Sin haber alcanzado la popularidad de sus colegas Four Tet y Caribou, Floating Points se ha convertido en uno de los productores de electrónica más prestigiosos del momento. A la delicatessen que era ‘King Bromeliad’ había que sumar después otras como ‘Nuits Sonores’ y ‘Elaenia‘, su debut oficial, lo consolidaba en el panorama con un álbum muy personal en el que exploraba su formación clásica y su gusto por el free-jazz con una gran visión dirigida al espacio exterior. Fue uno de los mejores discos de su año.
El regreso de Floating Points se ha producido este pasado mes de octubre después de cuatro años, pero ‘Crush’ ha sido completado en tan solo cinco semanas según ha explicado el propio Shepherd, debido a que ahora cuenta con un estudio mejor equipado. De hecho, parte la maquinaria nueva a la que ha echado mano recientemente ha sido fundamental en cuanto a ciertos sonidos explorados en el largo. Cabe mencionar en este caso el sintetizador Rhodes Chroma, tan difícil de programar que el autor de ‘For Marmish’ hubo de pedir a su ingeniero que construyera una aplicación de iPad para controlarlo desde ahí; y el sintetizador modular BUCHLA, que el músico y neurocientífico se agenció tras engancharse a un álbum de krautrock y que usó por primera vez en directo durante su gira con The xx, durante la que actuó ante públicos de «20.000 personas». Las sesiones dieron lugar a la música más «agresiva y obtusa» que Shepherd había creado hasta el momento, en parte porque este sintetizador también es bastante difícil de usar en vivo, lo cual para él supuso todo un reto; y a través de esa perspectiva ha creado Floating Points este nuevo largo que no en vano lleva el título de ‘Crush’. Aunque esa agresividad siempre venga contrastada con momentos de serenidad y belleza, y nunca sea tan «obstusa» como parece.
Sin ahondar realmente en el jazz esta vez, ‘Crush’ no abandona la música clásica y algunas de sus pistas más estimulantes se producen dentro de esa fusión entre clásica y electrónica. El diálogo entre orquesta y ambientaciones de ‘Falaise’ logra con poco abrir un cielo inmenso ante el oyente, mientras ‘Requiem for CS70 and Strings’ parece llorar el fin del mundo sonando como un artefacto sonoro a punto de desintegrarse. De hecho, el cambio climático ha sido una preocupación de Shepherd durante la composición de ‘Crush’ y una de sus pistas más agresivas -aunque también menos interesantes- se titula ‘Environments’. Sin embargo, ‘Crush’ no es una obra conceptual, sino más bien una exploración estética tanto de la nueva maquinaria de Shepherd como de esas inquietudes que han plagado su cabeza durante su creación, lo cual incluye el Brexit o la inmigración (la cinematográfica ‘Sea-Watch’ está inspirada en Carola Rackete, la capitana de barco alemana que este año ha desafiado a Italia entrando en aguas territoriales con 42 personas inmigrantes a bordo).
El gran single de ‘Crush’ es ‘LesAlpx’, que sí termina de dar rienda suelta a esa agresividad hallada por Floating Points en el álbum en una composición épica, de intrigante progresión y llena de claroscuros, en la que la dureza casi sísmica de sus ritmos y el elemento celestial de sus ambientaciones se cruzan en un entramado de sonido clínico pero también muy melódico. La exquisita ‘Last Bloom‘ también despunta en ‘Crush’ sonando a un cruce entre Aphex Twin y los primeros múm, realzando su elemento preciosista; y las sorpresas las dan ‘Anasickmodular’ y ‘Bias’ con sus ritmos UK Garage; la primera mediante una producción envolvente que Shepherd decide entorpecer hacia el final; y la segunda mediante una producción suprema en cuanto a gusto y desarrollo, que no extraña sea la más popular del disco en Spotify. ¿A qué espera Floating Points para producir a alguna estrella del pop?
El hecho que ‘Crush’ funcione mejor como obra que admirar más que escuchar en bucle significa que este no va a ser el próximo álbum de electrónica que haga «crossover» en escenarios y medios especializados, cual Jon Hopkins. Esto no quiere decir que ‘Crush’ esté exento de momentos emotivos como ‘Sea-Watch’ ni de singles potentes como ‘LesAlpx’, pero el experimento de ‘Apoptose Pt. 1’ y ‘Apoptose Pt. 2’, que presentan el sonido de un sintetizador BUCHLA yendo a su aire y la melodía de un Rhode Chroma sonandno por debajo, creando una composición literalmente amorfa y sin dirección; no es demasiado interesante, como tampoco una segunda parte del disco quizá demasiado enfocada en su lado ambiental. El propio Shephard ha reconocido que ‘Crush’ no es un disco perfecto, pero también cabe lamentar que, con esta asimilación de la agresividad perpetrada por Shepherd en el álbum, un poco de la originalidad hallada en ‘Elaenia’ se haya perdido por el camino.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘LesAlpx’, ‘Last Bloom’, ‘Anasikmodular’, ‘Bias’, ‘Falaise’
Te gustará si te gusta: Four Tet, Caribou, Jon Hopkins
Escúchalo: Spotify