En nuestro Anuario 2024, junto a tops de discos y canciones y a distintas columnas que analizaban el año desde lo musical, volvíamos a incluir una sección que miraba hacia el futuro, señalando posibles artistas a descubrir este 2025, tras haber hecho lo propio en el anterior con gente como Metrika, Janire o Nerve Agent. En esta ocasión, nuestras Apuestas incluyen artistas como Memocracia, Elkka, Baloncesto o la persona que veis sobre estas líneas y que elegimos para capitanearles a todos ellos: BAJOCERO X.
Tras este nombre artístico encontramos a Daniel López Suarez, un madrileño que lleva años trabajando para hacerse un hueco en la música y que, al no tener recursos para acceder a una escuela de música, decidió aprender producción musical de manera autodidacta.
Algunos le descubrimos allá por la pandemia con su cover de ‘Nunca estoy’ (y otras tan sorprendentes como las de ‘mi carro‘ y ‘me colé en una fiesta’). Otros llegaron a él con sus incursiones en el género urbano a través de temas propios como ‘Cerca’ o el reggaeton abiertamente marica de ‘BOMBEROS‘, y la mayoría le conoció con ‘Dispárame‘, inexplicablemente rechazado por el Benidorm Fest.
En el último año ha ido definiendo su estilo hacia una mezcla de música sacra con el techno y el reggaeton, donde el perreo se une con el canto gregoriano y el góspel con la electrónica, y todo esto ha cristalizado en ‘DESQUICIADO’, su primer disco largo, que se puso a la venta hace unos días.
Temazos que ya conocíamos como ‘CATAЯATA‘ o ‘no me acuerdo de nada’ se unen en este álbum a otros como ‘3 noches sin estrellas’, ‘Encuentra tu dios’ (fans de Albany, ojo), la rara avis en su catálogo ‘Puertas al campo’ o ‘Devy Shetty’, que es nuestra Canción del Día.
Como el resto del disco, ‘Devy Shetty’ está enteramente compuesta y producida por el propio BAJOCERO X, y refleja muy bien el concepto de ‘DESQUICIADO’, que habla sobre “la irracionalidad de las emociones”, uniendo la adicción, la fe, el sexo y el dolor a través de estructuras cambiantes y contrastes entre géneros. Así, lo sexual puede ser algo tenebroso (“vendí mi cuerpo en el Bagdad”) o anhelado (“entre tu boca y la mía, un misil”), las referencias pueden ir del cirujano que da título al tema hasta “envolverse como Anitta”, y por sus menos de tres minutos pasan beats de reggaeton oscuro, un coro infantil, drill, trance y hasta un piano house.
Un poco como su interpretación vocal: en la misma canción, BAJOCERO X es capaz de mostrarse chulo, inocente, gracioso, agresivo, épico, sensual o vulnerable. Como él mismo dice en la canción, “soy veinte personas a la vez”. Y la cosa es que esta montaña rusa, lejos de ser un pastiche, funciona de maravilla. En el artículo del Anuario, comentaba que veía en BAJOCERO X la capacidad para barras de Bad Gyal, el matiz experimental de Rosalía y el gusto por lo excesivo de Mónica Naranjo. Evidentemente salvando las distancias, pero sí que hay algo de ellas aquí, tres divas del pop cuyo target, curiosamente, no suele encumbrar por igual a un chico como diva (este es un melón que daría para otro artículo). No sabemos si será él quien rompa esa maldición, pero desde luego canciones como ‘Devy Shetty’ y el caos contagioso de ‘DESQUICIADO’ ofrecen motivos de sobra.