Por qué New Order han presentado ‘Music Complete’, su primer disco de verdad en siete años (‘Lost Sirens‘ se componía de descartes de ‘Waiting for the Sirens’ Call’) con una sosez del tamaño de ‘Restless’, en pocas palabras un refrito de ideas de ‘Regret’, ‘Krafty’ y ‘Crystal’, es algo que se escapa totalmente a mi entendimiento. Hoy que nadie está dispuesto a dar a un viejo artista una segunda oportunidad (y muchas veces tampoco a uno nuevo), este single funciona como todo un espantapájaros que probablemente ya haya condenado el disco frente al 80% de su público potencial.
Porque sí, ‘Music Complete’ está teniendo buenas críticas, gustando entre sus fans y funcionando muy bien en el boca oreja, pero es que aquí había material suficiente para que el grupo conquistara a lo grande a una nueva generación como Blondie consiguieran en 1999 con ‘Maria’ o como ya lograran ellos mismos con ‘Crystal’ en 2001 después de 8 años de silencio. El nuevo disco de New Order, redondeado por el muy apropiado diseño de ese Peter Saville que tan bien les conoce (la portada del vinilo es diferente), incluye tan decididos singles de buen electropop como ‘Singularity’, con la colaboración de Tom Rowlands de Chemical Brothers, o ‘Academic’, aunque tres son las canciones que sobresalen claramente.
La más obvia es el nuevo sencillo ‘Plastic’, que esperamos que tenga preparado un videoclip a la altura de su hipnotizante videografía (muy recomendable para una tarde de fin de semana). Mezclada por Richard X y con coros de La Roux, es una gran demostración de lo que debería haber sido el disco de Giorgio Moroder, a quien debe muy obviamente su base. La letra, una tontería de amor como casi todas las del álbum (son excepcionales las que esconden un contenido más social, como la propia ‘Restless’, sobre el capitalismo), pasa de ser una aparente declaración de amor desde la devoción, a soltar bilis en el último segundo («un día de estos, cuando me desees, yo ya me habré ido, eres como plástico, artificial, no significas nada, eres superficial»), revelando que todo lo anterior era irónico.
A ‘Plastic’ le sucede la canción más chanante de la temporada. Porque si ‘Plastic’ es italo, ‘Tutti Frutti’ incluye un recitado de Giacomo Cavagna como sacado de una película de giallo, que va incorporando una considerable tunda de cuerdas disco. A medio camino entre Studio 54 y Trevor Horn, esta reinvención kitsch de ‘Giorgio by Moroder’ no sólo tiene un gran estribillo sino también un gancho hilarante ¡y un final falso! Un acierto unido a ‘People on the High Line’, otra pista en torno a los seis minutos que funciona como continuación y que te hace darte cuenta de la media hora de buena música que te acabas de tragar por cortesía de New Order.
Y hay más. Afortunadamente el grupo de Bernard Sumner sabe que ‘Waiting for the Sirens’ Call’ es una de sus canciones más infravaloradas y ‘Nothing But a Fool’ funciona a modo de recreación. Los coros de la teclista Gillian Gilbert, que vuelve tras más de una década, aportan más épica mientras el bajo del sustituto de Peter Hook es funcional en esta y otras canciones del álbum. Es curioso que Tom Chapman ya tocara en aquel frustrado proyecto de Bernard y Phil Cunningham, Bad Lieutenant, porque te hace preguntarte por qué aquel disco era tan malo y este tan bueno. ¿Tanto talento tenía Gillian?
New Order no se deshace de ese componente «cheesy» que les hemos conocido sobre todo en directo. Si la fiesta de europop y disco en ‘Music Complete’ a veces está más cerca de lo hortera que de la elegancia de las producciones de un Andy Butler, lo cierto es que el disco, cuando no es brillante, es todo un pasatiempo a lo largo de sus 64 minutos de duración (!). Ahí está la contribución de Iggy Pop en ‘Stray Dog’, como uniendo a los Stooges con ‘Thriller’ de Michael Jackson… cuando curiosamente La Roux, presente en este disco, había hecho un guiño muy parecido a ‘Thriller’ inmediatamente antes de la muerte de Michael en su álbum de debut.
Como ya lograran en el disco anterior, en el que colaboraron con Ana Matronic de Scissor Sisters, New Order se muestran fieles a sí mismos, pero abiertos a colaborar con los artistas a los que obviamente han influido. El disco se cierra con la luminosa ‘Superheated’ (vibrante y muy New Order ese «We are so different, yet we’re the same»), la tercera gran composición del largo, bajo los mandos de Stuart Price, una de esas canciones que te congratulan con el mundo y que cierra un círculo: justo cuando pensabas que sería perfecta para que la versionaran los Killers, aparece el amigo Brandon Flowers cantando (y The Killers recibían su nombre del vídeo de ‘Crystal’ de New Order). Claro, con razón los de Mute estaban tan contentos cuando firmaron con ellos. En aquel momento no se entendía nada. No venderán un millón, pero el mítico sello ha terminado editando un buen disco de New Order. Qué ilusión, ¿verdad?
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Plastic’, ‘Tutti Frutti’, ‘Superheated’
Te gustará si te gusta: Scissor Sisters, La Roux, Trevor Horn, la música disco
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