
Se editan muchos discos en las indies españolas, la mayoría muy malos, por cierto. Sin embargo, todavía no hay nadie que se haya dignado a distribuir dignamente a uno de mis grupos favoritos de Alemania, 2raumwohnung. Entre Fangoria, Vive la fête y Everything but the girl, Inga y Tommi mezclan electrónica con guitarras, y sus letras, dicen, son algo extrañas y metafísicas, siempre desde un prisma pop.
Sin ser la octava maravilla ni haber publicado ningún disco perfecto, 2raumwohnung cuentan con al menos 10 canciones que ya quisiera para sí cualquier grupo electropop. Como en el caso de Vive la fête, da la sensación de que detrás de sus composiciones hay una cultura musical bastante interesante, no tanto de la canción francesa de los años 60 como de la bossanova o el blues. Menos mal que no dependemos de la división española de Sony BMG para comprar sus cd’s. A los que no soportamos tener en CD-R los discos que nos encantan, siempre nos quedará Ebay.



Ya era hora de irle viendo la cara a lo que Isabel Coixet ha denominado como “la niña Jesús de la Cienciología”. Al final resulta que la hija de Tom Cruise y Katie Holmes, llamada Suri, ni es invisible ni nada por el estilo. Y es que, de hoy en adelante, la vamos a ver hasta en la sopa. 
Sin muchas ganas y por hacer algo, fui a ver ‘Alatriste’ al cine completamente predispuesta a que no me gustara nada. Como rectificar es de sabios (o de gente como yo, con demasiados prejuicios) salí de la sala sorprendentemente contenta a pesar de haber salido de ver una película -glups- española; después de la rachita que llevamos de fiasco tras fiasco. Unos días después, con la película bien rumiada, concluyo que está bastante bien aunque, como todo, tiene sus cositas.
Después del interesante aunque pelín aburrido ‘Alphabetical’, la banda gala Phoenix entregó hace unos meses su nuevo álbum de estudio. Autoproducido por ellos mismos, el grupo ha buscado un sonido mucho más directo, huyendo de la pátina de electrónica-a-lo-Air de su anterior entrega y que les valió el sambenito de grupo «soft-rock».

Después de haber editado cinco álbumes en menos de tres años (incluyendo ‘EP’, un recopilatorio de caras b’s y rarezas que para mí es, curiosamente, su mejor obra), los hermanos Friedberger han demostrado ser una de las bandas más prolíficas del momento, con desiguales resultados, y han cosechado tantos fans como detractores. De hecho, creo que incluso sus fans se tornan detractores en determinados momentos y al revés, y que su ecléctica forma de concebir el pop como un remedo experimental de rock-blues-disco-pop-electro-ópera (art-pop, dicen los listos) busca abiertamente ese amor-odio por parte del oyente.

Sólo uno de cada 100 artistas descubiertos en Myspace merece la pena y una de las afortunadas es 






¿A qué se dedicarán los Franz Ferdinand en sus ratos libres cuando una noche duermen en Gotemburgo y la siguiente en Bolonia, para dos días después volar a Melbourne? Yo suponía que a descansar, pero hay uno de sus miembros que ha encontrado una vía de escape a esas giras por todo el mundo, a esas promos interminables y a esa vorágine que les acompaña desde 2004. Me refiero a Nick McCarthy, el guitarrista (y algunas veces voz), ese chico tan bailongo y sonriente a la derecha de Kapranos que desde 2005 tiene un proyecto alternativo a FF junto al alemán Alexander Ragnew llamado 




Jarvis Cocker, ex líder de Pulp, una de las mejores bandas británicas de todos los tiempos; se ha subido al carro de lo que ya hicieran otras famosas como Madonna o Ana Botella: los cuentos infantiles.


Elton John, noticia todos los días por sus opiniones de los demás, ha afirmado recientemente que quiere introducir hip-hop en sus canciones. A sus 59 añitos de edad, declaró semejante bomba a la Rolling Stone: «Puede ser un desastre o ser fantástico. No lo sabré hasta que no lo intente». Su próximo disco, ‘The captain and the Kid’, sale a la venta el mes que viene. ¿Se lanzará con el ragatón para el siguiente? ¿Ha perdido la cabeza ya definitivamente? ¿Se arruinará ante tal experimento y tendrá que vender su colección de sombreros y gafas? ¿Echará de menos su polémico dueto con Eminem?
Es muy fuerte lo que han hecho Dover. Recuerdo que antes de sacar su single ‘DJ’, que sucedía al exitoso ‘Devil came to me’, prometieron un cambio que nos iba a dejar alucinados. Pero nada de eso. El grupo siguió haciendo más de lo mismo hasta que les perdí la pista hace unos años y ya no sé cuántos discos llevan ni nada. Cuando han decidido pasarse al tecno es ahora. El nuevo disco se llama ‘Follow the city lights’ y el single ‘Let me out’ (‘







Quien me conoce, sabe bien lo poco amigo que soy de las fusiones, y de esa manía de mezclar electrónica con cualquier cosa que nos dejó el nunca suficientemente denostado chill-out. La propuesta de Gotan Project, sin embargo, de excéntrica me pareció atractiva. Mezclar tango con electrónica. Yo es oír la palabra «tango» y sentir una especie de no sé qué a la altura de la espalda.