
De joven empezó con la poesía; después continuó con la música, y formó parte de uno de los grupos que más ha influido en el rock británico actual, The Libertines. Por supuesto, estamos hablando de Pete Doherty, ese hombre del Renacimiento que ahora nos sorprende con una nueva faceta artística, la pintura. Nos enteramos de su afición por este arte hace muy poco, después de que el Sun publicara una comprometedora foto en la que supuestamente estaba inyectando heroína a una fan inconsciente tirada en el suelo. Jó, y a nosotros que ya nos parecía fuerte eso de que te echaran una aspirina en la Coca Cola… Un escándalo, vamos. Pero el bueno de Pete se defendió rápidamente diciendo que nada más lejos de la realidad; lo que estaba haciendo era extraer sangre de la fan, que sí estaba consciente, para pintar un cuadro después. ¡Claro! ¿Cómo no se nos había ocurrido?
Ahora ya hemos podido ver las primeras obras que el maestro ha realizado con su propia sangre y con la de gente que también se la ha ofrecido, y la verdad es que son una joyita. Bueno, al menos eso debe pensar el avezado galerista londinense que las va a exponer y vender a mil euros la pieza. Y todavía las venderá todas… El estilo es, digamos, muy naïf, aunque en realidad queremos decir que parece pintura de dedos hecha por un niño. Las imágenes son ciertamente costumbristas: el autobús que le lleva de gira con los Babyshambles, él fumándose un pitillo con una amiga que lleva las tetas al aire… Todo ello en un monocromo color sangre.
James Mullord, el manager de la banda de Doherty, le ofreció recientemente su sangre para desarrollar su arte, y nos dejó estas declaraciones: «Fue muy cuidadoso, utilizó una aguja nueva. Pete ha llegado a ser muy bueno utilizando jeringuillas». Hay que ver qué habilidades tan útiles nos deja el mundo de la droga. ¿Qué será lo próximo? ¿Clases de cocina utilizando sus propios intestinos? Este hombre es un genio.












Nos pierde la fama: Es el nuevo programa de corazón de Cuatro. Lo presenta Nuria Roca y como colaboradores tiene a Llum Barrera, Javier Coronas y Ronnie Arias. Es un programa de corazón, que a mí fundamentalmente suelen desagradarme, pero es casi como una parodia de los famosos y a la vez, una parodia de los programas del corazón. Así, está cargado de una ironía bastante difícil de ver en este tipo de programas, que suelen carecer de ella. Me sorprendió gratamente, aunque reconozco que el 90% se lo debo a Nuria Roca (me gusta como presentadora, qué voy a hacerle); Llum Barrera (me parece una humorista tremenda) y al reportero que sale, que hace como de aburrido que está ahí porque no ha encontrado otro trabajo. A Javier Coronas no le aguanto, eso sí.



Mira que se editan y reeditan discos feos. Y mientras, mucha gente no puede hacerse con una copia de ‘Los Romeos’, ‘Rock Station’ o ‘Superestar’ porque están descatalogados. Luego están los discos que merecen una revisión urgente por la cutrez de su edición. En esta categoría podríamos incluir ‘Heliotropo’ de Vainica Doble o casi cualquier disco anterior a la era CD. Así que es una buena noticia que EMI haya decidido reeditar lo que está considerada como una de las obras maestras del pop español, el ‘Deseo Carnal’ de Alaska y Dinarama.







¿Alguien se acordaba de que 


Se me hace largo el plazo del dolor.






