La verdad es que el nombre de esta película tira muchísimo para atrás cuando te planteas ir a verla. Y es que los juegos de palabras del palo de éste, con frases hechas y tal, son de verdadera lástima y quedan fatal en los anuncios y carteles publicitarios. Sin embargo, como ya conocía la trayectoria de Frank Oz (fundamentalmente por ‘In & Out’, que qué queréis que os diga, pero me hace muchísima gracia) me decidí a ir a verla, varias recomendaciones de por medio, además.

La película en sí es typical British: una comedia de enredos cargada de humor típicamente inglés. Si os soy completamente sincero, no paré de reírme en toda la película, y cada vez que ves una gracieta, la que le sigue es incluso mejor. No es ya que sea una comedia de enredo, es que la cosa cada vez se enreda más, más y más hasta límites realmente insospechados. Tanto, que hay momentos que te das cuenta de lo absurdo y surrealista del guión pero de lo bien hilado que está.

Evidentemente, no es una película de las de salir y hacer cábalas sobre el significado filosófico y metafísico del argumento, pero es ideal para pasar un buen rato. Avisamos, eso sí, de que los ingleses no han querido dejar fuera esa predisposición que tienen a un poco de humor escatológico de vez en cuando, que parece que les encanta. Y lo digo con conocimiento de causa porque (por fin) hemos empezado con ‘The League of Gentlemen’ (reseña próximamente) y menuda telita de escatologías varias… Eso sí, las de ‘Un funeral de muerte’ son menos y tienen bastante más gracia. 8.