Una de las sorpresas para bien o para mal del disco del momento, ‘reputation’ de Taylor Swift, es cuánto suena a fun. Para mal porque alguien habría esperado algo más ingenioso o ambicioso de la última reina del pop y para bien porque la idea deja algunos de los momentos más disfrutables del álbum, como ‘Getaway Car’ o el estribillo de ‘This Is Why We Can’t Have Nice Things’. Esto es así porque Jack Antonoff es co-autor de medio disco, consolidando al miembro de fun., también conocido por su proyecto en solitario Bleachers y por ser novio de Lena Dunham, la creadora de ‘Girls’, como uno de los nombres clave del pop de 2017.
Taylor ya había confiado en Antonoff en ‘1989’, pues con él firmó tres canciones de aquel disco, entre ellas el single ‘Out of the Woods’, que ha terminado siendo un punto de partida para parte de este nuevo álbum. Pero es que además Antonoff ha co-escrito la música de todo el segundo álbum de Lorde, el excelente ‘Melodrama’, con la excepción de ‘Homemade Dynamite’, y también ha coproducido ‘MASSEDUCTION‘, el gran último disco de St Vincent. Si sumamos un par de créditos en ‘Beautiful Trauma’ de P!nk, es posible que veamos el nombre de Antonoff aparecer en los Grammys de 2018… y en los de 2019, en los que en verdad, por fecha, competirán algunos de estos álbumes.
Corrían las primeras semanas de 2012 cuando se popularizaba ‘We Are Young’ de fun., convirtiéndose poco a poco en todo un himno generacional gracias a la positividad cuasi Disney que contenía. ‘Some Nights’ consolidaría al grupo de Jack Antonoff junto a sus compañeros, entre los que hay que destacar al cantante Nate Ruess, que también ha triunfado sin Antonoff, por su cuenta, muy especialmente en ‘Just Give Me a Reason’ de P!nk. Pero por mucho que vendieran fun., lo cierto es que pocos vieron venir en la banda a un talento capaz de poner de acuerdo a Taylor Swift y a St Vincent (además de a Sia, Carly Rae Jepsen, Sara Bareilles, Fifth Harmony y Tegan and Sara).
Jack Antonoff cuenta con sus peculiaridades. Como indica en una entrevista con Stereogum, no produce canciones que le manden sin conocer al artista, y tampoco manda sus composiciones a artistas para que las aprueben. Le gusta colaborar mano a mano porque «no sabe aún si es bueno» haciéndolo de otra manera, y a poder ser con mujeres. En su lista de créditos casi todo son chicas, y entre los escasísimos chicos, si a alguien le sirve de algo, uno es abiertamente gay (Troye Sivan) y otro de orientación sexual indefinida, en concreto How To Dress Well, quien ha convivido en formato trío durante 18 meses, como él mismo cuenta cuando se lo preguntan. En otras palabras, si Jack trabaja con un chico, no va a ser con un machote a la manera del siglo pasado. «He trabajado con hombres y no ha funcionado tan bien», reconoce él mismo en The Independent. «Crecí con mis hermanas y una madre genial y siempre me he sentido a gusto rodeado de mujeres poderosas. Esa sensibilidad me ha aportado algo que sin duda está funcionando. La verdad es que lo que pasa cuando me junto con algun(a) artista es cuestión del corazón, hablamos del corazón y el fondo de lo que está pasando».
Y una de esas mujeres fuertes de las que se rodea es por supuesto Lena Dunham, quien se la lio hace un par de años bromeando sobre su ascendencia judía al escribir una columna llamada «Novio judío o perro», indignando a la comunidad judía, que la acusó de racista. «Los dos confiamos en el proceso creativo del otro, y nunca nos dejamos mal, a la vez que seguimos creyendo en la idea de que tenemos que escribir sobre lo que sentimos. Nunca le pediría no escribir algo, pero también confío totalmente en que nunca me deje en una posición rara. Escribamos canciones o guiones de televisión, hay una comprensión mutua», contaba en 2015 en The Guardian.
En cualquier caso, esa sensibilidad especial, fruto de su vida trágica y también de su profunda admiración por Lauryn Hill, Joni Mitchell, Kate Bush, Fiona Apple o Robyn, a quienes menciona como artistas favoritas además de a los Beatles, Tom Petty o David Bowie, ha sido probablemente decisiva para que Lorde le escogiera como hombre de confianza para escribir ‘Melodrama’. La neozelandesa quería cambiar de aires tras el éxito de su debut realizado junto a Joel Little, no escribe música ni toca ningún instrumento, pero sí es una «control freak» que tiene muy claros los conceptos en su cabeza. Así hablaba Jack sobre Lorde durante una entrevista con Popjustice: «Le pone un microscopio a todo. Está profundamente obsesionada con cada pieza del puzzle. Es el sonido puro de su cabeza. Creo que por eso hemos hecho un gran trabajo juntos, porque así es como yo también hago los discos. Me gusta que la gente sea obsesiva, de manera que si cambias un suspiro, lo noten. Eso es lo que queremos. Energía meticulosa y profunda».
De hecho, en absoluto Jack Antonoff puede plantearse como el hombre sabio «detrás» de Taylor Swift, Lorde o St Vincent, tomando sus decisiones, porque ninguna de ellas le necesita: no hay más que recordar que su último disco como Bleachers es estupendo y disfrutable, pero no cuenta con el beneplácito crítico o comercial de ellas porque entre otras cosas tiene el single ‘Don’t Take the Money’ -excelente, eso sí- demasiado marcado. Más que un talento sobrenatural como autor, parece aportar su capacidad para comprender a su co-autora y aportar cosas. «Solo me interesa trabajar con gente que tenga las cosas súper claras. Para trabajar con alguien que no sabe lo que quiere ya tengo mis propios discos», contaba jocosamente también en The Independent.
Mientras la co-autoría junto a Taylor va a aportar una locura de ceros a su cuenta y por supuesto solo tiene palabras buenas para ella («lo que es increíble de Taylor es que escribe de la misma forma que yo lo hacía con 15 años» y «una de las razones por las que es tan brillante es porque simplemente simplifica el proceso», contaba ya en 2015 a raíz de ‘Out of the Woods’), reconoce haber hecho especiales migas con St Vincent. «Estoy muy orgulloso de este disco (‘MASSEDUCTION’). Ha llevado muchísimo tiempo. Ha sido muy intenso el proceso de documentar lo que ella quería decir», decía en The Independent, mientras en Stereogum añadía: «En muchos sentidos, (Annie Clark) me es más cercana que otras personas con las que he trabajado. Es extraño. En muchos sentidos, trabajar en ese disco es lo más cercano que he hecho a lo que soy yo de todo lo que he hecho».