Yung Prado es una de las sorpresas de la temporada. ¿No hay cierto runrún alrededor de este proyecto bailable de Nil Roig, de La Élite? Me consta que la música de Yung Prado está empezando a asomar la cabeza en entornos diversos, y no creo que sea casualidad. Su música parte de un house bailable y veraniego resultando muy divertida, y sus remixes son infalibles en cualquier pista de baile.
‘Yung Pradito‘ ha sido la primera referencia larga de Yung Prado, un disco estupendo con ecos a Ibiza y a la electrónica del sello Ed Banger, y toca recuperarlo ahora que Yung Prado prepara DJ set en la sala Razzmatazz de Barcelona: pincha el 1 de abril y aún hay entradas disponibles. Repasamos 5 de sus temas clave:
Pierdo el sentido (Un Kiss Remix)
Empezamos por el single más reciente, un remix de ‘Pierdo el sentido’ de Alizzz que no puede tener más «sentido», pues nos lleva directos a la época de La Ruta, reivindicada por el propio Cristian Quirante en algún videoclip. A Alizzz, el ritmo ravero macarra le sienta bien, aunque eso ya lo sabíamos.
Quiero volver a repetir
La gracia de las canciones de Yung Prado está en su combinación de ritmos bailables «chill» y la presencia de su grave y ronca voz. ‘Quiero volver a repetir’ agrega un elemento hipnótico en la interpretación «deadpan» de Roig, que recuerda una noche de juerga, ligue incluido.
Qué pasa?
Uno de los primeros éxitos de Yung Prado, ‘Qué pasa?’ exhibe un sonido parecido al del sello Ed Banger, en el que caben ritmos disco-house, efectos delirantes y la propia presencia de Roig hablándonos de su perro o de una pizza que se va a comer con el desayuno.
Ay K Emoción (Remix)
El mayor hit de Yung Prado, a punto de alcanzar el millón de streamings en Spotify, es este remix de Chill Mafia Records. «Písame la cara, eres una monada» es el gran lema que no puede faltar en ninguno de sus sets. Un gancho seguro que se eleva a la categoría de hit en este divertido remix electro-house.
Chill Out
Otro tema 100% representativo de Yung Prado, empezando por su título, ‘Chill Out’ hace buen uso del clásico efecto de marcado telefónico, en otra de sus potentes bases bailables, mientras pasea por el Raval camino a la discoteca rival, y se come un «kebab». Barcelona al 200%.