Hay un montón de cosas que ‘Angles’, el cuarto disco de los Strokes, no es. No es tantas cosas que casi terminaríamos diciendo antes lo único que sabemos que sí es: el álbum más esperado de su carrera, el primero después de cinco años, dos meses y veinte días, tiempo en el que varios de sus miembros se han reafirmado como compositores en diversos proyectos paralelos.

Hoy por hoy y después de que se hayan dado a conocer todos los problemas de la grabación, que ellos mismos han definido como «un infierno» (cambio de productor después de tener temas grabados, problemas con las drogas de Albert Hammond Jr, partes vocales enviadas por Julian sin estar presente en el estudio a través de mail), ‘Angles’ no parece un disco que el grupo haya hecho precisamente con las ganas de ‘Is This It?‘.

Así que se desconocen los motivos por los que se ha vendido como tal, pero en realidad estamos ante un álbum que no tiene nada que ver con el primero, con la excepción de ese single tan sobresaliente como engañoso, que uno empieza a pensar que han hecho a modo de (auto)exigencia o (auto)parodia, ‘Under Cover Of Darkness‘. No encontrarás nada tan certero, directo y bailable en el disco ni de lejos.

La portada, rescatada de un artista belga que falleció en 1993, Guy Pouppez, podría haber dado la pista de que estamos ante un disco colorido, synthpopero, de cierto gusto tropical o exótico, a la forma del disco en solitario de Julian Casablancas pero con las virtudes melódicas de Little Joy. ‘Games’ puede dejar ver que sí, pero en absoluto. La electrónica se asoma en ‘Two Kinds of Happiness’ o el reggae en ‘Machu Picchu’, pero no termina de definir el álbum y de hecho en estas dos pistas parece un complemento sólo para que las guitarras brillen más en el estribillo.

‘Angles’ no es un disco oscuro a pesar de que ‘You’re So Right’, un tanto These New Puritans, teniendo en cuenta las circunstancias tremebundas en que se ha grabado el álbum, podría haber dado pie. No es un disco tierno aunque la delicada ‘Call Me Back’ funciona como ya lo hiciera ‘Ask Me Anything’ en el álbum anterior. Pero tampoco es un disco despreocupado como la melodía de ‘Gratisfaction’ parece sugerir.

‘Angles’ no es tampoco ningún desastre porque es inquieto e interesante y todas sus canciones (lo cual incluye hasta la petarda ‘Metabolism’, posible favorita de la gente que suela escuchar a Muse) son buenas ideas que funcionarían por separado. Quizá si en el futuro el grupo escoge una de las aquí contenidas como punto de partida y construye un disco a partir de ella, pueda dar con algo mejor que este álbum, que más que variado o rico en matices (ninguno de los temas se antoja, en su género, como una gran obra maestra), por momentos ni siquiera parece un disco de lo disperso que es.

Calificación: 6,5/10

Lo mejor: ‘Under Cover Of Darkness’, ‘Machu Picchu’, ‘Two Kinds of Happiness’
Te gustará si te gusta: el disco de Julian en solitario, después de todo
Escúchalo: en su web.