Hubo más conciertos en Madrid el pasado miércoles, día de los Rolling Stones. Entre ellos, un showcase que Christina Rosenvinge daba en Manzana Mahou 330. «No hago muchas cosas de publicidad ni quería tocar mucho últimamente, pero las latas de Mahou han estado en medio de todas las cosas que hemos hecho por ahora. No me parecía incoherente», nos contaba durante esta entrevista, que aprovechamos para realizar uno de nuestros tests entre disco y disco. Además, hemos encontrado un tema nuevo en Youtube correspondiente a otro directo que confirma por dónde podrían ir los tiros…

¿Cómo recuerdas ‘La joven Dolores‘? ¿Como uno de tus discos capitales o hay cosas que cambiarías?
Unas canciones ves cómo se fortalecen y otras se van debilitando, pero muy bien, porque he tocado muchísimo esas canciones, he hecho muchísimos bolos. Por eso quería dejar de tocar tanto…

¿Qué canciones crees que se van debilitando?
¡No te lo voy a decir! (se ríe). Hay algunas que ves poco a poco que van a crecer y otras que se van a caer solas, pero eso lo sabes a las seis meses. También es bonito…

¿Qué vas a tocar hoy? ¿Alguna canción nueva?
Las canciones que suelo hacer a dúo con Aurora. Voy a hacer una nueva llamada ‘Alguien tendrá la culpa’, que es de las que he grabado con Raül (NdE: Refree) y puede que si me da por ahí, haga alguna más.

La última vez que te entrevisté me contaste que te enfrascarías en tres proyectos diferentes. Uno es ‘Antagonista‘, ¿qué ha pasado con los otros dos en estos tres años?
El segundo es el proyecto de los niños, que está creciendo tímidamente, y luego lo que va a ser el próximo disco.

… ¿que saldrá a finales de este año?
Creo que sí, aún no sé, pero creo que sí. Tengo un montón de canciones grabadas y masterizadas.

¿Suficientes? ¿Más de diez?
Sí, muchas, de hecho había pensado hacer otra grabación con las que se salían del concepto. Tener tantas canciones te da la opción de elegir qué concepto llevar a cabo y las que no, pues no meterlas.

O sea que seguirás un concepto como más o menos en ‘La joven Dolores’ y la mitología…
Sí, ¡pero todavía no se puede adelantar! Todavía lo estoy maquinando. He grabado muchas canciones en Barcelona con Raül. El sonido es muy distinto. Es más como psicodelia industrial. Es bastante diferente.

¿Nada de Nueva York, por tanto?
No, nada de Nueva York. Hice maquetas en casa y luego se las llevé a Raül. Es muy distinto, claro.

Él hace cosas muy distintas a su vez…
Su ventaja es que cuando trabaja conmigo, lo que intenta es mimetizarse, conseguir llegar donde quiero llegar yo. Muchas de las decisiones no son las que él tomaría. Es un artista productor, lo que se produce es una colisión. Hoy en día todo es tremendamente difícil, pero de la colisión surge como una ebullición de cosas y de ideas muy interesante. Raül se implica muchísimo, no es un productor frío.

Dices que todo es difícil, pero tú te lo has tomado con calma… No has tenido urgencia o necesidad de volver…
Tengo muchas canciones que están grabadas hace tiempo. Hacía tiempo que estaba haciendo una cosa detrás de otra y tenía la sensación de estar tocando sin parar, quería hacer un paréntesis para coger fuerza y también para que la gente se distancie de ti. Pero tampoco fue planeado, es como ha salido.

Ahora Sílvia Pérez Cruz te ha quitado un poco a Raül, ¿no?
Bueno, no. Raül es así, hace muchísimas cosas y se sabe y ella estaba antes que yo y siempre ha estado metido en mis fregaos. Todavía puedo seguir tocando con él aunque no venga de gira. Estamos muy compenetrados, vamos a seguir haciendo cosas juntos.

En su momento nos contaste que creías que en otoño de 2012 tendrías disco, ¿cómo fue 2013 por ejemplo para ti?
Hice lo de ‘Antagonista’, que dio lugar a unas cuantas canciones también. He estado buscando cosas en casa, distintos sonidos, he tocado sintetizadores con los que no había hecho nada antes, y todo ello requiere de tiempo.

¿Qué has estado escuchando?
Cosas muy variopintas, Silver Apples, Gary Numan…

La gente puede flipar si tu disco se parece a eso…
No sé si se parecerá, cómo digieres algo es muy distinto. No pienso mucho, sigo una intuición. Hay cosas que me parecen excitantes y cosas que me ponen y cosas que no. Es una cuestión muy intuitiva.