Me entero hoy a través de ¡Vaya Tele! de que una de mis series favoritas, ‘Tan muertos como yo’, que se quedó inconclusa después de su cancelación hace un porrillo de años, tendrá su final. Desgraciadamente, no en formato televisivo, pero sí en una película que se llamará ‘Dead Like Me – Life After Death’. Esta película sólo se editará en DVD y no sé yo si llegará a nuestro país (ejem, y menos después de lo mal que trató Cuatro a la serie). La producción pondrá punto y final a esta historia que tanto molaba, y que nos tuvo a muchos enganchados durante toda su trayectoria. Ya podían hacer lo mismo con ‘Invasion’.

Estas cosas pasan más de lo que parece. Recientemente, La 1 cancelaba ‘Guante blanco’, por el escaso seguimiento que ha recibido entre el público, pese a que la serie es sensiblemente mejor en términos cualitativos que la media de la ficción nacional. Esta noticia, que tenía un sabor un tanto amargo, se completaba con el anuncio de que la serie se podría seguir a través de Internet, hasta su finalización. Una vez más, la pequeña pantalla da paso a la segunda pequeña pantalla, la del ordenador. Conocidos son los webisodes de ‘Battlestar Galactica’, que se estrenaron a través de Internet y que daban algunas claves importantes pero no sustanciales sobre la serie.

Hace poco hablábamos en JENESAISPOP de los devaneos de la audiencia y de la obsesión de las cadenas por conseguir un share cada vez más abultado, en lugar de apostar por la calidad de su programación. Desafortunadamente, la historia se repite en demasiadas ocasiones, y al final es el telespectador el que paga el pato. Como el que pagaremos pronto con ‘Cazadores de hombres‘ que el otro día batió su récord negativo de «share», un 8%. Y es que hay quien todavía no se ha dado cuenta de que una baja audiencia puede ser muy alta a la larga, como sucedió en su día con ‘Aquí no hay quien viva’, o de que una audiencia baja no tiene que ser sinónimo, necesariamente, de que la publicidad se pague peor. Un programa con muy poca audiencia puede, por ejemplo, ser un filón en términos de nicho de mercado, si su audiencia está muy posicionada o muy segmentada.

Sin embargo, productoras y cadenas de televisión siguen sin arriesgar, apostando sobre seguro, presentando nuevas temporadas de series que -sinceramente- deberían haber muerto hace mucho tiempo. ¿Cuántas temporadas van ya de ‘Cuéntame’? ¿Y de ‘Hospital Central’? Las series se alargan hasta lo insospechado y los guionistas se ven en la terrible necesidad de presentar historias cada vez más enrevesadas y grotescas, con el fin de seguir enganchando a la audiencia y tener «algún sitio del que tirar». Mientras tanto, otras tan decentes como ‘Tan muertos como yo’ o ‘Carnivale’ (de la que hablaremos próximamente), mueren en un desesperado intento por poner al espectador a pensar un poco más de lo normal, y no conformarse con finales de lo más estúpido como algunos de los que hemos visto últimamente, como por ejemplo el de ‘Los Serrano’.