Tinashe planeaba dominar el mundo. De momento, y pese a que tiene tablas de sobra, no lo ha conseguido. Pero Tinashe sí ha logrado construir una discografía personal que ha fascinado a decenas de miles de fans en todo el mundo con canciones como las incluidas en su debut -entre ellos el éxito ‘2 On’- y diversas “mixtapes”, sumergiéndoles en su mundo de R&B noctámbulo perfecto para escuchar a las 5 de la mañana, cuando la fiesta ha terminado. De eso va ‘Joyride’, que se abre con un interludio titulado ‘Keep Your Eyes On the Road’ que parece una alucinación nocturna surgida en medio de la autopista. No, el disco no tiene nada que ver con ‘Superlove’.
Hablaba Tinashe de ‘Joyride’ en 2016 en términos de que sería la versión pop de ‘Nightride’. Aunque ‘Joyride’ es menos personal que aquella “mixtape”, en tanto coquetea con estilos ya más que conocidos para la radiofórmula como el trap (‘No Drama’), el pop tropical con vocecitas distorsionadas (‘Faded Love’) y el dancehall (‘Me So Bad’), en canciones que en total suman decenas de compositores involucrados, el disco sigue ajustándose a la propuesta de Tinashe ya que sigue una línea parecida a sus trabajos anteriores, en los que prima un estilo de R&B oscuro, elegante y sensual pero también algo distante, borroso y alucinado. Esto es evidente en la misma ‘Joyride’, que Rihanna descartó para ‘Anti’ y en su estilo épico y tribal, nos habla de “noches de noviembre” y e inviernos fríos y presenta una atmósfera cargada de confusión, pese a su mensaje último: “ya no miro al yo que era antes, basta de buscar los signos, esta es mi vida, voy a vivirla”.
Quizá el mayor problema de ‘Joyride’ es que los singles mencionados, con sus invitados estrella (Offset, Future, Ty Dolla $ign y French Montana), no son precisamente espectaculares, de modo que si el disco trató de ser pop alguna vez, no ha terminado de lograrlo. Sin embargo, hay que celebrar que, después de tantos retrasos, ‘Joyride’ -que se anunció en 2015- haya salido airoso de ese secuestro infernal en el que llevaba años sumido, resultando un disco de R&B perfectamente digno que, si bien no representa un gran hallazgo para el género, sí propone una escucha gustosa y que funciona de principio a fin en sus escasos 36 minutos de duración. Porque al margen de que ‘Faded Love’ y ‘Me So Bad’ busquen comerse dignamente un cacho del pastel tropical, el disco presenta otros aciertos, como la romántica ‘Ooh La La’, que incluye el sample de un somier rechinando que recuerda, improbablemente, a la infravalorada ‘Soul Killing‘ de The Ting Tings, o el punto alternativillo de ‘Stuck with Me’ con Little Dragon.
Sumando a todos estos temas un par de momentos muy propios de esa Tinashe taciturna de ‘Nightride’ como son ‘He Don’t Want It’ y la balada ‘Salt’, estamos ante un disco en el que la artista ni sacrifica su estilo -aunque sí lo somete a varias modas- ni lo hace evolucionar demasiado, conformando un trabajo que se instala, desde una óptica muy particular, la de su autora, en el pop de 2017-2018. No es el disco que Tinashe necesita para consolidarse como una grande, pero como disco de transición, no está nada mal y, después de tantos años, eso es lo mínimo que esperábamos. Y además, portadón.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Joyride’, ‘No Drama’, ‘Me So Bad’, ‘Faded Love’
Te gustará si te gusta: Beyoncé, Janet, dvsn, Ciara
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