Sonic Youth @ La Riviera

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Sonic Youth @ La Riviera

sonic-youth-Desde hace años parecía asumido que la presencia de Sonic Youth en nuestro país era cosa de festivales como el Primavera Sound, y que no habría oportunidad de disfrutarlos en una sala… hasta este año, en el que han incluido la península entre las fechas de su gira regular. Se puede decir que tenían una deuda pendiente, especialmente con los madrileños, y su forma de saldarla se traduce en dos conciertos en La Riviera: el de ayer en formato cuarteto, y el de hoy, con su formación más reciente, es decir, con Mark Ibold de Pavement al bajo.


Casi todos los seguidores de la banda convendrán en que lo que sucedió anoche fue para que se les hiciera la boca agua: en hora y media (bises incluidos), y comenzando con el listón muy alto, ni más ni menos que con ‘Schizophrenia’ del álbum ‘Sister’ (1987), Thurston Moore, Kim Gordon, Lee Ranaldo y Steve Shelley fueron despachando tema clásico tras tema clásico, himnos para muchos, como ‘Silver Rocket’, ‘Cross The Breeze’ y ‘Hey Joni’ de ‘Daydream Nation’ (1988), ‘100%’ de ‘Dirty’ (1992), o ‘Bull In The Heather’ de ‘Experimental Jet Set, Trash & No Star’ (1994).

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El público, emocionado desde el principio, al menos en la zona delantera y central de la sala, se entregó, vitoreó al grupo, saltó y se entregó al éxtasis de distorsión. El repertorio de anoche fue irrepetible, lo más parecido a escuchar el ‘Greatest Hits’ que no tienen. Fue un concierto sin puntos bajos, bien medido, y en el que dejaron su faceta más experimental para el final.

Comentarlo suena a tópico con Sonic Youth, pero no deja de sorprender el hecho de que, pese a la edad que tienen y los años que llevan en el negocio, suficientes como para acabar agotados, den conciertos con una energía y entrega dignas de bandas que comienzan en esto y tienen que demostrar su valía ante el público, y no de alguien que está más que asentado y reconocido. La batería de Steve en conjunto con el bajo de Kim conforman una poderosa sección rítmica, las guitarras de Thurston y Lee rugen furiosas, y los tres que hay al frente sienten lo que cantan.

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Seguro que hubo alguien entre los presentes que echó en falta algún tema en concreto, o hay alguien que hubiese preferido un concierto más largo, pero nadie negará que vivió algo especial, con los cuatro componentes clásicos de la banda interpretando los hits de sus primeros discos, y que quien sepa, está rezando ya para que sigan incluyendo ciudades españolas en sus próximas giras, al margen de los festivales veraniegos. 10.

Minutos antes, los madrileños AU calentaron los pabellones auditivos, y de qué manera: oleadas y oleadas de ruido sin melodía alguna y gritos frenéticos mezclados con momentos de calma tensa en los que el cantante y el bajista cantaban a capella, cuan trueno lejano que hace prever la tormenta. En los momentos ruidosos, el batería improvisaba libre y salvajemente, y el bajista machacaba su instrumento hasta acabar rompiendo sus cuerdas, con lo bestia que hay que ser para hacerlo. Interesante burrada sónica. 6,5.

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Foto: Heineken.

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