The Magnetic Fields / 50 Song Memoir

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The Magnetic Fields / 50 Song Memoir

magnetic-fieldsThe Magnetic Fields no han editado disco malo, pero sí es cierto que desde su obra maestra ’69 Love Songs’ y aquella suerte de hermano menor que fue el infravalorado ‘i’, no han entusiasmado tanto. Sus álbumes estaban bien, todos amparados bajo algún concepto -la trilogía sin sintetizadores a su vez comprendía ese disco de temas que empiezan por «I», disco noise y disco folk– e incluso hemos tenido «primer disco sin concepto en años» o «de regreso a los sintetizadores». Pero las letras eran la parte central sobre todo en los últimos, lo mejor, lo más interesante y recordable, por encima de esas decisiones de producción que lo aunaban todo. Aquella canción que venía a decir «quiero ser esa máquina que llevas en la mano», referida a un odioso móvil con el que se ha de competir, brillaba mucho más por su texto que por el hecho de llevar sintes.

Así que hay que celebrar que los textos y no el fondo musical sea lo que hilvane todo este nuevo disco, quíntuple, que presenta 1 canción por cada año vivido por el genio, Stephin Merritt, que acaba de cumplir 52 años y empezó a grabarlo cuando pasaba los 50. Cada composición referencia al año que la inspiró y narra una experiencia personal por primera vez en la carrera del artista (!). Esto quiere decir que las canciones inspiradas en los 60 no suenan a los 60, ni las inspiradas en los 80 suenan a los 80. Al contrario, en cada disco encontramos indistintamente canciones sintéticas o canciones acústicas. Son las historias las que mandan y sirven de guía. Ahora que en Magnetic Fields definitivamente las letras son lo mejor, ahora que ya casi nadie espera hits instantáneos como ‘Papa Was A Rodeo’, ‘All My Little Words’ o ‘The Luckiest Guy On the Lower East Side’, veamos cómo le ha quedado esta nueva idea.

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r-9954300-1489181080-1410-jpegDisco 1
Las 10 primeras canciones de ’50 Song Memoir’ abarcan los 10 primeros años de vida de Stephin Merritt y así sucesivamente. Hay, por tanto, en este primer grupo, cierta correspondencia con la inocencia o el descubrimiento del mundo. »68 A Cat Called Dionysus’ habla sobre su gato sobre un fondo de corte infantil y »72 Eye Contact’ es un descubrimiento de las normas sociales y una pequeña reflexión sobre ellas a partir de un juego de niños.

Sin embargo, pronto aparecen las clásicas cuestiones de Stephin Merritt: la primera canción »66 Wonder Where I’m From’ no es una nana, sino que ya contiene un puntito filosófico desde su título así como algo de comicidad en los «lederhosen» que menciona. Un punto, el del humor, que resultará constante en los textos, como por ejemplo en la sórdida y medio reivindicativa »70 They’re Killing Children Over There’, donde suelta «incluso para mi edad ya era bajito», o en el retrato no muy afortunado de su madre (quien, ojo, firma la portada). Un novio de esta roba una canción a Merritt ya en »73 It Could Have Been Paradise’ y, sobre la religión que practica ella en »75 My Mama Ain’t’ se concluye que es «budismo tibetano, que es lo mismo que ser católico pero en cool».

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Entre toda esta mina de citas, despuntan enseguida por su melodía y relevancia dos canciones: »69 Judy Garland’ aúna la temprana muerte de la actriz de ‘El mago de Oz’ con las revueltas de Stonewall, separadas por un día de diferencia de aquel año, así como el gusto por la chanson (hay al menos 3 referencias a Gainsbourg); y »74 No’ es un tristísimo descubrimiento de que la religión, el destino y la suerte NO existen. Un cúmulo de preguntas retóricas para las que no cabe esperanza y lleva a uno de los «estribillos» más desolados de los tiempos recientes.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: »74 No’, »69 Judy Garland’, »70 They’re Killing Children Over There’, »73 It Could Have Been Paradise’

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r-9954300-1489181080-4217-jpegDisco 2
¿Qué nos cuenta Merritt de su vida entre los 10 y los 20 años? El descubrimiento de la música ocupa gran parte del segundo disco de ’50 Song Memoir’. «Es hora de bailar, no del amor» es el lema de la primera canción »76 Hustle 76′ y muchas están plagadas de un interesante «name dropping» de artistas (Neu!, Can, Japan, Foxx de Ultravox), cuando no hablan directamente de instrumentos, estructuras y estéticas (la cuasi kraut »81 How to Play the Synthethizer’) o de formar una banda (»78 The Blizzard of 78′).

El estribillo de »79 Rock’n’Roll Will Ruin Your Life’ es estupendo, como también lo es el de »83 Foxx and I’ cuando se introducen las guitarras acústicas, y mención especial merece el espacio dedicado tanto al descubrimiento de Londres (»80 London by Jetpack’) como de Danceteria (»84 Danceteria’), el popular club neoyorquino que estuvo abierto entre 1979 y 1986. El gusto por la canción europea es claro en el uso de sintetizadores y también en »77 Life Ain’t All Bad’, un musical que parece atormentado pero cuya letra en realidad es un triunfo sobre alguien a quien mandas a la mierda.

Uno de los álbumes con mejor «fluir» gracias al dinamismo incluso de las canciones más áridas, como el aportado por el piano de »82 Happy Beeping’ o los coros de la teatrera »’85 Why I Am Not a Teenager’, que retrata el malvivir social y psicológico por el que pasan muchos adolescentes.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: »83 Foxx and I’, »79 Rock’n’Roll Will Ruin Your Life’, ’81 How to Play the Synthethizer’, »76 Hustle 76′

r-9954300-1489181079-8394-jpegDisco 3
No, la veintena no es una etapa feliz en la vida del autor de la frase «I was born, I hate this part», como adivinarán todos los seguidores del artista. Hay algún hueco para el sexo y el amor y así »87 At the Pyramid’ habla sobre un rollete anónimo en esta discoteca mientras que »93 Me and Fred and Dave and Ted’ presenta las desiguales historias de estos tres chicos con un estribillo común: «éramos jóvenes y estábamos vagamente enamorados». Sin embargo, el último de ellos termina en prisión y ese es sólo uno de los grandes males que acechan en el mundo.

Los problemas de salud aparecen en »90 Dreaming in Tetris’ y son los grandes protagonistas de »92 Weird Diseases’, paradójicamente una de las canciones más pop. Es como si Merritt le hubiera dado alas a la enfermedad rara para que se extendiera por nuestros cuerpos alegremente o hubiera intentado construir una pequeña sitcom a partir de ello. Las dos últimas composiciones del disco 3 son realmente trágicas: »94 Haven’t Got a Penny’ dice «podría vender mi cuerpo, si fuera guapo, pero moriré solo y nadie llorará», y »95 A Serious Mistake’ propone cometer «graves errores» porque no sabemos la desgracia que nos aguarda pero sí que «todo lo bueno se acaba».

Se alternan rarezas como la mencionada »90 Dreaming in Tetris’ o »91 The Day I Finally’, un poco Moldy Peaches y un mucho pensada para la participación en los directos, como se indica explícitamente, con algunos de los momentos más inmediatos. »89 Ethan Frome’ no puede ser más cantarina, «Haven’t Got a Penny» es un tanto jamaicana y la canción que abre es una de las mejor construidas y una de las más intensas en musicalización. Esta »86 How I Failed Ethics’ plantea la decepción ante los primeros dilemas morales: «proclamé que la moral era descendiente de la estética, y me pusieron un aprobado justo por mi desafío».

Calificación: 8/10
Lo mejor: »86 How I Failed Ethics’, »93 Me and Fred and Dave and Ted’, »92 Weird Diseases’

r-9954300-1489181078-4271-jpegDisco 4
La treintena es una edad convulsa para Stephin Merritt, como para casi todo el mundo, y en este cuarto disco del bloque encontramos canciones tan abrumadas como »98 Lovers’ Lies’, sobre un novio mentiroso (su «activismo» le condujo a inventarse que era seropositivo para integrarse en su papel) y a la vez tan hedonistas como la sexual y desprovista de remordimientos »03 The Ex and I’. Es esta una canción definida por él mismo como «sándwich» por su estructura, temática y la figura que forma al estar relacionada con la canción que aparece dos pistas después, «Never Again».

Hay lugar para la recreación en la tristeza de »96 I’m Sad’, para lo metamusical en »97 Eurodisco Trio’, que el mismo Merritt considera una canción de Future Bible Heroes porque las estrofas van más allá de lo triste y el estribillo es eufórico; pero sobre todo es un disco lleno de canciones muy carismáticas. Está »99 Fathers in the Clouds’, en la que cuenta el día que conoció a su padre, también artista, comparándole con un novio de su madre al que solo vio dos veces («Richard Gere ha bailado canciones de los dos», añade con humor) y está la cinematográfica »00 Ghosts of the Marathon Dancers’, sobre la creación de bandas sonoras. Y ni siquiera son los mejores temas del álbum.

Llaman la atención »02 Be True to Your Bar’, que tras comenzar como un delicado tema al piano, se viene arriba como celebración tabernera, al tiempo que reivindica -naturalmente 100% en serio- la importancia de los pubs en nuestras vidas; y »04 Cold Blooded Man’, una delicatessen con la típica riqueza instrumental y coral de Magnetic Fields llena de despecho porque a Merritt le han abandonado y ha acertado a rimar el «cold blooded man» por el que le dejaron con el calor («warmth») necesitado por el ser querido. Incluso por encima estaría »01 Have You Seen It In the Snow’. Stephin hace coincidir el año del 11-S con una oda a Nueva York en la que proclama su belleza en invierno por encima de la basura que la rodea y le rodea a él.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: »01 Have You Seen It In the Snow’, »02 Be True to Your Bar’, »04 Cold Blooded Man’, »98 Lovers’ Lies’

r-9954300-1489181080-5834-jpegDisco 5
¿Cómo termina la historia que nos cuenta ’50 Song Memoir’? Aunque no hay nada parecido a sucesión narrativa en el disco, del tipo «en este año empecé esta relación, en este otro la terminé» ni «en este año descubrí tal grupo, en este otro empecé a odiarlo», a nadie se le puede escapar de qué manera se cierra este largo, pues Merritt no ha podido dejarlo al azar. Este álbum continúa siendo variado y, así, hay lugar para una canción paradójica sobre lo aburrido que es surfear (la rockera »08 Surfing’ incita a hacerlo, también recordando a B-52’s), para los celos en la distancia (»09 Till You Come Back to Me’), para el sufrimiento pueril (la sesentera y jazzy »11 Stupid Tears’) e incluso para otra oda a Nueva York, que en este caso suena a París (»12 You Can Never Go Back to New York’). Pero está claro que todo esto no se podía cerrar de cualquier forma.

Si los coros de Claudia Gonson embellecen una »13 Big Enough for Both of Us’ que era demasiado reminiscente de ‘All My Little Words’, la penúltima »14 I Wish I Had Pictures’ es a todas luces una de las composiciones fundamentales del álbum. En ella, Stephin compara su trabajo como autor musical con otras artes y a su vez se plantea si muchos de los recuerdos que ha narrado en este álbum no estarán sesgados. La base de piano suena tan borrosa como esos recuerdos mientras el artista se lamenta por no tener fotos de cada amigo, de cada ex novio, de cada pequeña ciudad que ha visitado.

¿Refleja una crisis de los 50 esta canción referida a sus 49 años? ¿No es la portada de este quinto disco un tanto excesiva para la edad que pretende representar? Por suerte, Stephin se ha guardado un as en la manga cerrando el álbum con lo que llama «un final feliz» porque dice estar en una etapa feliz en la que le apetece quedarse. Una canción sexual en la que recuerda que en este mundo, hay sexo para todos los gustos y «todo el mundo es el fetiche de alguien». Con frases como «algunos azotan a la criada y otros pajean al aparcacoches» o «algunos van a por las pulgadas y otros van a por los pies» acabamos con una sonrisa de oreja a oreja un disco que da pena terminarse, que incluso deja con ganas de más.

Calificación: 8/10
Lo mejor: »14 I Wish I Had Pictures’, »12 You Can Never Go Back to New York’, »09 Till You Come Back to Me’

Con este análisis disco a disco no se termina esta crítica en la que hay que recordar que el todo, si es bueno, siempre es algo más que la suma de las partes. Retomemos esa idea de que «da pena terminarse este álbum». En un mundo en el que cada viernes hay exactamente 50 canciones de 50 artistas diferentes que escuchar, es normal que incluso algunos fans de Magnetic Fields se estén enfrentando a estas 50 canciones del mismo artista con pereza. ’50 Song Memoir’ ni siquiera está en Spotify y la selección de canciones que se ha subido no es del todo desacertada pero sí roza en ocasiones lo aleatorio. ¿Qué hace ahí »06 Quotes’? ¿Dónde está »79 Rock’n’Roll Will Ruin Your Life’? ¿Qué seguidor del grupo, ahogado en trabajo y/o familia, logrará reunir tiempo para sentarse con este disco que ni siquiera tiene single decidido, por no hablar de 40 o 120 euros para comprárselo?

Y sin embargo, una vez que te vas adentrando en él, te va invadiendo el anhelo de que ’50 Song Memoir’ no se termine nunca. Sin exponer al autor demasiado porque no era necesario ni nadie se lo había pedido, es una obra que permite conocer mejor a un artista de prestigio que intuíamos que podía dar más de sí mismo. Además, que este sea el primer largo biográfico de Stephin y probablemente el último, se relaciona con la producción musical dada a la obra. Merritt toca casi un centenar de instrumentos en el disco, rodeado de su equipo de confianza habitual, pero rara vez suenan más de dos o tres de ellos al mismo tiempo. Esa decisión artística contribuye a fomentar la sensación de intimidad y empatía con el oyente, que además de estar disfrutando de la exposición del artista, recuerda también sus propios juegos infantiles, sus grupos adolescentes favoritos, sus idas y venidas con alguna pareja, la satisfacción del sexo anónimo, los atentados terroristas, el varapalo que supone la primera noción de la muerte o lo decepcionante de algunas normas sociales.

’50 Song Memoir’ podría haber sido mejor con un quínteto de singles tan claros como ‘I Thought You Were My Boyfriend’, pero es que entonces sería directamente uno de los mejores discos de la historia. De la misma manera que se puede destacar la ausencia total de sencillo obvio, hay que apuntar la ausencia total de tema que sobre o que haya que pasar sí o sí, por no hablar de que todos tienen su personalidad y son diferenciables. No, nadie va a confundir una canción que habla de un gato que vivió en los años 60 con otra que habla de un triángulo amoroso. Hasta »06 Quotes’ tiene su aquel si pensamos que se refiere a la crítica musical y que en la entrevista del libreto es la única canción sobre la que se han «censurado» las palabras de Merritt y su colaborador Daniel Handler. Para ser 50 temas, el nivel es excelente. Ni más ni menos que el disco que desearíamos realizara cualquier artista que admiremos. Supera esto, Sufjan Stevens.

Calificación: 9/10
Lo mejor: »86 How I Failed Ethics’, »74 No’, »83 Foxx and I’, »01 Have You Seen It In the Snow’, »02 Be True to Your Bar’, »79 Rock’n’Roll Will Ruin Your Life’, ’81 How to Play the Synthethizer’, »14 I Wish I Had Pictures’
Te gustará si: tienes tiempo de sentarte a escuchar música sin necesidad de pasar al siguiente disco cuanto antes.
Escúchalo: hay una selección de 16 temas en Spotify, pero faltan canciones significativas.
Posdata: cambiarás de favorita.

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