he disfrutado mucho eso, y es algo que ha crecido mucho en los últimos años y creo que es genial.
Espero ofrecer un lugar para que la gente de la comunidad queer se sienta libre, segura de sí misma, empoderada… y un sitio en el que puedan echarse un buen baile. Mi música, por supuesto, es para todo el mundo, pero valoro mucho el apoyo de la comunidad LGBTQ+, es profundo y precioso.
Quiero preguntarte sobre tus interpretaciones vocales en este disco, son particularmente cautivadoras, probablemente las más ambiciosas por ahora…
¡Sí!
¿Este reto fue deliberado? ‘Pearls’, por ejemplo, es una locura.
¡Ya!… [sonríe]. No fue algo consciente. Creo que es el tiempo y el lugar donde me encuentro. Sentía que podía revelar más de mi voz y creo que estaba bastante acostumbrada a la gente disfrutando de la suavidad sensual de mi voz… Cuando empecé, creo que solo gente como Romy de The xx estaba haciéndolo aparte de mí. Nos gustaba esta voz tierna, susurrante… Yo tengo como una “gran voz” que usaba de vez en cuando, pero pensaba “oh, la gente está disfrutando de este otro lado” y creo que es cuando actúo que la gente se da cuenta de que tengo un mayor alcance vocal.
En este álbum no fue como “voy a enseñarle a todo el mundo que puedo llegar a esa nota altísima y voy a hacer algo espectacular”, no. En realidad, siempre depende de la persona con la que trabajas. Stuart Price [NdE: productor de varias canciones del disco] fue la persona que sacó esa voz fuera de mí. Parece encantado cada vez que canto de esa manera, mientras que yo creo que a veces es un poco demasiado. Pero a él le sorprendió y le emocionó así que fue como “te está gustando, voy a hacerlo un poco más”. Fue genial.
«Es cuando actúo que la gente se da cuenta de que tengo un mayor alcance vocal»
También hay mucho hablado en el disco, como en ‘Shake the Bottle’ o en ‘Beautiful People’, ¿cómo surgió eso?
Creo que ya experimenté con eso en canciones como ‘Eyes Closed’ , de la Deluxe [NdE: de ‘What’s Your Pleasure?’], y lo he hecho en ‘Please’… uso siempre como una voz hablada que está muy baja en la mezcla, y es para sacar a esta especie de personalidad dominante que adopté durante ‘What’s Your Pleasure?’, cantando con un látigo. Es un personaje mío que es muy divertido de interpretar, como una dominatrix autoritaria. Así que, sobre las partes habladas, en ‘Beautiful People’, tenía muy en mente a Prince, completamente. También aquella canción ‘Always Wear Sunscreen’ [NdE: Everybody’s Free (To Wear Sunscreen)’, de Baz Luhrmann] con esa especie de monólogo. Esas fueron las referencias, y claro, también Debbie Harry y The Tom Tom Club… Esas eran las cosas en las que estaba pensando.
También hay bastantes ritmos latinos, sobre todo en ‘Begin Again’, ¿Cómo te acercaste a estos sonidos y cuáles fueron tus influencias?
Siento atracción por los sonidos latinos. Pasé un par de meses en Brasil cuando tenía 19 años y nunca lo superé, me encantó. Estaba fascinada. Me gusta la sensualidad, los movimientos corporales que puedes hacer [con la música latina], la fluidez, la pasión. Con ‘Begin Again’ fue como… Recuerdo estar en Barcelona y oír a Hudson Mohawke cantar ‘Another Star’ de Stevie Wonder en una fiesta de Off Sónar, y fue como “madre mía, esto es muy diferente al set de HudMo [NdE: Hudson Mohawke]”. Y la tocó y fue un sentimiento genial escuchar esta canción en España, en Barcelona, con gente preciosa, todos bailábamos… Siempre ha sido un recuerdo para mí, así que cuando hicimos ‘Begin Again’ me dije “¿Cómo hago que la gente quiera bailar, pero a la vez tener un beat que sea importante y tener esa especie de momento de celebración coral?” … Así que sí, eso fue una gran referencia para mí.
«En las partes habladas del disco tenía en mente a Prince, Debbie Harry y The Tom Tom Club»
Quería preguntarte sobre el “track list”. ‘These Lips’ me parece un gran acierto como cierre. ¿Dedicas mucho tiempo a pensar en la secuencia del disco?
Sí, me vuelvo un poco loca. A veces algunas canciones tienen sentido. Supe en cuanto hicimos ‘That! Feels Good!’ que iba a abrir el disco, y añadí las voces y cosas así porque fue como “vamos a poner más de esto”. Pero sí, es bastante frustrante. Tengo que pensar en ello como un set, y en cómo va a llevar a alguien en un viaje, cómo cobra sentido todo junto, cómo quedará cuando le das la vuelta al vinilo y empiezas de nuevo. Hay una enorme cantidad de cosas que tener en cuenta. ‘These Lips’ se siente como un gran final porque sigue y sigue, casi como si la fiesta se fuese a otra habitación, y me encanta eso, pero también tiene la belleza y el romance que dan esos grandes “vocals”. Empiezas el álbum con una energía funk y esto es más delicado, más sexy, como de after… Pero sí, unas veces es más fácil que otras, es fantástico cuando tiene sentido. He estado en desacuerdo con mis managers, que me decían “¿y qué me dices de esta?” y yo como “¡No!”, y vuelves a intentarlo… Es muy, muy prueba y error.
«Creo que rompí un poco el ordenador de James Ford con la cantidad de voces que puse en ‘Begin Again’»
¿Cuál dirías que fue la canción más complicada de hacer?
Creo que rompí un poco el ordenador de James Ford [NdE: productor de la canción] con la cantidad de voces que puse en ‘Begin Again’. Pobre hombre… me encanta añadir capas y capas de voces. Quería que se sintiera como si fuese una habitación de diez mil personas cantando a la vez. Déjame que piense… La mezcla de ‘Begin Again’ fue difícil porque hay muchas cosas y hay que ver cómo vas sacando partes. Es una canción bastante maximalista, pero no quieres fatigar al oyente, así que fue bastante complicado equilibrarlo, porque tu lanzas todas tus ideas en plan “sí, genial”, pero luego piensas “espérate, ahora ¿cómo añadimos el piano a esta parte? ¿Cómo hacemos esto otro?”… Sí, probablemente ‘Begin Again’, fue la más difícil.