La joven artista francesa Jeanne Galice, Jain, revolucionó el panorama musical de su país con su single ‘Come’, incluido en un álbum debut, ‘Zanaka‘, que se convirtió en un auténtico superventas. Su éxito llegó incluso a nuestro país (es difícil recordar la penúltima vez que un artista cantante galo triunfara aquí), gracias a la aparición de aquella canción en un anuncio de televisión. Por eso, como ella confiesa, el reto del difícil segundo álbum era para esta chica de familia nómada que la llevó a crecer y educarse en países como la República del Congo, Abu Dhabi o Dubai.
Semanas atrás publicaba al fin ‘Souldier‘, un álbum en el que introduce leves cambios en forma de arreglos de música oriental y jamaicana. Pero eso no ha afectado al magnetismo de su pop, como demuestra la buena acogida de canciones como ‘Alright‘. Días después de su lanzamiento, hablábamos con Jain por vía telefónica para hablar sobre la responsabilidad que implicaba este nuevo trabajo, los cambios de sonido en él y otras curiosidades de sus canciones. Tras su paso por Mad Cool, Jain presentará sus canciones el próximo 10 de diciembre en Barcelona, en la Sala Apolo.
¿Fue para ti muy difícil manejar el enorme éxito como el que tuviste con ‘Come’ y ‘Zanaka’?
Sí, me sentí bajo presión, porque de verdad quería que a la gente le gustara este nuevo disco, pero tampoco quería volver a hacer lo mismo de nuevo. Quería introducir nuevas influencias, un nuevo tipo de música. Así que el reto era no hacer un disco igual que el primero pero que gustara a la gente.
¿Cuál dirías que es la evolución sonora más importante en ‘Souldier’ desde ‘Zanaka’?
Bueno, en ‘Zanaka’ cantaba sobre mis influencias africanas, particularmente sobre la rumba congoleña. Y esta vez quería probar cosas nuevas, como la música oriental, que aprendí cuando viví en Dubai y Abu Dhabi. De verdad quería que la gente conociera también esta parte de mi vida, como ocurrió con la africana en el primer disco. Como te decía, se trataba de aportar nuevas influencias y no encasillarme.
¿Sientes que la cultura occidental ha agradecido lo suficiente a los artistas asiáticos y africanos por todo lo que ha tomado de su música y estética?
Sí, creo que en Europa en general no se conoce casi nada de música africana o asiática, y es triste. La europea es una cultura ancestral que debería haber aprendido sobre toda la cultura global, tener cierta curiosidad al respecto al menos.
Pareque que ‘Oh Man’ se está convirtiendo en una de las canciones de ‘Souldier’ que el público está disfrutando más. ¿Cómo se te ocurrió la idea de introducir una kora y contar para ello con Sidiki Diabaté?
Soy una gran fan de Sidiki Diabaté y le conocí cuando actuó en Francia con un grupo llamado Lamomali. Es maravilloso, porque él es la séptima generación de su familia que toca la kora, es parte de su historia familiar. Es un instrumento que me encanta, y estoy muy orgullosa de haber podido tener a Sidiki tocándola en mi disco. De tener esa parte de su cultura en mi canción.
¿En algún momento te planteaste trabajar con algún otro productor? ¿O siempre tuviste claro que lo harías de nuevo con Yodelice?
No, tenía claro que quería trabajar con el mismo equipo porque me gusta sentirme en familia también en la música. Prefiero trabajar con gente que realmente sea cercana a mí, así que estaba encantada de volver a trabajar con las mismas personas para hacer algo diferente. Fue un gran reto.
Te lo pregunto porque la letra de ‘Inspecta’ podría interpretarse como la alusión a algún tipo de músico o profesional de la música que tratara de darte lecciones sobre cómo hacer música. ¿Va de eso?
Es sobre todo sobre esa gente que intenta venderte cosas que no necesitas de verdad, ya sea la nueva canción, la nueva televisión o el montón de cosas que solemos tener por casa. Habla de la manera que tenemos de vivir como sociedad, compramos muchas cosas que no necesitamos. Y quería hacer una canción sobre eso.
Apuesto a que esa canción ya está siendo uno de los momentos culminantes de tus conciertos, porque la sintonía de ‘Inspector Gadget’ en la que se basa es infalible. ¿Fue especialmente conseguir los derechos para usarla? ¿Veías esos dibujos animados de pequeña?
La verdad es que no los veía, porque yo era demasiado pequeña por entonces. Pero la idea llegó enseguida cuando se me ocurrió jugar con las palabras “Inspecteur/Imposteur” [NDr: Inspector/Impostor]. (Risas) Y sí, fue un poco difícil de conseguir, la verdad, porque obviamente teníamos que acreditarlo y adquirir los derechos. Pero para eso tengo una gran compañía discográfica detrás (risas), así que no me tuve que implicar en absoluto y ellos lo han hecho muy bien.
Si no me equivoco, en la canción ‘Flash’ aludes al productor Mr. Flash y la experiencia de trabajar con él en su estudio en Congo. ¿Es así? ¿Por qué fue esa una experiencia tan importante en tu carrera?
Así es. Quería rendirle homenaje porque cuando empecé a hacer música, él fue la primera persona que me introdujo en las grabaciones caseras y me ayudó a hacer mis propias grabaciones en mi habitación. Ahí fue cuando todo empezó para mí, cuando subí mis primeras canciones en MySpace, lo cual me ayudó a encontrar a mi mánager y a mí actual productor, Yodelice. Su manera de hacer música influyó de verdad en mi propio estilo, porque él me enseñó a trabajar muy muy rápido, de una manera espontánea. E intento mantener esa espontaneidad en mi forma de escribir.
Es muy divertida esa línea en la que relatas la primera vez que él te dijo que tenías que hacer la toma vocal de una sola vez, que es cuando lanzas esos “whaaat?”
(Risas) Sí, es eso. Como fue mi primera experiencia de grabación, yo pensaba que todo el mundo trabajaba así… Pero me equivocaba. (Risas)
Hoy día estamos acostumbrados a escuchar letras en la música pop denunciando la lucha social, la depresión y demás. Al contrario, tú prefieres enviar un mensaje de empoderamiento pero luminoso, con el amor como gran herramienta. ¿Piensas que hay una carencia de más sentimientos positivos en el pop actual?
No lo sé, depende de cada artista, de cómo le afecte a él la sociedad actual. Pero yo parto de algo duro o que me hace sentir triste y “curarme” a través de la escritura de las canciones. Es una manera de llevar lo negativo a un lado positivo.
Parece que a la mayoría de tu público le encanta el perfil de canciones festivas y uptempo como ‘Alright’ y ‘Star’. Pero también muestras un lado más suave en el álbum, representado por temas como ‘Feel It’ y ‘Dream’, que a mí me gusta en particular. ¿Tienes alguna canción favorita en el álbum, una que te gustaría que el público apreciara especialmente?
La verdad es que no, porque acaba de salir y para mí es también bastante nuevo como obra. Pero la verdad es que pienso que cada canción se apoya en otra, que el álbum funciona como un todo.
Estuviste en Madrid actuando este verano, en Mad Cool Festival, y mis compañeros que pudieron verte allí hablaban de un gran y divertido show, en el que todo el mundo participaba. ¿Cómo preparas esos shows?
Para mí es la parte más importante de la música, estar en el escenario y estar con la gente que escucha tu música. Compartes las emociones que tienes cuando escribes las canciones con gente a la que no conoces en absoluto. Es una especie de conexión con el público, de pasarlo bien y disfrutar de ese momento, me encanta estar sobre el escenario.
Si no me equivoco, haces el concierto sin apoyo de ningún otro músico. ¿Te has planteado alguna vez tener una banda o prefieres trabajar sola?
Por el momento seguiré sola porque es el concepto de mis shows. No descarto tocar con otros músicos, pero no está en mis planes, no sé cuándo ocurrirá.
¿Planeas volver a tocar a España pronto?
Sí, creo que ya hay alguna fecha programada [Ndr: estará el 10 de diciembre en la Sala Apolo de Barcelona]. Y espero que haya más muy pronto.