Pese a que se le enmarque, por razones evidentes, en el auge del trap español alumbrado en Youtube, Dellafuente no se conforma con esa etiqueta ni se rige por los códigos habituales del rap. El Chino, un chico granadino de un barrio humilde pero con un personal flow, ya ha demostrado en sus primeros mixtapes y en su debut oficial ‘Azulejos de corales’ que sus miras son mucho más amplias y que él prefiere denominar su propuesta como música urbana. Música de y para la calle. El magnetismo de sus canciones es enorme para un amplio espectro de la juventud de nuestro país, como demostró la gira ‘Quejíos y Autotune’, con continuos sold-outs en toda la península desde la autogestión. Y no lo ha logrado por la simple imitación de géneros importados de los suburbios de EEUU, sino que en su idea del pop incluye también distintos palos del flamenco y ritmos latinos de una manera absolutamente natural.
En ‘Ansia viva’ encontramos al Dellafuente que contaba las visitas a sus vídeos por cientos de miles, el de un ‘Dile’ que se ha convertido en un auténtico hit fuera de los canales oficiales, y que con cortes tan bárbaros y genuinos como ‘A lo mejor’, ‘Escarmiento’ o ‘Menos’, certifican el dominio de su propio estilo. Un estilo en el que también ha de considerarse lo lírico, un aspecto en el que El Chino también es rupturista. En contraste a muchos otros raperos de su generación, él renuncia a convertir el delito en una heroicidad, y encuentra que lo verdaderamente heroico está en el sufrimiento y el trabajo para mantenerse con vida ante una realidad social más que cruda. El otro gran acierto de sus letras es saber conectar con el público femenino al tratarlas con más respeto del habitual en el género y recurriendo, sin rubor, a lo romántico.
Pero El Chino, pese a su modestia, es ambicioso y ha querido transgredir sus propios límites. Así que, además de contar con insignes productores como Cookin Soul (estupendo como siempre en ‘Cookin macarrones’) o JAYEEM (‘Miénteme’), se ha lanzado a la aventura de incluir arreglos instrumentales reales e incluso, en el caso de ‘Dame luz’ y ‘El color del dolor’, a interpretar pop aflamencado, lo que se llama flamenquito, al frente de una banda completa encabezada por el tocaor Nano Cortés. Aunque tiene valor tal atrevimiento, es quizá la parte del álbum más cuestionable, no porque no sea honesta sino porque el resultado es bastante convencional.
Otra cosa es, en cambio, lo fantásticamente bien que funciona la bachata contemporánea ‘Te amo sin límites’, con los rasgos aflamencados que aporta Maka, su mentor y espejo en el que se mira, y El Chino rapeando y cantando en su mejor versión. Hay un sitio para esto en nuestro pop y Dellafuente ha sabido verlo y plasmarlo de maravilla. Un tantazo. Que se apunta, por otra parte, confirmando que se pueden emplear los compases flamencos con una producción más experimental, como muestra la rumbera ‘Jaquetona’. En la audacia, sin duda, es donde mejor funciona la propuesta de Dellafuente y este ‘Ansia viva’, pese a esos peros que evitan que despegue con mayor autoridad, va sobrado de ella.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘A lo mejor’, ‘Dile’, ‘Te amo sin límites’, ‘Menos’
Te gustará si te gusta: tanto C.Tangana como J. Balvin o El Pele.
Escúchalo: Spotify
Cómpralo: en su web.