La historia no ha dejado en muy buen lugar al debut de Christina Aguilera, publicado el 24 de agosto de 1999. Tiene sus fans, pero hay que esforzarse mucho para encontrar a alguien que lo defienda ante los dos discos posteriores de Aguilera, los colosales ‘Stripped’ y ‘Back to Basics’, y en las 63 páginas que tiene el hilo antiguo de la cantante en nuestros foros, relacionada con el disco como mucho hay alguna mención a ‘Genie in a Bottle’ y poco más. De la misma manera que el debut de Britney ha seguido produciendo cierta fascinación por suponer el nacimiento de un icono y por su ristra de buenos singles, el de Aguilera simplemente ha dado pereza. ¿Por qué está ‘Christina Aguilera’ tan olvidado?
En junio de 1998, Christina Aguilera estrena ‘Reflection’, su canción para ‘Mulán’, y poco después se sumerge en la grabación de su álbum debut. En aquel momento, los productores decían que Aguilera se pasaba el día en las sesiones imitando a Mariah Carey y Brandy y, aunque la artista lamentaría en las entrevistas que su sello, RCA, no le había dejado hacer el disco de R&B que había querido hacer, precisamente a Mariah, a Brandy y también a TLC, Toni Braxton, Tiffany y todo ese ejército de chicas del R&B de los 90 sonaba este disco que podía haber grabado cualquiera de estas personas. Algo que ya se subrayaba en las críticas de la época, que resaltaban el carácter anónimo de unas composiciones en las que la estrella siempre era la voz de Aguilera, un instrumento que, en su debut, no era sino el germen de la bestia en que se convertiría años después.
Con la ayuda de productores como David Frank, Steve Kipner, Guy Roche o el tándem de Carl Sturken y Evan Rogers, que 6 años después se desquitarían de su mediocre trabajo en este álbum descubriendo a Rihanna, el debut de Aguilera es perfecto para nostálgicos del R&B-pop blandito de los 90 y deja varias curiosidades como un par de composiciones de Diane Warren (‘I Turn to You’, ‘Somebody’s Somebody’), una de Robin Thicke (!) que coqueteaba con el autotune a lo ‘Believe’ de Cher (‘When You Put Your Hands on Me’); ‘Reflection’, que por su asociación a ‘Mulán’ y, por ende, a la infancia la de millones de personas, siempre tendrá lugar en nuestros cursis corazones, y ‘So Emotional’. En algunos sectores de internet se ha creído durante años que esta canción se escribió para Selena Quintanilla, pero sus autores, Franne Gold y Tom Snow, desmienten este dato a JENESAISPOP. Gold asegura que la canción “se escribió para Christina”, pero Snow afirma que “no se escribió para ningún artista en concreto” y recuerda: “’So Emotional’ iba a ser el segundo single tras ‘Genie in a Bottle’, pero Christina declinó la idea “porque creía que tenía un sabor demasiado R&B”.
‘Genie in a Bottle’ es el gran clásico del debut de Aguilera, además de una de las canciones pop clave de los 90. Escuchada hoy en día, de hecho, da la sensación que no ha envejecido nada mal, ya que el tratamiento de la base rítmica, que suena ultra nítida y afilada (como también en ‘What a Girl Wants’ y ‘Come On Over’), la emparenta más con el sonido medio avanzado de Destiny’s Child que con el blandito de Backstreet Boys. Además, su melodía, especialmente en el enorme estribillo “if you wanna be with me”, sigue resultando tan misteriosa como el primer día. Hubo versión en español, ‘Genio atrapado’, pero no superó la original, aunque el mercado latino la pedía y, de todas formas, con esa melodía la canción habría sido buena en cualquier idioma. Camila Cabello la sampleó en su single de debut en solitario, ‘Crying in the Club’.
Era, claro, la mejor canción de un disco que, si de algo iba sobrado, era de medios tiempos y baladas. Muy pocos temas, incluida, por supuesto, la horterada de ‘Come On Over (All I Want is You’), que si por algo molaba es por haber inspirado ‘Vas a volverme loca’ de Natalia, se acercaban aunque fuera un poco a la pista de baile. ‘What a Girl Wants’ por lo menos era sexy y sigo pensando que es uno de los singles de Christina Aguilera más infravalorados, y ‘I Turn to You’ era una emotiva y tierna balada compuesta por Diane Warren que sigue conservando su elegancia. Sin embargo, en su segunda mitad el álbum se entregaba al R&B más insípido imaginable en canciones como ‘Somebody’s Somebody’, ‘Blessed’, ‘Love for All Seasons’ o la hiperglucémica ‘Obvious’ que dejaban una muy débil impresión en la memoria. Se salvaría, quizás, ‘Love Will Find a Way’, una pista alegre y mona cuya única pega era parecerse demasiado a ‘Always Be My Baby’ de Mariah Carey.
Por desgracia para Aguilera, ‘Genie in a Bottle’, ‘What a Girl Wants’ y ‘Come On Over’ fueron número uno en Estados Unidos, y tanto estas canciones como el éxito de Aguilera en los Grammy, donde se hizo con el premio a Artista revelación, convencieron al público de que había llegado una Britney con voz de Mariah cuando en realidad el disco, que se perdía en canciones anónimas y letras genéricas sobre amor adolescente, comunicaba muy poco sobre la verdadera Aguilera. Con razón hoy ‘Stripped’ solo puede considerarse una de las reinvenciones más chocantes de la historia del pop, y también una de las más exitosas. En aquel álbum histórico, Aguilera, que por fin se encontraba al control de su carrera, antepuso la artista al producto, y aunque sus “reinvenciones” posteriores han sido mucho más irregulares, por lo menos siempre han resultado más interesantes que este disco. ¿Será la de ‘Liberation‘ la que ponga fin a esta racha?