Rufus Wainwright ha aparcado la composición de óperas y las versiones de Shakespeare para volver a escribir canciones pop, y ‘Unfollow the Rules’ es su primer álbum de estudio propiamente dicho en 8 años nada menos: sí, todo este tiempo ha pasado desde el lanzamiento de ‘Out of the Game‘ en 2012. Un tiempo que Rufus ha dedicado también a su paternidad (su hija Viva Katherine Wainwright Cohen nació en 2011; su madre es Lorca Cohen, hija de Leonard), a su matrimonio con el programador artístico Jörn Weisbrodt o a reflexionar sobre «tener 46 años», varios de los temas que tratan estas nuevas canciones.
‘Unfollow the Rules’ no marca un cambio radical respecto a lo que Rufus lleva haciendo más de una década, pero siempre se puede contar con el autor de ‘Going to a Town‘ para descubrir buenas canciones de pop compuestas desde un prisma clasicista. El single ‘Trouble in Paradise’, que habla sobre el conflicto entre la imagen que ven de nosotros los demás y la real («solo veis la armadura, pero no me veis riendo de felicidad, o el sollozo ocasional»), suena intercambiable con otros trabajos del músico estadounidense, pero no por ello es menos simpático; y ‘Damsel in Distress’ es otro digno single inspirado en Joni Mitchell que, con guitarras acústicas, cuerdas y palmas, habla sobre sentirse eternamente insatisfecho. Otro de los mejores cortes es el apasionado y luminoso ‘Peaceful Afternoon’: solo Rufus puede sonar creíble llamando «sinfonía» a la vida y solo de él puede salir el poético costumbrismo de una frase como: «recuerda que entre el sexo, la muerte y mantener la cocina limpia, las rosas salvajes florecen siempre mejor en las ruinas».
En este trabajo de sonidos folk-rock y country en su mayor parte, que Rufus alterna con su gusto por las melodías de piano clásicas (‘My Little You’) o los arreglos orquestales que viene incorporando en sus canciones desde siempre, no faltan referencias a varios estados como en ‘You Ain’t Big’ («no eres famoso si no lo has petado en Alabama») ni a lugares como Londres, el barrio de Belsize Park o incluso la antigua Tebas o la isla de Avalón, pues Rufus no ha perdido su gusto por situar sus historias en lugares reales o míticos. Sin embargo, a veces que Rufus siga siendo el mismo de siempre juega en su contra: el disco no necesitaba ser la maravilla barroca que fue ‘Want‘ ni la reinvención pianística de ‘Songs for Lulu‘, pero tampoco conformarse con un sonido tan genérico. ¿Qué habría pasado si alguna influencia de aquellas óperas que Rufus ha estado publicando se hubiera colado en este trabajo? Sin duda estaríamos ante un paso lógico y sumamente interesante en la carrera del artista, más que en un trabajo que parece querer ir sobre seguro ante todo.
Sin que vaya a ser recordado, por tanto, como un gran regreso ni uno de los trabajos fundamentales de Rufus debido a la languidez de algunas de sus melodías (‘Unfollow the Rules’ peca de demasiado larga) o al hecho que su música vuelve a no presentar una evolución notable hacia ningún lado, al menos cabe destacar de este nuevo largo la bonita balada ‘Only that People that Love’, los ecos prog, barrocos y 70s de la feminista ‘This One’s for the Ladies (That Lunge!)’; o los teclados del single ‘Devils and Angels (Hatred)’, en el que Rufus vuelve a dejar otra de sus frase insignia: «me voy a entregar a las monstruosidades». Ah, y su voz sigue en plenísima forma.
Calificación: 6,6/10
Lo mejor: ‘Trouble in Paradise’, ‘Damsel in Distress’, ‘Only the People that Love’
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Youtube: vídeo de ‘Trouble in Paradise’