El inesperado exitazo de ‘Guardianes de la galaxia’ y, sobre todo, ‘Wonder Woman’, ha abierto la puerta a un cine de superhéroes que se aleja, por lo menos en cuanto a los personajes, del modelo estándar. Sin esos precedentes, dudo mucho que un superhéroe negro como ‘Black Panther’ hubiera protagonizado un blockbuster de estas dimensiones (por no hablar de tener un reparto casi exclusivamente afroamericano). Su lugar hubiera sido el de la clase media, el de las “pequeñas” pero muy disfrutables ‘Ant-Man’ o ‘Doctor Strange’. En ese sentido, el valor simbólico de ‘Black Panther’ es indudable. Pero, ¿es suficiente con eso?
Estos son los pros y los contras de la nueva película de Marvel.
Lo mejor de ‘Black Panther’
1. Su irresistible estética afrofuturista. Desde que se presentó el primer avance de la película parecía evidente que el diseño de producción iba a ser uno de los puntos fuertes de ‘Black Panther’. Y así es. El trabajo de la diseñadora de producción Hannah Beachler (‘Moonlight’, ‘Lemonade’) y el de la de vestuario Ruth E. Carter (‘Malcolm X’, ‘Amistad’, ‘Selma’) es excepcional. La variedad de escenarios y tribus que forman la inevitablemente kitsch nación de Wakanda, mezcla de vanguardia tecnológica y cultura ancestral, permite lucirse a las dos creadoras como nunca se había visto en una película de superhéroes. ¿Podría llegar el primer Oscar para Marvel en un apartado diferente al de los efectos visuales?
2. El prólogo y la secuencia de Corea. Son los dos segmentos de ‘Black Panther’ (casi los únicos) donde se aprecia una mayor inventiva estilística. El primero es un deslumbrante prefacio donde se narra la historia de Wakanda a través de un recurso visual sorprendente y, como se verá en los rituales posteriores, lleno de significación: la arena. El segundo es una larga secuencia ambientada en Busan compuesta de dos partes: una virtuosa set-piece de una pelea en el interior de un casino rodada en (falsa) toma única, y una vibrante persecución automovilística, con la música de Kendrick Lamar de fondo, impregnada de un gozoso sentido del humor y la acción.
3. La música de Ludwig Göransson y las canciones de Kendrick Lamar. Aunque en algún momento se escape algún molesto alarido a lo ‘Rey León’, la mezcla entre la música de ritmos africanos de Göransson (con rugidos de percusión que dan ganas de saltar en el cine como un masai) y los tres temazos de Lamar (‘King’s Dead’, ‘Pray for Me’, ‘All the Stars’) funciona de maravilla. Aportan ritmo, potencia dramática y capacidad de evocación. Las tres canciones forman parte de ‘Black Panther: The Album’, el notable disco que ha publicado Lamar inspirándose en la película.
4. Erik Killmonger, uno de los mejores villanos de Marvel. Interpretado por Michael B. Jordan (‘Creed: La leyenda de Rocky’), el antagonista de ‘Black Panther’ tiene todo el carisma, atractivo, complejidad psicológica y profundidad dramática de la que carece un soso y anodino T’Challa (Chadwick Boseman). En realidad, ¿esto es una virtud o más bien un defecto?
Lo peor de ‘Black Panther’
1. El discurso monárquico. ‘Black Panther’ habla sobre conflictos –raciales, políticos- que no se suelen exponer en una película de superhéroes. Pero lo hace sobre la base de una disputa dinástica tan rancia y complaciente (y también aburrida) que haría volverse jacobino hasta a nuestro Felipe de Borbón. ¿No es un poco contradictorio hablar de derechos civiles y utopías sociales desde el solemne trono de una monarquía absolutista? Si por lo menos le hubieran puesto una capa de ironía…
2. La batalla final. A pesar de una feliz idea –la pelea en el túnel donde se van activando y desactivando los superpoderes de los contendientes-, la alargada batalla final parece horneada con el mismo molde que el de todas las películas de Marvel. Toda la emoción, inventiva y fuerza expresiva de la mencionada secuencia de Corea aparecen aquí más desactivadas que los trajes de los protagonistas. Una puesta en escena convencional y unos efectos digitales bastante mejorables logran la que quizá sea una de las batallas multitudinarias peor filmadas en un blockbuster de los últimos años. 7.