Romy Madley Croft, cantante de The xx, es la última integrante del trío en publicar disco sola. Primero llegó ‘In Colour‘ (2015) de Jamie xx, después ‘Hideous Bastard‘ (2022) de Oliver Sim, y en 2023 es momento de escuchar ‘Mid Air‘ de Romy. Un trabajo de pop bailable, influido por el dance y el trance de los años 2000, en el que Romy se ha volcado como nunca, no solo en el aspecto musical, sino también -y sobre todo- en el de las letras, las más personales que ha escrito.
A mediados de junio tengo oportunidad de reunirme personalmente con Romy en la cafetería de un hotel de Barcelona. Romy es tan tímida como parece en sus canciones y habla con esa voz dulce y quieta que le caracteriza, además de con una educación muy británica. Hablamos del génesis de ‘Mid Air’, sus influencias, la indispensable labor de Fred again.. y Stuart Price y también sobre los temas que atraviesan su disco, del amor a la identidad queer pasando por el duelo.
El año pasado fuiste de las primeras personas que pinchó ‘Break My Soul’ de Beyoncé.
¡Sí! Pinchaba un remix hecho por mí. Cogí el a capela de Beyoncé y lo mezclé con la base de ‘Loud Places’ de The xx, pero no el tema original, sino el remix de John Talabot. Me encanta Beyoncé, me encanta el pop, pero también me encanta el dance, y cuando los dos mundos conectan, me lo paso muy bien.
Los discos de remixes se han puesto de moda. ‘Mid Air’ es un disco bailable. ¿Te gustaría remezclarlo?
Sí, definitivamente. Todos los singles que he sacado de ‘Mid Air’ han recibido su propio remix. Es un mundo que me motiva. Para este disco he tenido la oportunidad de trabajar con productores a los que admiro y poder escuchar su trabajo -sobre temas que yo he escrito- ha sido emocionante. En the xx nos encanta también. El sello de John Talabot sacó un EP de remixes de The xx que me encantó.
El disco se anunció en 2020. Un tema, ‘Weightless’, también, pero nunca salió. ¿Qué pasó?
Terminar el disco me ha tomado más tiempo del que esperaba. Cuando lo anuncié tenía bastantes canciones escritas. Entonces Fred again.. y yo nos conocimos y empezamos a trabajar juntos. Le enseñé las canciones de pop y dance edificante que me estaban inspirando en ese momento y él conectó mucho. La música que hicimos juntos sonaba así y es como suena en el disco.
Pero creo que en ese momento todavía estaba ganando seguridad en mí misma. No estaba segura de que este debiera ser mi sonido. Me estaba descubriendo. Llevé las canciones a otros productores, probamos diferentes versiones, colaboramos con diferentes artistas, pero me di cuenta de que las versiones primigenias eran realmente las buenas. A veces lo primero que haces resulta ser lo mejor. Entonces con la ayuda de Stuart Price, Fred again.. y yo terminamos las canciones que habíamos escrito inicialmente. Por eso el disco ha tardado en salir, porque estaba como de viaje, descubriéndome.
¿Las canciones cambiaron mucho?
‘Weightless’ ha tenido como 20 versiones, en diferentes estilos. Otras sonaban demasiado a remix porque trabajé con productores de electrónica de club más clásica. No sonaban tan pop como quería. Pero ahora lo bueno es que esas versiones que hice con otros productores pueden ser remixes.
¿Por qué has dejado ‘Lifetime‘ fuera?
Cuando anuncié el disco la gente me preguntaba lo mismo (ríe) Para mí, ‘Lifetime’ representaba su propio momento. La saqué en 2020, en la pandemia, y evocaba ese sentir de echar de menos las discotecas, salir y conectar con otras personas. No puedo creer la longevidad que tiene esa canción, pero la idea siempre fue que fuera un lanzamiento suelto.
¿Qué tal es estar frente a tu propio proyecto y no en una banda, por primera vez?
Estoy un poco nerviosa pero a la vez emocionada. Me gusta sobre todo poder compartir mi historia personal y mostrar la música que particularmente me interesa. Además, soy una persona curiosa y me gusta hacer cosas diferentes. Me encanta poder trabajar en un proyecto propio y después volver a The xx, y después hacer otra cosa.
¿Cómo ha terminado Stuart Price en el proyecto?
Uno de mis discos favoritos es ‘Confessions on a Dancefloor’ de Madonna. Stuart Price lo produjo con Madonna. Ese disco siempre está en mi playlist de referencias. Hablé con gente de mi sello y me propusieron tener una charla con él. Fue en la pandemia, así que inicialmente hablamos por Zoom, pero nos hicimos amigos muy rápido. Le puse la música que Fred y yo habíamos hecho y le gustó mucho. Stuart nos ayudó a terminar muchas de las canciones; quizá Fred empezaba una idea y Stuart nos ayudaba a terminarla. Hay dos canciones en el disco producidas por él solo, otras son de Fred solo, una de Jamie xx, y el resto son a la vez de Stuart, Fred y mías.
¿Te has involucrado especialmente en la producción?
Para mí es un proceso de aprendizaje constante. Sigo aprendiendo a usar Logic. Me interesa sobre todo trabajar en la estructura y en la fluidez de las canciones. Por ejemplo, para ‘Enjoy Your Life’, Fred, Stuart y Jamie me mandaron ideas muy diferentes, y yo me encargué de averiguar la manera de encajarlas todas. Nunca había estado tan involucrada en la producción de un disco como en el de este. Sin embargo, sé cuáles son mis límites. Soy muy afortunada de poder colaborar con productores como Stuart Price o Fred again.. que son capaces de recrear los sonidos que tengo en mi cabeza y hacer que las canciones suenen tan bien.
‘Strong’ es el tema del disco con más escuchas (NdE: 26 millones en Spotify). Creo que esto se debe a que el mensaje no es tan habitual en el pop: «no tienes que ser tan fuerte, no tienes que lidiar con ello tú solo». ¿Cómo surge el tema?
En ‘Strong’ hablo por primera vez de la manera en que gestiono el dolor de la pérdida. El proceso es complicado y, a veces, he reprimido mis propias emociones. Escribí ‘Strong’ para recordarme a mí misma que debo ser más abierta con mis emociones. Una de las inspiraciones ha sido mi primo, que ha pasado por lo mismo que yo. Es habitual que, por no querer molestar a los demás, no comunicamos lo que nos pasa. En ‘Strong’ me ha gustado poder combinar la euforia trance de la canción con una letra que habla de emociones muy profundas. Me asombra que haya conectado tanto con la gente.
¿Estás atenta a los números?
Me interesan, el sello me comunicó que ‘Strong’ iba bien, pero no soy de esas personas que se obsesionan con los números. Me pone contenta que la gente haya conectado tanto con una canción en la que me abro tanto.
El disco es un homenaje a las discotecas, y también a los días en que salías de fiesta. ¿Cuándo empezaste a salir?
Me crié en Londres y vivía en un barrio donde podía coger el autobús a Soho. Con 16 años entraba en discotecas a pesar de que era menor de edad. A veces me pedían el carnet, pero… bueno, me dejaban entrar. Yo estaba encantada: era una adolescente sintiendo ese sentimiento de comunidad que se vive en las discotecas. Te hablo en concreto de una discoteca queer de Londres llamada The Ghetto. Cuando iba, me sentía en casa. Era libre de explorar mi sexualidad. La música que ponían me marcó mucho, era un pop bailable grande y lleno de celebración, pero sin un ápice de ironía. Eso se quedó conmigo.
¿De qué música me hablas? En ‘Mid Air’ parece haber referencias de cosas como Ian van Dahl o Robert Miles.
En Reino Unido, en los primeros 2000, esa era la música que sonaba en la radio. El trance era el pop de la época. Me enamoré de la emoción y la nostalgia que transmiten, pero cuando los escucho ahora me doy cuenta de que también las producciones sonaban increíbles.
No era música muy querida por la crítica, ¿no? No era “cool”.
Exacto, pero a mí me encanta. No estoy intentando ser “cool” con este disco, realmente amo estas canciones, me encanta cómo están escritas y el nivel de emoción que son capaces de transmitir.
«Con the xx teníamos 20 años, éramos muy introvertidos, y la atención mediática nos dejó noqueados. Nos encerramos en nuestro cascarón y decidimos mantener nueva vida privada al margen del grupo»
Tus canciones también son muy emotivas, tanto musicalmente como en las letras. Si escribes una canción y no te emociona, ¿la descartas?
Sí, sobre todo musicalmente. Por ejemplo, me encanta el tecno, pero prefiero que tenga algo de melodía o de voz. Si no, me resulta difícil conectar. En el disco, esa misma emoción me ha inspirado a escribir las canciones. En las letras intento ser todo lo honesta que puedo. En The xx, Oliver y yo siempre compartíamos una historia. En las canciones convivían su voz y la mía. Ahora yo he tenido que escribir todas las letras, todos los segundos versos, terminar las canciones (ríe).
De joven ibas a discotecas queer, y ahí te liberabas, pero es ahora cuando has empezado a usar pronombres femeninos en tus letras. Ha sido un proceso.
Estoy fuera del armario desde los 15 o 16 años. Es algo que siempre me ha parecido importante compartir con mi familia y amigos. Oliver también es gay y se he empezado a abrir ahora. Con the xx teníamos 20 años, éramos muy introvertidos, y la atención mediática nos dejó noqueados. Creo que nos encerramos en nuestro cascarón y decidimos mantener nueva vida privada al margen del grupo. Me parece inspirador que los artistas de hoy sean abiertamente queer y visibles en la industria. Yo, en ese momento, no tenía suficiente confianza en mí misma ni estaba segura de lo que podía pasar; es triste pero tenía la sensación de que quizá la gente, de repente, con esa información, podría tomarse nuestra música de manera diferente. O podría afectarnos de alguna manera.
Erais muy jóvenes y de repente súper famosos…
Ahora que soy mayor me gustaría ser más visible y estar más involucrada en los derechos de la comunidad LGBTQ+. Ayudar más.
«En el mainstream me faltaron referentes con los que me identificara»
Tus letras contribuyen a la normalización de las relaciones LGBTQ+.
Me gusta que uses la palabra “normalizar” porque es la mejor manera de expresarlo. Simplemente quiero contar mi historia y que otra gente la escuche. En un estilo determinado de música estoy normalizando que una mujer ama a otra. Ni siquiera ese es el tema principal del disco, o el concepto, es una cosa natural. Cuando era más joven me hacía muy feliz descubrir historias de este tipo que me representaban y con las que me sentía identificada. Este tipo de representación me faltaba en el mainstream y me gusta la idea de que la gente joven hoy en día no se sienta así.
Cuando era adolescente la idea de salir del armario me incomodaba.
No todo el mundo está preparado para salir del armario, es una cosa complicada. Mi madre murió cuando yo tenía 11 años y tuve la suerte de vivir con un padre que me apoyaba. Mi padre era una persona muy abierta de mente, me sentía muy cómoda con él y él quería que me sintiera segura de mí misma. Soy afortunada pero no todo el mundo tiene esa suerte.
¿Cómo ha llegado Beverly Glenn-Copeland al disco?
Antes de la pandemia, estaba en Estocolmo con Robyn, y me invitó a un concierto. No sabía de quién era pero, ya sabes, confío en Robyn. El concierto era de Beverly Glenn-Copeland. Tocó ‘La Vita’ y cuando cantó la frase «My mother says to me, «Enjoy your life»», me pareció tan bonita que me puse a llorar. Es una frase muy sencilla pero para mí tiene un impacto emocional muy fuerte. Ese mensaje me inspiró mucho e inspiró ‘Enjoy Your Life’. Beverly está sampleado en ‘Enjoy Your Life’ y en el interludio ‘Mid Air’ y debía ser acreditado como merece.
¿Quién te gustaría que remezclara tus canciones?
Peggy Gou, me encanta su single ‘Nanana‘.