La polémica llegaba con el resto del texto (todo eso lo explica al final) publicado, en el que se defiende airadamente de las críticas que ha recibido a lo largo de su carrera por «glamourizar el abuso». Todo porque, dice, «ahora que Doja Cat, Ariana (Grande), Camila (Cabello), Cardi B, Kehlani y Beyoncé y Nicki Minaj han tenido números uno con canciones sobre ser sexy, no llevar ropa, follar, engañar», cree que es momento de que ella vuelva a cantar «sobre ser representativa, sentirse bella por estar enamorada incluso aunque la relación no sea perfecta, o bailar por dinero –o lo que sea– sin ser crucificada o que se entienda como que estoy glamourizando el abuso».
A continuación se declaraba harta de que otras compositoras o «cantantes alternativas» –y aquí estamos, rumiando a quién puede referirse exactamente– que la acusan de tal cosa, cuando en realidad es «una persona glamourosa cantando sobre las realidades de lo que todos estamos identificando ahora por todo el mundo como muy predominantes relaciones emocionalmente abusivas». «Seamos claros», prosigue, «no soy una no-feminista, sino que tiene que haber un espacio en el feminismo para mujeres que son y actúan como yo», para añadir que simplemente ha sido «honesta y optimista» sobre las relaciones complicadas que ha tenido». «¡Últimas noticias! Así es como es para muchas mujeres». Las reacciones contra su mensaje la convertían en pocos minutos en trending topic mundial, entre acusaciones de machismo y racismo.
Horas después, y ante la controversia generada, Lana añadía un texto a la imagen para responder a la controversia (o parte de ella): «Tío (con un «bro» que tiene todo de irónico). Es triste que esto se convierta en una cuestión contra mujeres de color cuando estoy hablando de mis cantantes favoritas. Podría haber dicho literalmente cualquiera, pero he escogido mi puta gente favorita. Y este es el problema con la sociedad actual, nada termina siendo sobre lo que tú pretendes que sea. Es exactamente el objetivo de mi post: hay ciertas mujeres que la cultura no quiere que tengan una voz (y) no tiene que ver con la raza, no sé con qué tiene que ver. Ya no me importa pero no vuelvas nunca nunca nunca, tío, a llamarme racista porque eso es basura».
Y seguía, respondiendo directamente a algunos comentarios diciendo que llevar su mensaje a una cuestión racial, precisamente por citar sus artistas favoritas actuales, suponía que no se le daba una oportunidad de expresarse sin ser «diezmada». Para zanjarlo, remataba diciendo que cuando hablaba de «gente que se parece a mí» se refería a la que no parece fuerte o «necesariamente inteligente o que tienen todo bajo control, etcétera». «Va de defender personalidades más delicadas, no a mujeres blancas», apostillaba. Pero, horas después, debías seguir tan cansada de la polémica que, acompañando un fragmento de su cortometraje de 2013 ‘Tropico‘ en el que aparecía en un club de striptease, lanzaba un sonoro y directo «a tomar por culo».
Recordemos que Lana del Rey publicó el año pasado el álbum ‘Norman Fucking Rockwell!‘, que se convirtió en un punto culminante en su carrera al poner de acuerdo a toda la crítica para ensalzarlo –incluso Pitchfork, tras denostarla en su pasado, lo nombró Disco del año–. También optó al Grammy a Álbum del Año 2020, que finalmente recayó en el debut de Billie Eilish.