Los Red Hot Chili Peppers han anunciado en Instagram hace unas horas la partida del grupo de su guitarrista durante toda esta década, Josh Klinghoffer. Es la posición en el grupo californiano que, con Anthony Kiedis en la voz, Flea al bajo y Chad Smith a la batería, a lo largo de su historia ha vivido más cambios. Por suerte para los seguidores de la banda, ya han encontrado un sustituto de contrastada garantía: porque John Frusciante vuelve a cubrir el puesto que dejó vacante años atrás, cuando precisamente Klinghoffer –amigo personal suyo, además– entró a sustituirle.
Lo cierto es que aunque Josh ha cumplido su papel a la perfección, parece evidente que Frusciante tenía un plus de carisma, presencia e inventiva. Cabe pensar que su ausencia en ‘The Getaway‘ (2016) y ‘I’m With You‘ (2011) tenga algo que ver con que los últimos discos de los RHCP no hayan alcanzado el gancho de antaño… aunque hay que destacar que ‘Stadium Arcadium’ (2006) y ‘By The Way’ (2002) acababan forzando la salida de John del grupo en 2009 al no identificarse con su deriva artística –como mostró poco después en el octavo disco de su carrera en solitario, ‘The Empyrean’, estaba más interesado en la electrónica–.
Y es que, pese a que Frusciante tiene una dilatada discografía en solitario y ha participado en grabaciones de Johnny Marr, The Mars Volta, Wu-Tang Clan o Duran Duran, la relación con los Red Hot siempre fue muy especial. Y, en cierta medida, ejerció de talismán en momentos muy difíciles de su historia. Admirador de la primera etapa underground de los RHCP, Frusciante era un jovencísimo prodigio de la guitarra cuando llegó a conocer y hacerse colega de Flea y Hillel Slovak, guitarrista original del grupo. Cuando este murió de sobredosis en 1988, Flea le llamó para hacer una prueba con ellos y, junto con Chad Smith –que ocupó la batería desde entonces al marcharse Jack Irons, gran amigo de Slovak–, entró a formar parte del grupo.
Algo tendría eso que ver con la eclosión comercial que prontó llegó tras el ya exitoso ‘Mother’s Milk’ (1989) y el descomunal boom que supuso el trabajo del cuarteto con Rick Rubin, concretado en ‘Blood Sugar Sex Magik’ (1991). Sus guitarras psicodélicas, funkys, explosivas y frescas en aquel disco le convirtieron en un joven héroe de la escuela de Hendrix. Pero un ingente consumo de estupefacientes provocó que abandonara la gira de aquel álbum apenas un año después de editarse, siendo sustituido de manera improvisada por Dave Navarro, por entonces miembro de Jane’s Addiction.
Pero esa solución no terminó de funcionar y, tras un ‘One Hot Minute’ (1995) en el que Navarro impuso una estética más hard rock que no cuajó, en 1998 salió del grupo. En una encrucijada, Flea planteó a Kiedis que la única manera en que veía posible continuar era recuperando a Frusciante. Este, desintoxicado, aceptó su propuesta y grabó con ellos ‘Californication’ (1999), un nuevo petardazo comercial que les consolidó como absolutos gigantes. Como entonces, John Frusciante vuelve ahora a Red Hot Chili Peppers. ¿Serán capaces de recuperar la sintonía para lanzar un álbum a la altura de lo esperado? ¿Volverá el guitarrista a ser un talismán creativo y comercial? Aunque considerando que Frusciante incluso había meditado su retirada de la primera línea por falta de público para sus trabajos, también cabe preguntarse: ¿quién rescata a quién?