Gracie Abrams no ha necesitado mucho para convertirse en una de las artistas más prometedoras del panorama actual: tan solo su voz y sus letras. La cantante, autora de su propia música, ha optado por un pop alternativo que destaque sus narraciones. Alejándose también de cualquier tipo de extravagancia, su primera gira hace una perfecta representación de ello.
The Good Riddance Tour ha llevado a Gracie Abrams a recorrer Estados Unidos y Europa con su disco debut, ‘Good Riddance’. Por caprichos del destino, la última parada de la misma tenía lugar en Madrid, en un WiZink al que acudieron unas 5.000 personas. “Este es el mayor concierto que he dado jamás”, decía Abrams emocionada encima del escenario. «Mil gracias a todos», repetía en inglés constantemente mientras hacía gestos a los asistentes con la mano.
El escenario destacaba por su simplicidad: apenas un piano, una guitarra, una batería y algunas bombillas decorativas rodeaban a la estadounidense. El espectáculo, sin embargo, lo ofrecía la iluminación. Los focos de la parte superior del escenario cambiaban de color conforme Abrams repasaba su todavía pequeña discografía, que se sintió más oscura y sobria que nunca.
Las letras de Abrams giran, la mayoría de las veces, en torno al desamor y la oscuridad de una relación fallida. Es esta oscuridad, característica en temas de ‘Good Riddance’ como ‘Where do we go now?’, la que se aprecia durante el concierto llegando incluso a protagonizarlo. Quien tuviera dudas sobre la crudeza de canciones como ‘I should hate you’, la interpretación que hizo bajo su silueta (pues apenas se podía ver el rostro de la artista) las habrá acabado de disipar. El juego de sombras daba vida a las canciones en tanto que se las quitaba para volverlas más devastadoras.
El concierto final de su paso por Europa tampoco quedó exento de sorpresas. Gracie Abrams cantó ‘Delusional’, tema inédito que acababa de escribir junto a su amiga Audrey, a quien contactó por videollamada en directo para que no se perdiera la presentación de la canción. Gracias al silencio de los asistentes, fue una de sus actuaciones a guitarra más íntimas.
Se tiende a pensar que las canciones que se convierten en himnos son aquellas cuya producción rebosa tanta energía que te hace querer cantarlas a todo pulmón. Sin embargo, Gracie Abrams demuestra que para conseguir esto último no hace falta lo primero. El mashup de ‘Rockland’ y ‘Will you cry?’, la interpretación a piano de ‘I miss you, I’m sorry’ o la casi divertida pero enfadada ‘Mess It Up’ tenían a la multitud enloquecida y supusieron uno de los mejores momentos del concierto. Las tristes ‘Amelie’ y ‘Camden’, los más emocionantes con las linternas de los móviles encendidas.
Gracie Abrams es fiel a su sencillez en su primer concierto en Madrid. «Creo que estoy más viva de alguna manera / Me siento yo misma ahora», canta la artista en el último tema de la noche, ‘Right now’. Si pretendía abrirse tal y como lleva haciendo todo este tiempo en su música, ha superado su objetivo con creces.