Era una alegría ver a No Doubt en el estudio posando con Major Lazer mientras se cocía este ‘Push & Shove’ que ha tardado once años en llegar -los Portishead del pop-. El grupo había publicado en los años 90 un disco notable casi aprovechable en su extensísima totalidad llamado ‘Tragic Kingdom’, uno de los mayores «sleepers» de la década (tardó 2 años en llegar a las listas), que salía airoso de sus coqueteos con el ska, la balada, el rock, el disco y un largo etcétera. Después, poco a poco, No Doubt fueron cediendo terreno hacia el hip-hop, encontrándose todavía con buenas ventas gracias a singles como ‘Hey, Baby’. Incluso en solitario Gwen Stefani había brillado con unos singles que tan pronto se entregaban al electropop más contundente (‘What U Waiting For’) como definitivamente a la música negra (‘The Sweet Escape’, ‘Hollaback Girl’). Una carrera sin par injustamente carente de reconocimientos que uno de los productores del pop del siglo XXI tenía que coronar. Diplo era su hombre. Estaba claro. ¿Quién si no?
‘Settle Down‘, el primer single, que nos llegaba con buen vídeo incorporado, confirmaba que el grupo iba bien encarrilado, y que nadie se alarme: tiene un lugar reservado en nuestra lista de lo mejor de este 2012. Su ritmo contagioso, su acertadísimo estribillo y por supuesto esa inesperada coda casi instrumental que deja sabor a «cómo molan No Doubt» no serán derrumbados ni por la peor colección de «fillers» posible. Sólo por él ha merecido la pena esperar tanto tiempo para este álbum. La pena es que finalmente la compañía de Katy Perry durante algún bolo conjunto en 2009 parezca más decisiva que la de Major Lazer (el productor Mark «Spike» Stent pinta mucho más). Como si Gwen tuviera que admitir algún tipo de influencia de Katy y no al revés.
Stefani, dentro y sobre todo fuera de No Doubt, ha practicado un buen pop desvergonzado que ahora vuelve a mostrar en canciones como ‘Looking Hot’, que además de una simpática parada dancehall (grande lo de «stare at my raggamuffin»), contiene una autorreferencia al mítico «I’m still a superhot female» de ‘What U Waitin’ For’. Es el segundo single oficial y podría colar. El problema es que a menudo el grupo cede demasiado terreno al lado más amable del pop, a menudo cayendo en lo edulcorado, como sucede en la balada ‘Easy’, en ‘Gravity’ o en ‘One More Summer’, donde la banda que tocaba en las feroces ‘Just a Girl’, ‘Excuse Me, Mr’ o ‘Spiderwebs’ simplemente parece ni estar.
‘Undone’, otra balada «no me dejes» sin la facilidad para dejarte sin aliento de ‘Don’t Speak’, ya te hace preguntarte qué habrá descartado el grupo para haber tardado más de una década en acabar este disco, y las sorpresas brillan por su ausencia en la segunda mitad del álbum, que no hay por dónde coger. En realidad, sólo el single y el corte titular, rapero y molón, con toda la ambigüedad sensual que puede encerrar ese ‘Push & Shove’, se salvan claramente de la quema. Es extraño. De todos los comebacks noventeros (Garbage, Cranberries, Smashing), No Doubt han publicado el mejor single, pero el peor disco.
Calificación: 4/10
Lo mejor: ‘Settle Down’, ‘Push & Shove’, ‘Looking Hot’
Te gustará si te gustan: los «fillers» de los discos de Gwen
Escúchalo: Spotify