Desde que Lana del Rey anunció su ‘Norman Fucking Rockwell’ no dejo de pensar en aquellos divertidísimos meses de 2011 en los que Peter Robinson -de nuestro querido blog Popjustice- se volvió totalmente majareta con la inminente publicación del disco de debut de Nicola Roberts y se refería a ella constantemente como ‘Nicola Fucking Roberts’ en un ejercicio de adoración extrema. Y puede que su entusiasmo fuese contagioso, porque a muchos aquí en JNSP aquel ‘Cinderella’s Eyes’ nos pareció fascinante, preludiado por ese adelanto maravilloso de ‘Beat of My Drum’, y lleno de pepitas de oro pop como la imponente ‘Porcelain Heart’ o ‘Yo-yo’.
Pero la joya de la corona era de lejos ‘Lucky Day’, compuesta con Martina Sorbara y Daniel Groom Kurtz de los fabulosos Dragonette, y producida por Traxstarz, un dúo que incluía a Si Hulbert, quien había trabajado anteriormente con Sugababes o One Direction. Los ingredientes eran inmejorables para la creación de algo que explotase la idiosincrasia vocal de Nicola (sin duda la Girl Aloud más interesante) y su visión de un pop muy comercial pero a la vez con personalidad. A tenor del resultado, ‘Lucky Day’, lanzada como single en septiembre de 2011, debería haber sido un éxito global. Pero para frustración de muchos se quedó en hit de culto, sin llegar ni siquiera a ese modesto nº 47 de la listas británicas que sí alcanzó ‘Beat of my Drum’.
La canción lleva el sello inconfundible de Dragonette, que hicieron toda la música y arreglos: secuencias de acordes ultrapegadizas, un ritmo contundente e incesante y melodías directas a la yugular. Nicola coescribió las letras, según ella “de estilo clásico”, sobre “un chico al que no convences hasta que finalmente lo consigues, y entonces es tu día de suerte”. En su afán por mostrar su rango vocal y por romper moldes (inspirada, dice, por su trabajo con Xenomania en la etapa Girls Aloud) entre las estrofas va introduciendo unos “woah woah woah woah” y “muah muah muah muah” que algunos fans no entendieron y que todavía causan cierta polémica en foros Nicolistas. Personalmente me parece que es uno de los toques distintivos más acertados de este misil pop:
La letra cubre la papeleta de expresar ese anhelo de un romance, pero tiene suficientes versos interesantes (“Kisses on my pillow / I’ve hundreds of those, though – I want something more” o “You’ve got a fast car / So why the hell we driving slow? / Zoom, zoom, zoom to me”) que el particular vibrato vocal de Nicola llena de vida y de sentido del humor. Una idiosincrática manera de cantar que alcanza otro momento sublime en ese verso del estribillo que dice “Are you gonna take this golden opportunity?”.
Hay algo más qu hace a ‘Lucky Day’ especial: es una canción con cuatro secciones (preludio con coros, estrofa, post-estrofa y estribillo) pero que usa un viejo truco de esos que sólo funcionan si haces las cosas muy bien: la secuencia de cuatro acordes es idéntica en todas las partes. Se necesitan muy buenas melodías en cada una de ellas para salir airoso sin que se note, y Dragonette y Nicola Roberts lo logran sin fisuras: con la misma secuencia de base las estrofas van sonando tentativas, después decididas, y acaban explotando en un estribillo de actitud arrolladora.
El relativo fracaso de Cinderella’s Eyes resulta una pena: canciones excelentes, colaboraciones acertadas como la de Diplo o de gente tan interesante como Dragonette o Metronomy, versión de un maravilloso hit de culto, y hasta un excelente descarte. Lo peor de todo es que dejaba la posibilidad de un supuesto segundo disco en poco más que una quimera. Sin embargo, el pasado febrero se oyó decir a Nicola que está trabajando en un nuevo disco, noticia que se confirmaba hace dos semanas en una entrevista sobre el nuevo disco de Cheryl Cole, que Nicola ha coescrito. Así que sólo queda esperar a que esta joya de electropop tenga su digna continuación.
‘Lucky Day’ suena en el último Popcasting de Jaime Cristóbal, disponible en este enlace.