Malos tiempos para ser «hater» de Hinds: mientras tantos grupos se hunden tras el hype de sus primeros dos discos, ellas llegan al tercero con novedades y más cosas que decir. ‘The Prettiest Curse’ está recibiendo internacionalmente las mejores críticas de su carrera y, aunque finalmente caerá por el peso del streaming, siempre podrán contar que con él volvieron al top 25 de las «midweeks» británicas. Y lo han conseguido sin ceder a los argumentos habituales de la críticas ni a los lugares comunes de estas, siendo ellas mismas, y a su puta bola.
‘The Prettiest Curse’ ha sido una sorpresa por varias razones. En primer lugar, la ampliación de su paleta sonora. La banda co-liderada por Carlota Cossials y Ana Perrote no se ha codeado con los Strokes por admiración o postureo. Además de tocar con los de Julian Casablancas en Nueva York la pasada Nochevieja, contrataron a Jennifer Decilveo, quien ha trabajado con Albert Hammond Jr, para producir este álbum. Los Strokes siempre han sido un referente para Hinds y tantas otras bandas de rock del siglo XXI, pero habría sido aburrido tratar de ir a la caza del nuevo ‘Last Nite’ si no te ha venido en una tarde cualquiera. La banda madrileña parece haberse mirado más en la evolución de la banda o incluso en algún proyecto paralelo como Little Joy para añadir por un lado un punto decididamente sintético en ‘Good Bad Times’, que suena tan sensual que hasta intuyes por qué ahora se declaran fans de Kali Uchis; o para explorar su vena latina en ‘Come Back and Love Me’. Ajena al reggaetón, género por otro lado citado en ‘Burn’, «Come Back» es igualmente sexy en su aproximación a España o Latinoamérica: «come back and love me / me evitas, me excitas de más / come back to love me / te lo juro que me duele si te vas», cantan en un delicioso Spanglish que nos lleva lo mismo a los Pixies que a Mon Laferte.
Los voladores efectos de producción de ‘Riding Solo’ sugieren un vínculo con Mercury Rev o con alguna otra cosa maquinada por Dave Fridmann, y jamás pensaría que me vendrían a la cabeza el jolgorio, la sensación de fiesta que transmiten The Go! Team, escuchando a Hinds, como sucede en los coros de ‘Boy’, un tema de final catárquico que ni siquiera ha sido uno de los cuatro singles de adelanto. Y lo mejor es que, y aquí llegamos al segundo punto, Hinds no se han dejado mangonear por una producción externa. Pese a la visible evolución, ‘The Prettiest Curse’ es un álbum 100% fiel al estilo de su debut, a través de canciones como ‘Burn’, más en la estela canalla de Black Lips; o ‘Waiting for You’, que presenta un pedazo de estribillo. Esto no es un conjunto de maquetas de Hinds revestidas de toques sintéticos o exóticos, por el mero capricho o la mera impostura de hacer algo diferente, sino un disco del grupo en el que es evidente que el uso creciente del castellano o un mayor uso de los teclados, tenían toda la razón de ser.
En tercer lugar están los textos. La sintaxis en castellano en algún caso es rara, como si hubieran utilizado de traductor a Devendra Banhart pero este hubiera olvidado ya algunas construcciones del español. Pero en general el Spanglish fluye con toda la naturalidad posible en un mundo dominado por el mismo, de Nueva York a Madrid, y desde luego no solo ceñido al reggaetón. Simplemente por la letra de ‘Just Like Kids (Miau)’, todo el álbum merece la pena: una composición en la que las frases entrecomilladas, en inglés, retratan algunas de las críticas que ha recibido la banda, casi todas puro paternalismo y mansplaining. «¿Puedo decirte algo sobre ti y tu banda? Porque estoy seguro de que os encantaría escuchar mi consejo: siempre desafináis y no hay lugar para vosotras», comienza diciendo, antes de lidiar con su pronunciación del inglés, de las erres u osar: «sois demasiado rosas para ser admiradas, y demasiado punk para ser deseadas».
En un disco vigoroso -y para muestra la parte instrumental de ‘The Play’- que decide cerrarse con la balada ‘This Moment Forever’, hay que elogiar también el modo en que han buscado que el todo sea más que la suma de las partes. Siempre han meditado un poco más de lo que parece qué hacer en cada vídeo y de qué manera posar en cada foto, y esta es su obra más ambiciosa en ese sentido. La fotógrafa Ouka Leele ha reflejado en la portada ese tono más colorido que ahora presenta su música y, adaptando a esta gran gloria de los 80 a los nuevos tiempos, existe una versión en su página web en la que se explica qué relación tienen los objetos con cada una de las canciones del álbum.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Riding Solo’, ‘Good Bad Times’, ‘Come Back and Love Me’, ‘Waiting for You’
Te gustará si te gustan: los últimos Strokes, Black Lips, Little Joy, The Go! Team
Youtube: vídeo de ‘Riding Solo’