Damiano David, vocalista y frontman de Måneskin, se embarca en un proyecto en solitario. Con el objetivo de mostrar su lado más «personal y vulnerable», el cantante lanza ‘Silverlines’, producida por Labrinth, hoy 27 de septiembre.
Con ese propósito en mente, Damiano se lanza en solitario con una composición que no tiene nada que ver con la sexualidad rockera de ‘I Wanna Be Your Slave’. Ni siquiera con la emoción guitarrera de una canción como ‘The Loneliest’.
Con un acorde de piano de base, ‘Silverlines’ es una torch ballad que podría haber entonado Johnny Cash en los últimos años de su carrera. O quizá un Nick Cave menos sombrío, porque, aunque el sonido mantiene la oscuridad, la letra se muestra esperanzada: Damiano ve un «horizonte», siente ya la «calma después de la tormenta», canta que sus «lágrimas se han secado». De la contención, ‘Silverlines’ pasa a la catarsis en una segunda parte en la que baterías y coros apuntan al cielo. El efecto como primer single de ‘Silverlines’ es parecido al de ‘Sign of the Times‘ de Harry Styles. Nunca dirías que Labrinth, tan dado a la experimentación electrónica, firma la producción.
El italiano ya dio pistas sobre lo que estaba por venir durante los VMAs, en los que explicó que llevaba trabajando «mucho, mucho tiempo» en un «nuevo proyecto» al margen de Måneskin.
Según un comunicado de prensa, la decisión de empezar una carrera paralela en solitario «nace de la necesidad de expresar un lado más personal y vulnerable», la cual «queda completamente sin explorar en las composiciones de Måneskin».