Amaia corona, con risas y lágrimas, el día más paritario de Warm Up

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Amaia corona, con risas y lágrimas, el día más paritario de Warm Up

Con los ojos llorosos y el corazón lleno. Así salgo del concierto de Amaia, la reina absoluta de Warm Up. Y eso que había competencia, eh. Si el primer día sufría de una escasa presencia femenina en el cartel, la grandísima segunda y última jornada sí les cedió el espacio que merecen.

Ver un concierto de Amaia hoy en día transmite una sensación parecida a la de estar viendo a una estrella de talla mundial. No porque sea recibida como una leyenda, o porque cada canción sea aplaudida como si fuera el final del set, ni tampoco porque Los Javis estén presenciando el show a pie de escenario. Es porque en esa hora de concierto, Amaia es capaz de parar y acelerar el tiempo a la vez. Este se detiene cuando toca el arpa en ‘Ya Está’, su particular «reflexión sobre la muerte» y la primera vez que casi lloro en el set. Y, al contrario, va más rápido cuando la extriunfita se preocupa por la marca de sudor en su axila o porque se le vea el culo en la pantalla grande: «Bueno, la verdad es que lo tengo bastante mono», suelta, despertando las risas del público.

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Fer Morales

Tras mencionar el «puto calor» que hacía, Amaia contó que se trataba de una fecha muy especial. Se cumplían seis años desde su primer concierto, en el mismo festival y en el mismo escenario. «Siento una evolución grande en la vida», admitió más adelante. Lo cierto es que todos lo sentimos, sobre todo a nivel profesional. Amaia lo tiene todo. Es emocionante, divertida, virtuosa y sorprendente. De alguna forma, sin quitar su personalidad de la ecuación. Esto está claro en las coreografías de ‘Tocotó’, ‘Auxiliar’ o ‘Despedida’, que de primeras resultan muy raras, pero solo porque son tan únicas como ella.

La única pega que se le puede poner al concierto de Amaia, que ni siquiera depende de ella, es que seguramente se habría disfrutado más entrada la noche. Los vivos colores de ‘Santos Que Yo Te Pinte’ o las letras proyectadas de ‘M.A.P.S.’ habrían brillado con más fuerza. Esta fue el fiestón indiscutible del set, mientras que ‘Yamaguchi’ devolvió la humedad a mis ojos por segunda vez. Un festival de escalofríos. ‘Tengo Un Pensamiento’ convirtió La Fica en una película de Disney, con todas las parejas de mi alrededor enamorándose de nuevo. Y ya van tres. ‘Bienvenidos Al Show’ fue un reinicio de emociones y el final perfecto a un espectáculo que, seguro, quedará en nuestra mente.

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Rafa Galán

La coincidencia de Shego con la de Pamplona hizo que me perdiese la mayoría del concierto, pero llegué justo a tiempo para una de sus mejores canciones. ‘(es posible)’ comenzó con algún problema técnico menor relacionado con la antigüedad de los amplificadores. Raquel lo explicó perfectamente: «Están reventados, es lo que hay». Rápidamente, se recuperaron para un final de show de escándalo con ‘Que muera el amor’, ‘Te mataré’, con el ya icónico «que te aguante tu puta madre», y ‘Curso Avanzado de Perra’.

Normalicemos este tipo de problemas técnicos en los artistas independientes. Algo parecido ocurrió con Hofe . Este empezó su concierto sin que se le oyese y la rayada, después de consultarlo varias veces con el técnico de sonido, le duró hasta la bachata autotuneada de ‘Eso Da Pa To’, ya pasada la parte del set de «rapero». «Somos autónomos, gente», dijo. A partir de ahí, el concierto fue diversión pura. El punk sintetizado de ‘El Xokas’, ‘Vampireando’ y ‘Mzmz (Tek)’ dieron fin a un concierto tan cercano como imprevisible. Viajar desde Euskadi hasta Murcia para un concierto de menos de una hora a las 3 de la madrugada es una hazaña ya en sí misma, pero terminar tu bolo con ‘La Gata del Vip’, de Los Turros, es icónico. «No nos quedan más canciones, pero si queréis podemos bailar todos una cumbia», preguntó Hofe. Obviamente, sí.

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Fer Morales

Unas horas antes, M.I.A., el mayor reclamo internacional de esta edición, también intentaba provocar un baile masivo en su concierto, pero le funcionó a medias. Esta presentaba el show con más medios visuales del festival, en contraposición directa a lo que había sobre el escenario: absolutamente nada, además de ella y su reducido equipo de baile. Había mucho hype con su actuación, pero según pasaban los minutos cada vez se veía a más gente confundida, yo entre ellos, o directamente yéndose en dirección contraria. El aire corría que daba gusto entre los espacios del público.

Fue una mezcla que consistía de un setlist monótono, una serie de problemas técnicos y una artista que, con demasiada frecuencia, dejaba el escenario con la excusa de cambiarse de outfit. Este es el mejor resumen que puedo hacer: los primeros dos tercios del show fueron una sesión de zumba pasada de rosca, mientras que el último fue el de los bangers, como ‘Bad Girls’ o ‘Paper Planes’ (con fuegos artificiales y todo). Por la reacción de los presentes, esto era lo que querían desde el principio. El momento en el que M.I.A. estaba rapeando mientras la arrastraban por el suelo, simulando un secuestro, fue interesante. También es verdad que llegó 10 minutos tarde y dejó el set 10 minutos antes de lo programado originalmente. Sea como fuere, algo no había salido bien.

Rafa Galán

El premio a los beats más desafiantes del festival fue para nusar3000, que regaló un directo en la zona de electrónica único en toda la edición. Los ritmos son directamente indescriptibles, casi alienígenas, pero sí están construidos por elementos de drum ‘n’ bass, hip hop, trap, flamenco y hasta música árabe. Es la versión más extrema de la vanguardia que caracteriza a Rusia IDK. Aun así, la energía del ambiente no era de confusión, sino de euforia absoluta. Similar, pero en otro nivel, a lo vivido con el ‘A quién le importa’ de Fangoria, uno de los momentazos de este Warm Up.

Alaska y Nacho Canut sirvieron un espectáculo de corte clásico, lleno de temas atemporales, pero con un sonido renovado. Esto a raíz de las versiones del disco ‘A Todo Láser’, lanzado a finales de 2024, en el que el dúo realmente convierte algunos de los temas más míticos de su discografía en carne de festival, a base de mucha electrónica. El espectáculo comenzó con ‘Carne, huesos y tú’, con una Alaska llena de brillos y un público volcado desde el principio, y continuó con lo esperable en un concierto de Fangoria: pelucas, todo un elenco de baile (incluyendo dos gemelos), y muchos “death drops”. Cuántos más, mejor.

Rafa Galán

Tavi Gallart protagonizó un sorprendente “intermedio musical”, tal y como describió Alaska, a golpe de saxofón. En el escenario, ella y nadie más. Así se sucedieron unas geniales versiones de ‘Rolling In The Deep’, ‘Back To Black’ y ‘Titanium’, que casaban a la perfección con los cánticos del público. Tras la vuelta de Alaska, que se mantuvo correcta durante todo el concierto, se sucedieron los hitazos de ‘Rey del glam’, ‘Geometría polisentimental’ y ‘Ni tú ni nadie’, que provocó la fiesta colectiva que se merece. Especialmente, con esta nueva versión tan maquinera.

Así cierra su edición de 2025 el festival murciano, que por segundo año consecutivo ha reunido a 52.000 personas en La Fica vendiendo todos los abonos y entradas de día disponibles. Esta séptima edición ha representado un gran cambio respecto a la anterior, que contaba con un cartel mucho más enfocado al indie rock. Esta faceta más alternativa y arriesgada, lejos de difuminar la identidad del festival, la refuerza con una variedad de opciones y nombres perfectamente equilibrada. Todo un éxito.

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