Llevamos casi una década esperando que llegue el Gran Disco, con mayúsculas, de Tennis. Desde su debut ‘Cape Dory‘ –que, atendiendo a su calificación, podríamos entender como su mejor disco, quizá beneficiado por la eterna frescura de un primer trabajo–, llevamos aguardando que el dúo formado por Alaina Moore y Patrick Railey publique ese disco incontestable que les confirme como uno de los grupos más importantes de su generación. Todos y cada uno de sus trabajos posteriores a aquel se postulaban como tal, y en todos hemos visto como se consolidaban como emocionantes artesanos de un pop propio de otra época (entre los últimos 60 y los primeros 70, concretamente), con grandes singles respaldados por bonitas canciones. ‘Swimmer’, su nuevo álbum, se atisbaba gracias a sus singles como el capítulo definitivo en esa estupenda colección de intentos… y termina siendo solamente el quinto (séptimo, si consideramos también los buenos EPs ‘Small Sound‘ y ‘We Can Die Happy’).
Puede entreverse cierta decepción en esa afirmación, no la puedo ocultar. Da un poco de rabia que, otra vez, nos encontremos ante un disco en el que hay tres o cuatro canciones enormes coronando otras tantas canciones menos deslumbrantes y emocionantes, pero también exquisitas en lo formal y bonitas en el fondo. En este caso, la segunda parte del autoproducido ‘Swimmer’ se sitúa de forma siempre elegante en esa hipotética intersección entre los espectros que abarcan por separado Beach House, Lana Del Rey y los Saint Etienne más orgánicos, con monos números marca-de-la-casa como ‘Late Night’ o ‘Matrimony II’, adornada con alguna encantadora salida de tangente (la paulsimonesca ‘Tender As a Tomb’). Sin embargo, ya deja de ser una sorpresa que no raye a la misma altura que la primera mitad del álbum.
En ella, tras la fantástica intro que supone la balada ‘I’ll Haunt You’ –en la que Alaina habla, como gran tema del disco, de la madurez, tanto personal como la de su matrimonio con Patrick–, se han sucedido embrujándonos los adelantos ‘Need Your Love’ –con esos cambios de ritmo tan sorprendentes como fascinantes–, ‘How to Forgive‘ –ya hablamos de su particular guiño a la Madonna de los 80– y ‘Runner‘ –con referencias místicas que, asegura Alaina, están más inspiradas por Judee Sill que por verdadera fe religiosa–. Ese tándem fantástico, remachado por la preciosa ‘Echoes‘ –una preciosidad entre Cocteau Twins y Joni Mitchell–, conformaba la esperanza de que ‘Swimmer’ podía ser ese disco lindando en lo sobresaliente que llevamos un tiempo esperando. Y no, no lo es. Sin embargo, también cabe recordar que, después de todo, no existen tantos proyectos artísticos capaces, como Tennis, de mantener un nivel creativo tan alto durante tanto tiempo sin necesidad de piruetas estéticas ni modernizaciones forzadas, manteniéndose estrictamente fieles a su propio universo. Así que, debemos darnos por satisfechos con que nos regalaran al menos media década más de discos «sólo notables». Visto así, un hipotético «grandes éxitos» sería, a buen seguro, ese disco incontestable que, con trabajos así, no nos cansaremos de esperar.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Runner’, ‘How To Forgive’, ‘Need Your Love’, ‘Echoes’
Te gustará si te gustan: Beach House, Lana Del Rey, Real Estate.
Escúchalo: ‘Need Your Love en Youtube.