Ana Guerra consiguió llegar a la final de ‘Operación Triunfo’ imponiéndose a quienes al inicio del concurso parecían claros favoritos, como Raoul, Cepeda o Agoney. La audiencia se enamoró de la tenacidad de Ana y de su crecimiento cada gala, desde la mítica “Bikina” hasta el numerazo con ‘La negra tiene tumbao’, pasando por retos como ‘Sax’. El éxito de ‘Lo Malo‘ no hizo más que añadir fans, y a nadie parecía caerle mal la canaria… hasta que llegó ‘Ni la hora’. Comenzaron entonces unas críticas que luego se repetirían con ‘Bajito’: “¿no decía que quería hacer boleros y que el reggaeton no la representaba?”. Pues bien, lo primero que voy a aclarar es que para mí esos cambios de opinión en un artista no son un problema; de hecho, me encanta el ‘Follow the City Lights’ de Dover. Pero, aparcado ese posible debate… ¿es una buena propuesta esta ‘Reflexión’?
Para el que esto escribe, la respuesta es “no”. Hay muchas malas decisiones en ‘Reflexión’, siendo la más obvia el hecho de sacar al mercado un álbum de 9 canciones donde solo 3 no son conocidas por el público (¡y nos quejábamos de ‘Tráiler‘!). El remix de ‘Lo Malo’, ese ‘El Remedio’ empeorado (no sabemos por qué le hicieron ese ‘Rebel Heart’ pero la primera versión era mucho mejor) y un acústico de ‘Ni La Hora’ (¿?) podrían tener su gracia como rarezas en otro álbum, pero no ocupando tres huecos en lo que se supone que es una carta de presentación. Quizás de esa forma hubiesen entrado tres temas mejores, o al menos mejor producidos, porque a veces parecemos estar viajando a un revival de los 00 y a los míticos singles de Vale Music. En ese sentido, ‘Con una mirada’ es un gran exponente, pero su componente disfrutón y nostálgico nos hace valorarla positivamente y repetir ese “loca, loca / loca, loquita”. No corren la misma suerte ‘Vete de mí’ (aunque tiene sus puntos, como los guiños a ‘I Will Survive’ y ‘El Talismán’ en el inicio), ‘Despierta’, ‘Bajito’ o incluso ‘Olvídame’ que, sin llegar a ser malos temas, no quedan para el recuerdo.
No se puede decir que esto sea por haberle dejado todo a ella: Ana ha tenido un papel activo en la composición (ya sea junto a Nábalez & co. en ‘Olvídame’ como a solas en ‘Despierta’, junto a otros ejemplos), pero parece que también se ha apostado por fichajes actuales para asegurar ese sonido… y algo ha fallado. Así, además de los ya conocidos Nábalez y Will Simms (‘Lo Malo’), en producción y composición tenemos a Marcelo Frajmowicz, vinculado al universo ‘OT’ (responsable de la versión final de ‘Tu Canción’, así como de los arreglos de las versiones de ‘Voy en un coche’ o ‘Shallow’ este año), Pedro Malaver y Mango (también en el EP de Aitana) o nombres muy vinculados al mainstream latino como DalePlay (Marc Anthony, Bad Bunny, Ozuna, Becky G), Juan Pablo Villamil (Paulina Rubio), Pablo Benito (Tini, Cali y el Dandee) o Andres Saavedra (Dulce María, Sebastián Yatra). En definitiva, habrá que esperar a un segundo álbum más personal, o mejor producido, o ambas, porque de momento no es ésta la mejor carta de presentación para los temazos -y baladones, sí, también- que podría dar Ana.
Calificación: 5,2/10
Lo mejor: ‘Ni la hora’, ‘Con una mirada’, ‘Vete de mí’
Te gustará si te gusta: los Caribe Mix, el catálogo de Vale Music y el revival de los 00. O si te gusta mucho mucho mucho Ana Guerra.
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