Curtida en bares y garitos de Madrid como la Sala Galileo, Costello, Siroco, Clamores, Búho Real, Libertad 8 o el Café La Palma, donde cuenta la leyenda que llegó a telonear a Vetusta Morla (!) en 2005 (!!), Marta Tchai, también conocida como bailarina y actriz, llega a su quinto álbum. No lo hace aún con la producción y la mezcla que mejor lustre pueden sacar a sus canciones, pero sí con buenas composiciones. Vayamos por partes.
Tchai ha trabajado en el pasado con gente como Paco Loco y ahora este disco ha sido producido por Fernando Vacas. Ninguno de los dos es conocido por una producción pulcra y bonita, pero tampoco deliberadamente árida. El primero ha trabajado con casi la totalidad del indie español, recientemente con Rusos Blancos, quienes reconocen que en principio quieren sonar nítidos como Prefab Sprout pero luego se decantan siempre por un fondo mucho más sucio, por razones desconocidas. Y al segundo lo recordamos por llenar los discos de Prin Lalá de intenciones lo-fi cuando aquel tipo de canciones pedía un sonido más preciosista. ‘Atención Peligro’ está marcado por cierta indecisión desde lo sonoro: por un lado el single ‘Me gustas tú’ no termina de sonar tan radiable como un single de neo-soul; por otro tampoco es deliberadamente espinoso como ‘Espera la pálida’ de Tulsa.
Por este motivo el público puede encontrarse un poco desubicado por el sonido que se encuentra en ‘A sangre fría’, la canción inicial, lo cual es una pena porque su desarrollo es muy interesante, «rompiendo» la canción de la misma manera que proclaman título y letra. Las cosas van mejorando con la búsqueda del gancho en ‘Autoayuda’, que resultan ser «las cosas ínfimas, ínfimas, ínfimas» del final; y con temas estupendos como el amargo ‘Calle Durango’, cuyo estribillo es todo un bálsamo para olvidar la ausencia de alguien que se ha ido demasiado lejos; o la muy Antonio Vega por melodía ‘Como los girasoles’, en la que la mandolina, la marcha de la batería o la «slide guitar» son pura nostalgia. “Ya no puedo mirar más hacia tu balcón”, canta Marta entre citas a la Gran Vía o a la Plaza de España que ayudarán a más de uno a ponerse en situación.
El disco ofrece una variada paleta de sonidos entre Christina y los Subterráneos, Amaral o Marilia, en el que se encuentran las guitarras eléctricas (‘Él, mariposas’) con las acústicas (‘Al-Ándalus’) y el piano. La final ‘Discúlpame, placer’, sobre hacerse daño a uno mismo o quizá consentir sufrirlo, cierra por supuesto un álbum lleno de buenas cosas, aunque no siempre lo mejor dispuestas posible.
Marta Tchai presenta este disco el 22 de febrero en el Café La Palma de Madrid.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Calle Durango’, ‘Como los girasoles’, ‘Discúlpame, placer’
Te gustará si te gustan: Amaral, Antonio Vega y lo mismo Tulsa que Virginia Labuat
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