Sr Chinarro ha vuelto a Mushroom Pillow tras su aventura en la autoedición y su paso por El Segell del Primavera Sound, que como el de Los Planetas, ha sido breve. Desde el punto de vista artístico o promocional, en cambio, ‘Asunción’ no parece que vaya a ser un punto de inflexión en la carrera de Antonio Luque, quien desde la nota de prensa elogia sus penúltimas aventuras discográficas y afirma haber vuelto al sello que editaba algunos de sus grandes clásicos de la década pasada, como ‘El mundo según‘ y ‘Ronroneando‘, simplemente porque es quien maneja la mayoría de sus discos. «Me apetece reivindicarlos todos, y en ningún sitio mejor que donde pueden volver a trabajar esas grabaciones, además de esta nueva, ‘Asunción'».
¿Qué tiene de peculiar ‘Asunción’ en una discografía que se acerca a la veintena de lanzamientos? Sin duda la grabación junto a Jaime Beltrán a las guitarras, Mario Rodríguez al bajo y Mario Fernández «Mafo» a la batería, músicos con los que empezó a tocar grabando ‘El progreso‘. El autor asegura que su «juventud, talento, intuición y energía» han sido una «transfusión de sangre» para Sr Chinarro y que la grabación de los cuatro y nadie más (es el propio Luque quien se ha encargado de los teclados) da homogeneidad al álbum, como así es. Atrás quedaron los guiños flamencos y la entrega al folclore nacional de una manera u otra. Aquí no hay palmeros ni Morentes y el grupo adopta una posición más anglosajona que, punteos y sintes mediante, nos sitúa en los 80 de The Cure y otros grupos del post-punk. Se oye muy claro en las guitarras de ‘Hasta la saciedad’ o en los teclados al final del single ‘Las pruebas’.
‘Asunción’ también es una entrega a la música pop considerable. Hay cierto halo en el disco de regreso a sus inicios -cierto cripticismo-, pero los estribillos se asoman cristalinos en la mencionada ‘Las pruebas’, aunque sea a través de sus tradicionales juegos de palabras, de «pruébame que hay vida, se trata de probar» a «esta fuerza hará la unión»; y aunque las canciones escondan mensajes pesimistas o por lo menos oscuros sobre la vida, a menudo suenan luminosos y alegres, como sucede en ‘Ángel azul’ y ese cantarín «a quién queremos engañar / al aliado o al rival / afuera / la química es la pobre realidad / el roce y la electricidad».
El problema principal de estas canciones es que Chinarro no ha querido conectar las melodías más inmediatas con los textos más inmediatos, dejando la sensación de que en su visión artística en este momento, en lo esquivo está la virtud. ‘No soy para ti’, no solo por su título, estaba llamada a ser una de las canciones más asequibles del largo («te gustan las sorpresas, te las regalo / me traes de cabeza, es duro a mi edad»), pero su coro «por tenerte me moría, y dolió, pero sobreviví» no es el mejor acabado de los 10 contenidos en ‘Asunción’.
Al final, sentarte con los textos del disco y subrayarlos, analizarlos, realizar anotaciones sobre ellos, es la mejor manera de disfrutar de este álbum. Sr Chinarro es una de las voces más peculiares de la historia del pop español y su visión sobre la política, sobre la religión o sobre las nuevas formas de familia es interesante. Polémicas con Operación Triunfo al margen, por ejemplo ha hablado últimamente de la caída de la familia y el amor tradicionales, y esa caída aparece aquí en forma de encuentro con el desamor, como se ve en ‘No soy para ti’ o en ‘Mi utopía’; o en la mención irónica de ‘Supersticiones’ («gente habrá que siga unida hasta el hospital»).
Merece la pena adentrarse también en su visión política. Dice Luque que hay que ser más autocrítico. La catastrofista ‘Quiero hacerlo mejor’, en la que proclama que «no ve solución» y se pregunta «cuál será su misión», va de que «todos somos muy buenos y los políticos son muy malos. ¿Seguro que no podemos hacer nada más allá de votar?». Pero más interesante aún son la ambigua ‘Hasta la saciedad’, que empieza diciendo que «era muy tarde o muy temprano para gritos de revolución» y termina planteando «en qué bando está el patán» o «el idiota que malmete quién será»; y la presencia ocasional del humor en medio del apocalipsis: «Te diré lo que votaron los de tu comunidad / tienen solo un árbol y lo talarán», dice ‘Mi utopía’.
Entre las canciones significativas están también una ‘De piedra’ -‘No soy de piedra’, más bien- que supone toda una presentación de sí mismo, especialmente en la segunda estrofa («estoy hecho de montañas (…) de la leche de mi madre (…) y del sudor de trabajar, de refranes de mi padre»); y la berlanguiana ‘Por vanidad’. Se parece a Carlos en su carácter final, sintético y lo-fi a lo ‘Manga por hombro‘, y a Luis en su carácter costumbrista y pueblerino: «dicen todavía misas / no sé a qué esperan para resucitar / a mí me dan la risa y las cenizas / que sin cadenas vuelven al mar». Definitivamente las letras son lo mejor de Sr Chinarro esta vez, pero no pasa nada, lo mismo sucedió a Magnetic Fields durante varios discos y después nos entregaron ‘50 Song Memoir‘.
Calificación: 6,5/10
Te gustará si te gustan: Sr Chinarro, The Cure, nudozurdo
Lo mejor: ‘Las pruebas’, ‘Por vanidad’, ‘Ángel azul’, ‘De piedra’
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