Bb trickz ha dado la sorpresa de la semana –apagón, aparte– al aparecer en el programa de ligoteo de Cuatro, ‘First Dates’. El programa de Carlos Sobera reúne a la rapera, que recientemente ha publicado ‘80’z‘, con Guxo, un productor de reggaeton menos conocido.
La gracia es que Guxo no reconoce a Bb trickz, llega a preguntarle si «no tiene pensado buscarse un trabajo» al margen de la música, y cuando los protagonistas de otra cita -gays, claro- sí la reconocen y la saludan, empieza a flipar. La cara, cuando Bb trickz revela su número de seguidores en Instagram, es un poema.
La autora de ‘Missionsuicida’ cuenta en una entrevista previa que ha tenido dos relaciones, que ambas han terminado por su culpa, pues ha puesto los cuernos, pero no tolera que a ella se los pongan. «He sido tóxica, siempre soy yo el problema, he tirado móviles, he roto la pantalla… Mi propio móvil, también». Bb trickz asegura que le encanta ‘First Dates’ porque se ríe mucho, y cuando Sobera le pide que defina su música, indica: «hago lo que me sale de la polla y soy yo».
La cita entre Guxo y Bb trickz no da para mucho, y la propia cantante rompe un jarrón porque se aburre de tanta pregunta, al sentir que está en «una entrevista de trabajo». Ella no hace ningún esfuerzo por recoger tal jarrón, simplemente sonríe, y añade, con la arrogancia del rap: «si tengo que pagar lo que cueste el vaso, yo lo pago».
Cuando Guxo pregunta por el feminismo y ella responde que «los hombres han nacido para servir a la mujer» parece que el asunto no puede decaer más, si bien luego se endereza cuando ambos cantan juntos ‘Sufre mamón’ de Hombres G. Sin Autotune, ojo.
Aunque provienen de mundos diferentes -ella del dembow y el rap, él del «reggaeton melódico»-, hasta el punto de que BB trickz dice querer «irse de los clubs cuando ponen reggaeton»-, a ella le gusta que a él no le dé «vergüenza cantar» porque a ella sí «le da vergüenza cantar sus propias canciones».
El rifirrafe por pagar la cuenta, a cuál más catalán de los dos (lo dicen ellos, no yo) anticipa que la cita no puede acabar bien, aunque quizá no de la manera en que imaginas, como puedes comprobar en Cuatro, donde está disponible el programa al completo.