Visor Fest quiere volver «donde la música era lo primero, lo principal, lo único»

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Visor Fest quiere volver «donde la música era lo primero, lo principal, lo único»

Con un verano que nos ha dejado tantos festivales que incluso algunos de los grandes ya se agolpan durante el mismo fin de semana (y recordemos que el año que viene se incorpora también en julio Doctor Music), no es de extrañar que los eventos musicales se extiendan hasta el otoño, como es el caso de BIME o Monkey Week.

A estos se suma una curiosa propuesta llamada Visor Fest en Benidorm, en cuyo cartel no encontramos los habituales nombres nacionales presentes en casi todas las citas de este tipo (Izal y La M.O.D.A. han sumado unos 20 festivales cada uno este año, siendo los dos grupos españoles con más eventos de este tipo este año). Por el contrario, plantea un regreso «a los orígenes festivaleros y musicales de los 80 y los 90». Las primeras ediciones del FIB nos vienen a la mente cuando vemos que en el cartel de Visor Fest están Ride, Saint Etienne o The Flaming Lips, además de Cat Power, Chameleons Vox o Addictive TV. Por si no quedan claras las intenciones, la cuota española (además de Amable o Miqui Puig como DJ’s, entre otros) la ponen de momento Megabeat, el grupo de Fran Lenaers y Gani Manero, pionero de la electrónica en España como reflejaba recientemente el libro ‘Bacalao’ de Luis Costa.

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Hemos querido preguntar a la organización por este evento distinto. Responde Jorge Llabrés, junto a Iñaki Villagra, creador del festival y director ejecutivo del mismo: «Supongo que la idea de Visor Fest fue volver a las raíces musicales, donde la música era lo primero, lo principal, lo único. Cuando ir a un festival era una experiencia única e irrepetible y donde cada momento se saboreaba con una intensidad máxima sin posibilidad muchas veces de que quedara inmortalizado como en la actualidad. Y donde todo se vivía con una intensidad notable y centrados en la música por encima de todo».

La organización ha querido contar por tanto «con bandas que aparecieron en esos años pero que siguen con un discurso fresco y actual, donde el sonido vuelva a ser lo primero». No habrá solapaciones entre actuaciones y serán conciertos completos como en una sala. En cuanto a la fecha, el puente de noviembre (días 2 y 3), desde la organización apuntan que las temperaturas suelen ser cálidas (con una temperatura media que ronda los 20-22 grados durante el día) y la climatología benigna en la que es “la ciudad del eterno verano”. Ahora solo falta comprobar si el público responde a esta propuesta diferente en forma y tiempo. Los abonos valen 60 euros en su oferta de lanzamiento (135 euros en modo VIP), y 45 euros para los menores entre 13 y 17 años y personas con movilidad reducida. Más información, en su web oficial.

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