Julia-Sophie es una artista anglo-francesa a la que posiblemente recordarás por haber sido integrante junto a Neil Greenaway de la banda de garage rock Little Fish, que editó un único disco, ‘Baffled and Beat’, en 2010 antes de separarse en 2012. Aquel disco contó con colaboradores de lujo, pues estaba producido por Linda Perry y se editó en un sello vinculado a Universal Records.
Separada hace rato del mundo de las multinacionales, pues Julia-Sophie reconoce que no le «interesaba tanto ser famosa como para soportar toda la mierda que me echaban encima», la artista ha publicado su propia música desde 2020 y acaba de lanzar su álbum debut, ‘forgive too slow’.
En ‘forgive too slow’ Julia-Sophie se entrega a la magia de los sintetizadores tirando de diferentes influencias. A veces le salen bangers synth-pop como ‘numb’, otras recuerda a la Björk de ‘Post‘, como en ‘comfort you’, y otras emprende viajes tecno como en ‘better’. El «new wave, el folk confesional o el pop de vanguardia de los 80» se encuentran también entre las influencias de Julia-Sophie.
‘telephone’, el tema de cierre de ‘Forgive Too Slow’, puede ser el más accesible del álbum a pesar de ser una balada. Quizá sea porque la base rítmica remite a la de ‘Purple Rain‘ de Prince, porque el estribillo es redondo como el sol o porque la producción la hace sonar como una balada imaginada por Chromatics en otro tiempo. En cualquier caso, Julia-Sophie se guarda lo mejor para el final.
‘telephone’ es la historia de un amor no correspondido. El sentimiento es tan clásico que Julie-Sophie encuentra una manera de introducir en la letra la frase «all dressed up and nowhere to go» («arreglada y no tengo a dónde ir»). Y, si en las estrofas, Julie-Sophie se compadece de sí misma («¿Era improbable que yo te gustaste? ¿He sido estúpida por pensarlo?»), en el estribillo directamente se regodea en la tristeza: «Llámame, quiero llorar al teléfono».