Si hubiera que hacer una lista con los personajes más polémicos y controvertidos del año, muy probablemente el rapero 6ix9ine (detrás de quien se esconde Daniel Hernández, también conocido como Tekashi) tendría el dudoso honor de encabezarla. En estos momentos está entre rejas esperando que le juzguen por formar parte de una banda organizada y tenencia de armas, por lo que le podrían caer de 32 años en prisión hasta cadena perpetua. Pero si eso no fuera suficiente, en numerosas ocasiones la web TMZ ha publicado vídeos en los que tanto él como su squad se han liado a golpes contra otros raperos y, en 2015, incluso se declaró culpable de un turbio caso de abuso de menores del que no tuvo impedimento de presumir a través de sus redes sociales (en Instagram ahora mismo le siguen 15,6 millones de personas). A sabiendas de que Nicki Minaj siempre ha tenido muy buena relación con pedófilos confesos, como su hermano sin ir más lejos, se entiende que le haya defendido públicamente y que se haya pasado por el arco de triunfo cualquier atisbo de moralidad a la hora de promocionar aquel ‘FEFE’ que se incluyó en ‘Queen’ y ahora vuelve a aparecer en este ‘DUMMY BOY’ que nos ocupa.
Por mucho que estéticamente viva en un mundo de grillz multicolor que han atraído a la muchachada estadounidense, él se ha definido como un gánster de los pies a la cabeza y realmente dista muchísimo de ser un referente para alguien por sus amistades y los numerosos enemigos que han querido su cabeza. Su agresiva verborrea ha sido una constante desde que debutara el pasado año con aquellas ‘GUMMO’ y ‘KOODA’, pero de cara a este álbum de debut el joven en muchos momentos ha dulcificado su flow, imaginamos que para “limpiar” su imagen. Por ejemplo, en ‘BEBE’ y ‘MALA’ se alía con Anvel Aa en dos piezas de puro reguetón con los que quiere reverenciar sus raíces latinas (su madre es mexicana) y, ya de paso, mostrar su ambición por otros géneros musicales. Cualquiera de estas dos canciones dista de ser brillante, pero no hay que negar que ‘BEBE’ se engancha cosa mala y que bien se podría considerar su tema más inofensivo (y hasta elegante) junto a ‘DUMMY’.
A nivel de producción no nos encontramos con nada realmente dramático (contar con Murda Beatz, habitual de Drake o Travis Scott, siempre es una apuesta segura), pero en lo que las letras se refiere ya pueden imaginarse por dónde van los derroteros. Más allá de soltar cada segundo que puede la prohibidísima palabra que empieza por n sin ser él afroamericano, ‘DUMMY BOY’ es misógino, cuenta con innumerables rimas de primero de primaria (ese “Bang, bang, bang and a chicken wing, bitch” de ‘KANGA’ –junto a Kanye West– es de vergüenza ajena) y le sirve básicamente para alzarse como el más malote de Brooklyn con apenas 22 años. Cierto es que hay números como la guitarra de ‘TIC TOC’ o el punto tropical de ‘KIKA’ que suben el nivel del álbum, pero para nada nos encontramos con algo que sea realmente trascendente. Alguien debería decirle que hay vida más allá de los bisílabos para titular las canciones, gracias.
Otro aspecto que no ayuda demasiado a que se tome en serio a 6ix9ine es que de estas trece canciones doce cuentan con featurings. El nivel de las colaboraciones es de primerísimo nivel (ahí están por partida doble los ya mencionados Kanye West o Nicki Minaj, así como Bobby Shmurda, Tory Lanez o TrifeDrew), pero al escuchar ‘DUMMY BOY’ queda la sensación de que el rapero está realmente de paso y que son todos esos invitados los que llevan realmente la batuta. Su ascenso mediático se ha frenado en seco desde que está en prisión preventiva, por lo que en realidad ‘DUMMY BOY’ va a ser el testimonio sonoro de un juguete roto que difícilmente va a optar a otra oportunidad.
Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘TIC TOC’, ‘KIKA’, ‘BEBE’, ‘DUMMY’
Te gustará si te gustan: los raperos que no tienen vergüenza alguna en explotar un personaje de dudoso gusto
Escúchalo: Spotify