‘no tears left to cry‘, ‘God is a woman‘, ‘thank u, next‘ y ‘7 rings‘ son canciones que han situado a Ariana Grande en la «posición» de hacer lo que quiera, que igualmente lo convertirá en un éxito. Esa carta blanca es en este caso un regreso al R&B de los años 90 con el que creció, el que hacía su adorada Mariah Carey y el que escuchamos en sus primeros dos discos antes de que ‘Into You‘ nos lo diera todo. ‘positions’ se define más por aquello de lo que carece que por aquello que contiene: su secuencia discurre sin que aparezca un reggae como ‘Side to Side’ o ‘bloodline’, ni un ramalazo synth-pop como ‘breathin’, ni un tema con la tensión de ‘bad idea’.
Las aproximaciones a algo así son tan tímidas como las cuerdas disco de ‘love language’, que es lo primero que escuchamos en esta pista pero no terminan de tomar el control de la grabación; o como el house de ‘motive’ junto a Doja Cat, una de las pocas canciones del álbum que se podrán pinchar en las pistas de baile cuando vuelva a haber tal cosa. En un año en que Dua Lipa, Jessie Ware y hasta sus colegas Lady Gaga y The Weeknd han reivindicado los beats más coloridos de los años 80 y 90, la noticia es que Ariana Grande haya dado este paso atrás.
Especialmente conservadora es la aportación de Abel Tesfaye en la balada ‘off the table’. El artista que continúa arrasando en las listas de éxitos con el pepinazo ‘Blinding Lights’, incluso un año después de su edición, aparece aquí en su registro más somnoliento, lejos de la bruma o el éxtasis que él sabe aportar, dependiendo del momento. En la línea, ‘west side’ acaba antes de que te puedas dar cuenta de lo inocua que es, ‘pov’ se acerca a la categoría de villancico y ‘six thirty’ nos hace preguntarnos definitivamente por qué si este es el disco más sexual de Ariana Grande, todo suena tan pulcro y recatado. ¿En qué armario se quedó el disfraz de conejita de ‘Dangerous Woman’?
Porque vaya si los textos son sexuales. ’34+35′ es obviamente otra forma de decir «69» y en ella Grande no se corta al pedir: «¿no te puedes quedar toda la noche? / fóllame hasta el amanecer». ‘nasty’ viene a decir algo así como «solo quiero hacer tiempo para ti / juro que es sólo para ti / es como si este chocho hubiera sido diseñado para ti». Y ‘my hair’ se desarrolla en torno a una intimidad tal que por fin va a dejar a su chico que toque su bien más preciado, su pelo.
Es esta una de las melodías más cautivadoras en un álbum en el que sí se han cuidado los detalles. El arpa de Madison Calle y las cuerdas de Peter Lee Johnson en la inicial ‘shut up’ nos hacen soñar con un disco de pizzicatos y punteos, como arreglado por Owen Pallett. La decena de violinistas acreditados en Tidal en un par de pistas nos hacen ver lo mimado que se ha cuidado, sutilmente, el fondo del disco. Es una pena que ‘positions’ no se haya llevado más lejos en ese sentido. Como álbum estrenado casi por sorpresa en mitad de una pandemia es agradable; especialmente ‘safety net’, ‘just like magic’, ‘my hair’ y ‘nasty’ son buenas canciones. Lo preocupante es que esto sea lo que una cantante de esta categoría lleva preparando desde el año pasado.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘motive’, ‘positions’, ‘nasty’, ‘shut up’, ’34+35′
Te gustará si te gusta: Mariah Carey, Brandy & Monica, Toni Braxton
Escúchalo: ‘motive‘.