Hace unos días, cuando publicábamos nuestro último homenaje a Camilo Sesto al que se prestaban generósamente numerosos artistas, avanzábamos que uno de ellos, Javier Corcobado, estaba a punto de publicar un nuevo álbum. Intromúsica Discos, sello de la promotora de conciertos en el que militan nombres como Surfin’ Bichos, Dorian, Fernando Alfaro, Rusos Blancos, Tulsa, Tórtel o El Hijo, dará cobijo al primer disco del poeta-crooner-músico desde que publicara en 2016 ‘Mujer y victoria’. Será el 20º trabajo de una carrera desarrollada sobre todo en el underground español, con grupos seminales como Mar Otra Vez, Demonios Tus Ojos o, más tarde, liderando a los Chatarreros de Sangre y Cielo.
Se titula ‘Somos demasiados’, y en él Corcobado se ha hecho acompañar por un elenco de músicos españoles y mexicanos entre los que se cuentan Nacho Colis, Jaime Yakaman, Oskar Aparicio y Mikel Caballero, con la coproducción del maestro Gonzalo Lasheras (Aute, Jorge Drexler, Iván Ferreiro, Miguel Ríos, Luz Casal). Hoy en JENESAISPOP tenemos el privilegio de estrenar el vídeo oficial de su primer adelanto, el que además pone título al álbum. Un vídeo que ha sido dirigido por Khuruts Begoña, significativamente filmado en el interior del bunker de Gernika. Allí vemos a Javier interpretando esta canción de corte industrial rodeado de dos mujeres gestantes.
Un símbolo crucial para una canción en el que Corcobado advierte sobre la superpoblación del mundo, como su título, repetido a modo de gancho. Pero, de paso, su letra provocadora –especialmente poderoso es ese verso que dice «no somos normales, pero somos reales / los poetas, los poetas, los homosexuales, / los transexuales, los bipolares, / los niños peculiares, los nacidos rebeldes, bondadosos criminales»– sirve para repasar los males del mundo contemporáneo: «Fútbol y sexo podrido, violencia en las casas, violencia en las calles / (…) Humanos gritando en festivales y estadios, se sienten uno y se creen más fuertes, son la masa peligrosa y estridente / (…) Independentismo, globalización, / todos confundidos en esta contradicción, / fiestas salvajes, religión y paidofilia, / avaricia y corrupción». Así explica el propio autor el mensaje que lanza en ‘Somos demasiados’, desvelando además los curiosos referentes de su vídeo:
«“La capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la Tierra para producir alimentos para el hombre”
Thomas Robert Malthus (1766-1834)
Cuando le puse la demo de ‘Somos demasiados’ a Khuruts Begoña, realizador del videoclip homónimo, una vez asumió la letra como una descripción de esta sociedad distópica en la que sobrevivimos, me habló de Malthus, un economista británico del siglo XVIII, por quien inmediatamente me interesé, dado que la canción, evidentemente, versa sobre la sobredosis demográfica que enferma al planeta Tierra, de la cual los políticos no dicen nada y menos los presidentes de las descomunales corporaciones. Hay artistas y escritores, como Mark Stewart o Ian McEwan, que sí tratan el tema en sus obras y quiero pensar que una creciente cantidad de seres humanos sensatos también están tomando conciencia al respecto, como yo lo hice hace ya mucho tiempo.
Mi intención al componer la canción era, mediante versos cercanos al eufemístico lenguaje periodístico, retratar, como un presentador de telediario que se hubiera salido de manera rebelde del guion, hacer una crónica poética de lo que acontece (o se nos cuenta en los medios de comunicación que acontece). Aparte de reiterar la afirmación de que «Somos demasiados» y de reflejar las perversiones en boga y las nuevas guerras cotidianas: hombres contra mujeres y viceversa, etcétera; necesitaba exponer una defensa en cuanto a los seres humanos peculiares que, asombrosamente, a estas alturas del siglo XXI siguen siendo marginados, menospreciados, dañados e incluso eliminados por los efectos de esta ideología ultra conservadora que parece cernirse sobre nosotros de nuevo. Paradójicamente, estas doctrinas tradicionalistas abogan engañosamente por que nazcan más criaturas sin orden, regulación ni concierto, a la vez que abominan del aborto, la homosexualidad y de las nuevas estructuras
familiares y favorecen cada vez más guerras. Así que lo mejor es danzar ante una previsión apocalíptica con diversión, y que mejor para ello que utilizar patrones de música Disco, Hip Hop, No Wave y otros menos explorados. En fin, quería hacer una canción de amor, de baile frenético y desahogo.
Khuruts me pidió alguna referencia para afrontar el videoclip. Le di dos: un vídeo de ‘First We Take Manhattan’ de Leonard Cohen en la televisión alemana [Nde: suponemos que esta], y ‘Simply Irresistible‘ de Robert Palmer… O sea, un playback de crooner con gogós. Khuruts sugirió que, dada la temática de la canción, las bailarinas tendrían que estar embarazadas y que el rodaje se llevaría a cabo en un búnker de verdad, en Gernika. Las interpretaciones quedan abiertas a la libertad de pensamiento de cada espectador.
Javier Corcobado»
Además de publicar en las próximas semanas ‘Somos demasiados’, Intromúsica confirma que también está a punto de ver la luz aquel proyecto llamado ‘Canción de amor de un día’, en el que invitados como Vetusta Morla, Manuel Alejandro, Fino Oyonarte, Julio de la Rosa, Cristina Lliso, Atom Rhumba, Cathy Claret, Suso Saiz o Aviador Dro crearían una canción de 24 horas de duración. Vamos reservando fecha para escucharla.