El mal camino (Simon Hanselmann)
De nuevo el australiano Hanselmann, haciendo del travestismo una seña de identidad perfectamente compatible con su heterosexualidad, nos cuenta las andanzas de Megg y Mogg, la bruja de color verde y el gato sin pelos en la lengua de ‘Hechizo total’. En ‘El mal camino’ ambos son los protagonistas, quedando prácticamente fuera Búho, pero sin llevarse consigo la caída al vacío. O lo que es lo mismo: siguen las penurias para conseguir alcohol y drogas, las pericias para mantener el subsidio por desempleo a perpetuidad, los maratones de televisión viendo series como esclavos y las sesiones de sexo indiscriminado.
Fiel al formato de tebeo a color como en ‘Bahía de San Búho’, ‘Hail Satan!’ o ‘Melancolía’, Hanselmann vislumbra diminutos brotes de madurez en esta nueva entrega, que quizá conquiste ya definitivamente a la reina Letizia. Sin duda ‘El mal camino’ es la mejor parte de la saga, pues profundiza en la depresión a la que sus protagonistas están amarrados, sin dejar de despilfarrar un humor irreverente. Bastante más bestia que la flácida entrevista con Broncano, donde quedó la impresión de que ahí nadie sabía nada de los fiestones de Megg, la jugosa bruja protagonista, de la que en ocasiones Hanselmann se disfraza. 8,5. Disponible en Amazon.
Carne de cañón (Aroha Travé)
La catalana Aroha Travé, durante las entrevistas de promoción, ha tenido el detalle de no desvelar el barrio en el que transcurre ‘Carne de cañón’. No es complicado imaginarlo, ni tampoco es tan diferente a Tasmania (Australia), el lugar donde acontece la obra que acabamos de recomendar de Hanselmann. Pero atención, porque más allá de ubicaciones y matices, no son lo mismo la Vicky Pollard de ‘Little Britain’ y la Belén Esteban de ‘Sálvame’, que la madre de El Kilian y La Yanira, los hermanos protagonistas de ‘Carne de cañón’.
Todo comienza cuando los tres hermanos -nos faltaba citar al Jose, pegado a todas horas a un casiotone-, se quedan solos en casa y, emulando batallas televisivas, saltando de un sofá, sufren un accidente, y El Kilian se desangra tras un golpe contra una mesa. Un detonante que marca el paso a situaciones desternillantes, vocabulario antológico y un homenaje con sus ilustraciones a la esencia de la revista ‘El Víbora’. Un debut en la novela gráfica, de viñetas recargadas y plagadas de detalles, que nos mantendrá en vilo hasta su segundo trabajo. 7,5. Disponible en Amazon.
Coyote Doggirl (Lisa Hanawalt)
Los fans de la serie de Netflix ‘Bojack Horseman’ están de enhorabuena. En ‘Coyote Doggirl’ encontrarán a su coautora con la primera novela gráfica publicada en nuestro país. Ni que decir tiene, y ya salta a primera vista, que se cumplen los mismos estándares que en la serie de la pequeña pantalla: personajes animales con apariencia humana, colores vitalistas y mucho humor.
Pero detrás de esa imagen, desde un género como el western tan cargado de estereotipos, se esconde un personaje que saca a relucir estándares tan sostenidos en el tiempo como el machista en los hábitos de un cowboy, o el racista hacia los indígenas. Y ahí es donde encontramos la verdadera esencia, y desde luego la gracia de Hanawalt, por ofrecer una mirada femenina y distinta del lejano oeste, desbaratando clichés tan arraigados en nuestro cerebro como nuestra cabellera. No solo por darles la vuelta, sino también por estimularnos para afrontar problemas, la soledad, el autodescubrimiento o la aceptación de la propia identidad. Todo esto bajo la endiablada, para mayor efervescencia, figura animal de un coyote feroz en el drama, descarada en las formas e independiente hasta la matriz. 8. Disponible en Amazon.