Hemos descubierto su secreto: todo era obra de su estilista, y ahora que se ha peleado con él, su imitadísima forma de vestir tan estilosa y fuente de inspiración para adolescentes y creciditas de medio mundo se ha convertido un pastiche barriobajero. Hace unos meses que Lindsay se peleó con Nate Newell, un solicitado estilista de Los Ángeles, y parece que la actriz ha perdido totalmente la noción del vestir, del actuar y de todo. Además de que está a puntito de ser expulsada de una película que está rodando por llegar tarde y ebria, su forma de vestir ha pasado a ser lo más parecido a Elsa Pataky -otra de la que ya hablaré otro día- que he visto en mi vida.
Comencemos desde arriba. Lindsay, ¿no te has lavado el pelo? Pues hazte coleta pero no te calces ese bombín hasta las cejas porque te queda fatal y no viene a cuento. ¡Nena, que se lleva el pork-pie! El segundo shock llega con el top, que se lo ha debido comprar en el Promod. No sólo no le favorece sino que es un pastiche infumable de boho, hippie y periferia. La chaqueta azul eléctrico no hace otra cosa que sumar peso a este look imposible pero nada más, sólo se añade otro horror más sin aportar nada positivo. Los pitillos no están mal, pero si le quedaban largos lo que tendría que haber hecho era meterles el bajo o hacer un dobladillo, pero no abrir la costura como hacen los pijos y los bakalas españoles. El bolso burdeos es lo único que se salva. Otra demostración de lo que pasa cuando estas jovenzuelas hollywoodienses no se visten según les mande su estilista: desastre total.



Cuando algunos ya habíamos perdido la esperanza de salir los sábados por la noche en Madrid y agotábamos todas las posibilidades de bailes y jolgorios los viernes en el 8ymedio y el Barbarella, nos encontramos hoy con una noticia realmente esperanzadora. Se trata de la inauguración del Elástico Flexiclub, que llega de la mano de los creadores de nuestro querido 8ymedio, 


La historia se repite y lo que lo disfrutan los tabloides británicos y lo que nos entretiene a los fanes, tanto de él como de ella. La relación intermitente de esa pareja de excesivos trendsetters vuelve a estar on ya que se les ha visto juntos en la zona Vip del 


‘Poetry & Aeroplanes’ (2003): Ya dije en su momento que Teitur me había parecido una de las grandes sorpresas del
‘Stay under the stars’ (2006): Aun aproximándose en su tono cada vez más a Chris Martin de Coldplay, Teitur consigue huir de la vulgaridad de algunas de las canciones de su primer disco, situándose más bien cerca de Damien Rice, Tracy Chapman, Jens Lekman, los Buckley o, en un par de temas, incluso Nick Drake. ‘Louis Louis’, un tema protesta inspirado en el ‘What a wonderful world’ de Louis Armstrong, es una de las canciones del año, y ‘Great balls of fire’, una de las más afiladas del disco. Raro es el tema que en ‘Stay under the stars’ prescinde de las grandes tensiones y emociones del uso de cuerdas, piano y otros instrumentos en general ajenos al rock; y quizá por eso el resultado puede ser algo cargante, pretencioso o paradójicamente muy lineal. Sin embargo, sólo por canciones como ‘You get me’ merece la pena. 7.




Con gran pesar recibimos la noticia de la muerte de Arthur Lee, a los 61 años víctima de leucemia, no por esperada menos dolorosa. Love no sólo es el proyecto mejor titulado de la historia, sino el responsable de uno de los mejores discos que tenemos por casa, ‘Forever changes’, aun publicado en 1967, determinante para muchas bandas de nuestros tiempos como 




Gijón no sería lo mismo sin los oricios, el Xixon sound y cómo no, la masa de mods y amantes de la cultura sixtie que cada año se trasladan hasta la ciudad asturiana para asistir al Euroyeyé. Desde ayer y hasta este domingo, gijonenses tendrán que acostumbrarse de nuevo a toparse durante su paseo matutino con gente que parece salida de una peli de Peter Sellers. Pero la verdad es que además de fulares, campañas y botines, este festival tiene un interesante cartel que dista bastante de lo que tenemos en mente como tal. Es decir, aquí no nos vamos a encontrar a Alex Kapranos (para desgracia de la que escribe), un vegetariano militante o guiris sudorosos en una carpa techno. Ni mucho menos. Aquí la gente va a la pelu el día anterior y tienen en mente tres meses antes los modelitos que se va a poner. 
El melocotón es mi fruta favorita. Me gusta pelada, sin pelar, en almíbar, en yogur, en zumo, en helado y en todas sus formas. Así que es una pena que de Peaches, la cantante, sólo pueda aprovechar la cáscara.


Y no nos referimos a que vaya a dar una serie de conciertos «sold-out» en el Madison Square Garden, sino a que recibirá una pala, una escoba, guantes y bolsas de plástico del Departamento de Limpieza de Nueva York, y trabajará como barrendero durante 5 días. Esa es la pena que tendrá que pagar por denunciar un falso robo hace unos meses. Los hechos fueron muy confusos y hay versiones de todos los colores. No se sabe si estaba con un chapero que le amenazó con robarle, con un camello o qué. El caso es que Boy George llamó a la policía para denunciar un robo y al acudir no encontraron ningún indicio de robo, sino 13 bolsas de cocaína, por lo que le detuvieron por posesión de drogas. Ahora Boy dice que encuentra la pena «humillante», pero si no la cumple, podría ir finalmente a la cárcel.



Julio es un mes malísimo para sacar un disco. Apenas se promociona y, si se hace, la mayoría de la gente ni se entera. Y así ha ocurrido con el primer LP de Underwater Tea Party, ‘Suburban Metronome’, que ha visto la luz este mismo mes. Después de quedar finalistas en el concurso de maquetas del festival Contempopránea 2005 y en el Proyecto Demo 2005 demostraron tener el talento necesario para convencer a la crítica y al público. A finales de año su maqueta fue elegida ganadora del Referéndum 2005 de Disco Grande. De ahí todo ha sido un no parar. En febrero se metieron al estudio bajo la producción de Fino Oyonarte (Clovis) y Jesús Alcañiz (Los Planetas, Mercromina). 




Ya parezco un niño caprichoso con lo de «Esto no me gusta, quiero que vuelvan