Miguel Ríos está de actualidad (o debería ser por eso) por dos cosas: porque vuelve tras retirarse de los escenarios en 2010, y porque se ha hecho indie. Pero no como Raphael, metafóricamente, sino de verdad: según se anunciaba días atrás, ha dejado atrás su etapa en la multinacional Warner y pasa a formar parte del elenco de artistas de Hook, donde están o han estado nombres como Izal, Miss Caffeina, Varry Brava o Modelo de Respuesta Polar. Y se ha estrenado con su primer single inédito en 12 años, ‘El blues de la tercera edad’, escrito y grabado junto al grupo The Black Betty Trío y que supone el avance de un próximo álbum que llegará después del verano. Como indica su título no es otra cosa que un blues clásico bastante espartano, con arreglos de fiddle, guitarra y piano, cuya letra habla sobre Ana, una mujer que representa «a todos aquellos que nacieron a mitad del siglo XX y se curtieron en unos convulsos años y que, con reflexiva nostalgia, reivindica la lucha hasta el final y agradece los logros conseguidos, a la vez que baila entre la soledad y los sueños por cumplir».
Precisamente por eso el tema de la senectud emerge en la entrevista que el compañero Darío Prieto ha hecho al histórico artista granadino en El Mundo. Y, por eso precisamente, está dando mucho que hablar en Twitter, convirtiendo al intérprete del ‘Himno a la alegría’ en trending topic en España. Y, aunque empieza hablando de «gerontofobia», el titular de la entrevista reza: «La muerte de ancianos en residencias es la mayor tragedia que hemos vivido en democracia», en referencia a las numerosísimas víctimas de Covid-19 que han perecido en estos centros sin ser remitidos a hospitales. Peeguntado sobre la gestión política de la pandemia, Ríos responde que ha hecho que nos demos «cuenta de que la deslocalización tiene su precio en vidas. Que el desmantelamiento de lo público cuesta vidas. Que no teníamos la mejor sanidad del mundo, porque no invertimos en ella como los que sí la tienen».
Preguntado más tarde sobre si olvidaremos de esta crisis, Ríos es poco optimista: «Me temo lo peor, que volvamos a idealizar el mundo de antes del coronavirus. A ese mundo que estaba contra las cuerdas, lleno de desigualdad e incertidumbre, en una crisis climática y de valores pavorosa, donde un porcentaje ínfimo de la población posee más riqueza y poder que el resto, no deberíamos volver». También responde tajante al ser cuestionado por el ascenso de Vox precisamente en su ciudad, Granada: «me parece una putada». Esto último ha escocido a muchos, que insultan al autor de ‘Bienvenidos’ como «giliprogre», en tanto que otros tantos, coincidentes con su discurso sobre la sanidad, aplauden sus declaraciones. Os dejamos con el vídeo de la oportuna ‘El blues de la tercera edad’.