Propulsada por algunas playlists, pero también exitosa de manera orgánica, ‘Oh My God’ apunta a ser el segundo single más popular de ‘30‘ pese al caos generalizado que apuntaba más bien a ‘I Drink Wine’. ‘Oh My God’ ha sido ya top 2 en Reino Unido y top 5 en Estados Unidos, además de top 40 en Alemania y España y top 75 en Francia e Italia.
Pasan los días y el tema no pierde fuelle, sumando 50 millones de streamings en menos de 2 semanas… ¿pero es una de las mejores canciones de Adele? Ofrecemos una opinión a favor del tema y otra en contra.
«Se dice que las canciones pop de Adele suenan forzadas… ¿más forzadas que ‘Someone Like You’? ¿Más forzadas que ‘Hello’, la balada más forzada de la historia? «Hello from the other siiiiiiiiiiiiiide!!!». ‘Oh My God’, una de las canciones más pop de ’30’, sienta a Adele como un guante, y no solo por ese título tan inglés que no le puede pegar más.
La base rítmica de la canción, compuesta por un «boom clap» clásico pero reverberizado a la manera de la música post-disco, proporciona un fondo elegante y semi bailable para la voz de Adele, que no puede sonar más cómoda y relajada en este contexto, sobre todo en el estribillo, y la letra captura el espíritu de ’30’ como pocas canciones en el disco lo logran: la artista se acaba de divorciar, ha conocido a un hombre nuevo al que desea y, aunque se siente culpable por perseguir sus necesidades e incluso reconoce estar «aterrorizada», es consciente de que está haciendo lo correcto: «no tengo que darte explicaciones, soy una mujer adulta y voy a hacer lo que me dé la gana». Así se habla». Jordi Bardají.
«Se suponía que Adele estaba en este mundo para recordarnos el valor de las melodías clásicas y atemporales, como la histórica ‘Hello’. Su cometido en ’30’ está logrado al 200% en esa preciosidad llamada ‘Easy On Me’ o en esa maravilla que cierra el disco y que recuerda a los grandes musicales de Broadway, ‘Love Is a Game’. ‘Oh My God’ no ofrece nada de eso, en cambio se entrega a los soniditos «cool» por aquí y por allá: creo que no estaba preparado para decir que lo mejor de una canción de Adele era la producción.
Hay una incómoda desconexión entre las estrofas de la grabación, que parecen buscar el nuevo ‘Rolling in the Deep’, y ese estribillo absolutamente imposible de recordar en el que Adele por alguna razón adopta un tono melodramático que misteriosamente da título a la composición. No termino de enterarme de qué va todo ese drama de OMG en un tema que iba sobre pasarlo bien, pero sí sé que el pre-estribillo «mmmm… yeah» es más holgazán y no sale. Seguimos aguardando ese temazo de disco clásico por parte de Adele que este tema tampoco es». Sebas E. Alonso.