Alice Wonder se introdujo en el radar de media España durante su participación en la segunda edición de Benidorm Fest en 2022 con ‘Yo quisiera‘, una tormentosa balada que acabó en quinta posición. Previamente a su paso por Benidorm, el proyecto de Alicia Climent Barriuso, que navega entre el pop de autor y la electrónica, ya agotaba entradas y obtenía cifras de streamings asombrosas.
Ahora, Alice Wonder participa en la banda sonora de ‘La huella del mal’ y, sobre todo, prepara probablemente el disco más importante de su carrera. Como mínimo, el más ambicioso. Se trata de un trabajo conceptual narrado por Alice Wonder y protagonizado por su alter ego o «reflejo», ILA, que durante el transcurso del álbum recorre diferentes fases y emociones, partiendo de una ruptura.
Del álbum se conocen los singles ‘Do You Lov Me?’, ‘Tormenta y ‘Ali Despierta’; los tres se sitúan en un punto medio entre la emoción cruda y el retorcimiento electrónico, sin olvidar, en el caso de ‘Tormenta’, cierta querencia de club. El disco, que debería anunciarse próximamente, se compondrá de 15 pistas, al menos, a tiempo de redacción de esta entrevista.
Recientemente, JENESAISPOP se reunió con Alice Wonder en un hotel de Barcelona, horas antes de su presentación en el LateXou de Marc Giró, para hablar distendidamente del contenido de este álbum aún por anunciar, de no binarismo, de Eurovisión o de sus ambiciones.
Hace tiempo me enseñaste una canción en la que estabas trabajando. ¿Esa canción está acabada?
Sí, ‘La Droga’, está en el disco. Es la canción de la muerte. Ha pasado por 15 versiones. Es sencilla, pero ha sido difícil dar con la versión definitiva.
¿Cómo encuentras la versión definitiva? ¿Quitas cosas o añades?
Ojalá pudiera quitar cosas… Creo que la canción es buena; los productores que la han cogido saben que funciona y que es un poco hit. Entonces, tienen la presión de hacerla hit. Pero cuando intentas hacer un hit es como que redundas…
¿En qué sentido?
Como que ya la melodía es hit claramente. O sea, el estribillo es un poco himno, pero ha salido sin querer. Entonces, intentar hacerla hit es redundante. La he tocado mucho en vivo. Sé que funciona. Sé que la gente la quiere. Quieren hacerla explotar en el estribillo, pero creo que es una canción que tiene que explotar en la mente de cada uno.
No quieres hacerla demasiado obvia, ¿no?
Claro, no quiero subrayar el giro «y ahora viene el estribillo». Me parece un fallo.
¿El disco está acabado?
Sí, se está mezclando. Están las canciones, están todas las letras, están todos los sonidos. Pero soy muy rayada y, hasta que no se acabe la mezcla final, voy tocando cositas.
Quería que me comentases un poco el concepto del disco y tu alter ego en este álbum. Es un álbum en el que cada canción es una fase. Cuéntame el concepto general del disco. ¿Qué intentas explicar?
El disco es un viaje. Es el viaje de ILA, que es mi alter ego, mi yo de hace un tiempo. Antes de tener estas canciones, tuve la idea de desarrollar un imaginario, un universo paralelo que diera contexto al álbum. La historia del disco es una experiencia que tiene mi yo paralelo. ILA es un reflejo de la persona que soy.
¿Qué simboliza este nuevo imaginario?
La intención detrás del concepto del álbum es ofrecer un espacio donde poder imaginar una realidad alternativa. Un espacio en el que puedas imaginar una versión paralela de ti misma en la que sí consigues todas esas cosas que tu ego te dice que no vas a conseguir. A raíz de ahí se me ocurre empezar en el viaje de ILA, que es como una versión de mí que, en vez de dedicarse a la música, se dedica al dibujo. En este universo paralelo tengo un trabajo como diseñadora y me obsesiono con estrellas porque todo el rato en sueños tengo visiones de estrellas.
En el disco, ILA se obsesiona con las estrellas y al querer ir a buscar su estrella se pierde. Esta historia simboliza la idea de que todo el rato buscamos algo que no tenemos. Y de ese viaje espiritual, ILA pasa a un despertar final. Encuentra esa estrella que andaba buscando. Pero tienes que escuchar el disco para saber cuál es la estrella y ver los vídeos, porque van hilados.
Parece un trabajo ambicioso.
Me he metido en un jardín, las letras están interconectadas, los episodios son fases vitales que hablan del enamoramiento y del amor, que son cosas diferentes; hablan de la traición, de quedarse perdido, de reencontrarse contigo mismo, de la muerte, del renacer.
¿Tu evolución como artista pasaba por hacer un disco conceptual, un poco más elaborado a nivel temático?
Me pilló de sorpresa. No me propuse hacer un disco conceptual. Muchas canciones me vienen como si alguien las estuviera cantando por mí. Muchas son improvisadas, no estoy pensando realmente lo que escribo, muchas las escribo y no sé de qué van. Por ejemplo, ‘Bajo la piel’ la escribí en 10 minutos y yo no estaba sufriendo por ningún amor. Yo era una persona adolescente que no había tenido pareja.
¿Y cómo surge la idea del disco conceptual?
Las canciones fueron apareciendo y se fueron reestructurando de manera en la que el álbum global cobraba sentido. Muchas canciones hablaban de episodios que yo quería contar pero las compuse sin pensar. Yo nunca he dicho «quiero cantar sobre este episodio» y lo he hecho aposta.
¿Y cronológicamente también has tenido que reordenar temas para que tuvieran más sentido, pensando en la narrativa del álbum?
Preparé un guión. Sabía que ‘La Droga’ tenía que estar más o menos al principio. Lo primero que pasa en la historia es que este personaje se enamora y le rompen el corazón. Ahí sucede la primera crisis e ILA cae al vacío. Luego, a lo largo del disco, hay canciones espejo, dos canciones que hablan de lo mismo pero desde perspectivas diferentes. Es un disco que tiene 15 temas finalmente. Las canciones dialogan entre ellas sobre el enamoramiento y el amor, el renacer y la muerte, el despertar…
Cada canción representa un sentimiento a lo ‘Inside Out’?
Cada canción representa una fase, más bien. Hay una emoción, que es ‘La Traición’, que es una canción punk-rock. La canción da esa energía de cuando la persona que amas te traiciona y sientes que te mueres. Y luego te da el bajón total. Sientes soledad, incertidumbre, duda, melancolía… Pero luego el siguiente episodio no es un sentimiento, es una fase en la que tú te reconectas contigo, haces las paces contigo misma y sigues adelante. Otros episodios que aún no han salido explican una gran lucha interior, una lucha contra tus propios pensamientos.
Dices que has hecho una canción rock. Los singles son bastante electrónicos. ¿Qué música te ha inspirado durante la composición de este álbum? ‘Tormenta’ tiene un punto de club deconstruido. ‘Ali despierta’ es una balada ambiental.
En el disco hay electrónica de varios tipos. El productor, Mr. Monkey, que es italiano, ha hecho mucho urbano y rock, y el disco va por ahí. El disco tiene momentos de balada y acústicos. Yo he querido dejar algo orgánico. Hay dos canciones que son más orgánicas, otras que son más rock, una de ellas es como una especie de rock trap extraño, hay un par que son pop, otro par que son más indie-lofi. Electrónicas hay unas cuatro. No hemos tenido referencias claras. A Mr. Monkey y a mí nos gustan músicas muy diferentes, pero juntos damos con un sonido muy particular. A él le flipan los sintetizadores, tiene cuatro sintes analógicos y todos los sintes del disco son analógicos, no hay nada de electrónica hecha digitalmente.
¿Sabes de qué época son más o menos? Pregunta técnica.
No lo sé realmente, lo sabe él que es un friki, que le encanta Mike Dean (productor de The Weeknd y Christine and the Queens). Hay un Oberheim, un Moog y otros.
Los temas pop, cuando dices pop, ¿a qué te refieres?
Son más ligeros, tienen una estructura sencilla. Yo considero que todo el disco es pop. Es un pop del futuro.
Pero no es pop pensando en ser hit.
A mí no me sale hacer un hit de esa manera. Que luego, de pronto, me salga, puede ser, pero yo concibo que los hits pueden ser de muchos estilos.
«en español las palabras caen de una manera diferente, tienen una rotundidad y una profundidad que es muy bonita, pero que para contar ciertas cosas cosas entorpece»
¿Cómo has enfocado la producción este disco en comparación con los anteriores?
Por primera vez lo he producido con otra persona. Mr. Monkey es un chico que tiene mi edad, 26 años. Es italiano. Nos hemos pasado todo el viaje hablando en inglés. Nos conocimos en un estudio de una manera superarbitraria y tuvimos mucha conexión. Él me escribió y vino a mi casa diez días, nos hicimos como hermanos. Después yo fui diez días a Milán y me propuso hacer el álbum conmigo, le encantaba todo lo que yo había hecho. Estuvo un mes y medio en Madrid, se pilló un piso en Chueca, estuvimos allí produciendo temas, luego nos fuimos a un estudio, no nos convencía y, al final, nos fuimos en coche de Madrid a Milán porque él traía todos sus sintes en el maletero. Fueron dos días de viaje.
Qué locura.
Está loco. Entonces fuimos a su casa en Milán, que es un estudio, es un loft sin paredes. Estuvos viviendo allí un mes y medio juntos. Él es súper obsesivo y perfeccionista. Yo también soy perfeccionista, pero también soy muy caótica. Ambos sacamos lo mejor el uno del otro. Yo le hago mejor productor y él me hace mejor artista.
¿De qué manera ha tomado él la batuta en el álbum, como productor?
Digamos que yo soy la parte más indie, más turbia, y él es la parte más pop, más fresca. El disco es una combinación de ambas facetas. Él está mucho más enterado de la música que peta ahora mismo. Yo no. Él saca la parte pop dentro de mí. Yo tengo una manera de componer y producir que me lleva a escribir canciones con mucha alma, pero que son más chiquitas. Él busca un punto transversal. De hcho, algunas canciones del disco están cantadas en inglés.
¿Totalmente en inglés? ¿Y eso?
Me han salido así. Yo hablo inglés desde hace tiempo y siempre estoy en contacto con el inglés. Tengo amigos que hablan el idioma, viajo a Londres cada cierto tiempo y he alquilado muchas habitaciones a estudiantes ingleses. Yo compongo letras en español, pero el inglés nunca se ha ido, ha estado un poco más oculto en los últimos años y de pronto ha vuelto a mí. Muchas veces hablo conmigo en inglés, para mí es una parte interna, es una especie de idioma espejo para mí, y es una manera diferente de hablar sobre las emociones. Aunque al sello no le parecía buena idea…
¿Me pones algún ejemplo de por qué te suena mejor el inglés o el español?
Siento que en español las palabras caen de una manera diferente, tienen una rotundidad y una profundidad que es muy bonita, pero que para contar ciertas cosas cosas entorpece, porque lo densifica. Hay un tema en el disco que habla sobre la identidad de género y que en inglés me suena mejor.
¿Y al sello no le gustaba la idea de que cantases en inglés o en spanglish?
Todo el mundo de la industria tiene ese miedo de que el mundo anglosajón no acepta cosas que no sean nacidas allí. Pero yo no quiero que me acepte el mundo anglosajón, ni quiero parecerme a lo que se hace allí. Yo soy una española cantando en inglés y en español. Y la manera que yo tengo de sentir las letras es diferente y así es como debería de ser.
Hoy en día el producto musical nicho tiene mucho público. ¿Un sello no debería premiar la autenticidad?
Es un pensamiento que parte del miedo de que las canciones no lleguen donde pueden llegar. Pero yo no hago música por el alcance que pueda tener. Eso es una cosa que me he prometido. La hago porque me sale así. Yo no voy a forzarme a cantar en inglés para molar ni a pasar esa letra al español para encajar, porque ni quiero encajar ni quiero molar, lo que quiero es cantar la canción.
«Cuando un artista con proyección sigue creciendo, de repente sale gente que quiere algo de ti. Hay que tener cuidado con eso»
En ‘Ali despierta’ cantas la frase de Mecano «Sombra aquí, sombra allá». ¿Por qué?
En este disco he querido hacer bastante guiño a Madrid. Y, aunque yo creo que mi propuesta tiene un alcance internacional, me parecía importante poner la base en Madrid. Para mí Mecano es un grup muy icónico de España, de Madrid, de la movida madrileña, y quería traer esa referencia pero darle una vuelta. Yo no canto «sombra aquí, sombra allá, maquíllate», sino «sombra aquí, sombra allá» en relación a todo lo que pueda suceder en este viaje. ‘Ali despierta’ es el primer capítulo. Cuando salga el disco se va a entender más, pero aquí estoy avisando de lo que se viene, de las sombras en el camino que se avecinan, que son muchas dudas, muchos fantasmas, muchos demonios. Aparte hay una conexión personal porque mi madre tuvo un grupo que lo producía Nacho Cano, Magenta, que empezó a la vez que Mecano.
Desconocía esa conexión biográfica.
Mi madre estuvo metida en esa época de la música y me decía que todos eran unos águilas y que era muy chungo.
La idea del «sombra aquí, sombra allá» es avisar de que, cuando las cosas se ponen serias, surgen más sombras. Cuando un artista con proyección sigue creciendo, de repente sale gente que quiere algo de ti. Hay que tener cuidado con eso.
Volviendo al tema del género, ¿cuál es tu reflexión esta vez? El no binarismo es un tema que ya has comentado en entrevistas en el pasado.
En este viaje hablo de liberarme, de aceptar que realmente no sé qué soy y que eso está bien. La idea es hacer las paces con esa parte que muchas veces rechazas porque no encaja en la sociedad. Abrazo esa parte de mí y digo «Mira, a veces me siento una cosa, a veces me siento otra, pero las dos soy yo y me quiero y fuera las caretas». Yo misma me sigo preguntando qué soy. Yo me considero una chica, pero hay muchos días que me considero una chica y un chico también. Muchas veces me planteo si debería hacerme no binarie o no, pero yo no estoy incómoda siendo una chica, porque muchas veces me siento solo una chica, pero hay otros días que solo me siento un chico. Es una cosa muy fluida y me apetecía ponerla sobre la mesa en una canción. En una de las canciones del disco, en una letra en inglés, canto «¿Crees que soy «pretty» o que soy «handsome»?», porque en inglés pretty es para las chicas y handsome para los chicos.
Es esta idea de explorar los grises, ¿no? Aceptar que está bien no saber y que hay una cosa en medio en la que estás cómoda.
Exactamente.
«Yo me considero una chica, pero hay muchos días que me considero una chica y un chico también; en el disco acepto que no sé qué soy y eso está bien»
¿Has visto el Benidorm Fest?
No he visto nada…
Ha ganado Melody. La canción está siendo muy comentada, es un poco meme, pero a mí me suena desfasadilla.
Nada nuevo, ¿no?
¿La edición de ‘Zorra‘ tampoco lo seguiste?
La de ‘Zorra’ sí. Me hice superamiga de Nebulossa cuando les vi. Me moló mucho ‘Zorra’.
¿Te volverías a presentar?
Si llegara el momento de actuar en un escenario grande y de traer algo icónico, que quedase grabado en la memoria de la gente, me podría plantear participar en Benidorm Fest e ir a Eurovisión. Pero ando un poco desconectada de todo eso… A mí el Benidorm Fest me sobrepasó de una manera que no me esperaba. Sentía que no pintaba nada ahí, en esas entrevistas, con ese fandom, nada. No me parecía real, no me parecía que fueran fans míos, sino fans de una peli conjunta. Eurovisión me da mucha pereza. Si viera que tengo la canción y que tengo una propuesta, quizá volvería a hacerlo. Hay una parte de mí que dice «da igual, me presento, a por todas», pero el momento votación, la tele… todo eso me da pereza.
«El Benidorm Fest me sobrepasó de una manera que no me esperaba. Sentía que no pintaba nada ahí, en esas entrevistas, con ese fandom, nada»
¿La música es una competición o no? Muchos artistas reniegan de los Grammy porque no les gusta competir con compañeros de profesión. ¿La competición no lo hace todo un poco más divertido?
El ser humano es competitivo. La competición hace que te lo curres. Igual que la muerte hace que vivas con más alegría. Si no hubiera muerte, no sé qué haríamos aquí. También es atractivo trabajar con deadlines, pero yo no hago música por ganar un Grammy, sino para tocar en directo y que sea épico. Ahora bien, la idea de ganar un Grammy siempre está ahí, es como la zanahoria…
Si hubieras ganado el Benidorm Fest, ¿qué habría pasado?
Yo sabía que no iba a ganar. A mí me hubiera sorprendido mucho.
Te planteo la hipótesis porque dices que el formato te sobrepasaba, que Eurovisión no iba contigo, pero ahí estabas. Había una posibilidad de que ganaras. Eurovisión no va contigo, pero te metes en la carrera…
Bueno, me llamaron insistentemente para que me presentara. Pero si hubiera ganado claro que habría ido con todo. Hubiera hecho la propuesta millones de veces mejor. Hubiera dado una vuelta a toda la comunicación y hubiera aprovechado el tirón, claramente. Hubiera acabado agotada y con un ataque de ansiedad, pero bueno.
¿Te ves más encarrilando tu carrera en hacer salas, en una cosa más íntima?
No, yo no lo veo íntimo para nada, lo veo megatocho. Yo apuesto por un crecimiento orgánico, que llegue donde tenga que llegar, pero sí me veo girando por todo el mundo y haciendo escenarios grandes y, a la vez, disfrutando de las cosas pequeñas. Me apetece tocar para un público masivo y luego recogerme y acabar haciendo salas y pintando cuadros.