Esta noche se ha celebrado la ceremonia del Polaris Music Prize, que reconoce el mejor disco canadiense del año. Es el equivalente canadiense al Mercury de Reino Unido o al Premio Ruido de España. El Polaris premia al artista ganador con unos suculentos 50.000 dólares.
El prestigioso premio ha ido a parar al cantante congoleño-canadiense Pierre Kwenders por su tercer álbum, ‘José Louis and the Paradox Of Love’, en el que fusiona ritmos de afrobeat con sonidos de pop y electrónica. Win Butler de Arcade Fire colabora en una de las pistas. El anterior trabajo de Kwenders, ‘Makanda at the End of Space, the Beginning of Time’, ya estuvo nominado en la edición de 2018.
El disco de Kwenders se ha antepuesto a otros nominados, entre los cuales se incluía ‘LABYRINTHITIS‘, el excelente último álbum de Destroyer. También aspiraban al galardón ‘ALPHA’ de Charlotte Day Wilson, ‘Pictura de Ipse: Musique directe’ de Hubert Lenoir, ‘Waves’ de Kelly McMichael, ‘Chiac Disco’ de Lisa Leblanc, ‘Sewn Back Together’ de Ombiigizi, ‘Frame Of A Fauna’ de Ouri, ‘TAO’ de Shad y ‘Life After’ de Snotty Nose Rez Kids.
Con su victoria, Kwenders se suma a una lista de ganadores recientes del Polaris que incluye a Cadence Weapon con ‘Parallel World’ (2021), Backxwash con ‘God Has Nothing to Do with This Leave Him Out of It’ (2020), Haviah Mighty con ’13th Floor’ (2019) o Jeremy Dutcher con ‘Wolastoqiyik Lintuwakonawa’.
Entre los discos que han sido premiados con el Polaris en el pasado se encuentran ‘He Poos Clouds’ de Owen Pallett (2006), ‘Andorra’ de Caribou (2008), ‘The Suburbs‘ de Arcade Fire (2011), ‘Metals‘ de Feist (2012) o ‘La Papessa’ de Lido Pimienta.