Dua Lipa no necesitaba versionar a Enrique Iglesias ni a Manu Chao en su adorada Madrid

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Dua Lipa no necesitaba versionar a Enrique Iglesias ni a Manu Chao en su adorada Madrid

A veces nuestra relación con las estrellas del pop no evoluciona de la manera más sana posible. El amor/odio, el «fansplaining», la condescendencia y el exceso de celo de fans han marcado las carreras de MARINA, Katy Perry o Chappell Roan. Por el contrario, al menos en España, y en especial en Madrid, lo que tenemos con Dua Lipa podría llamarse «idilio». La cantante ha visitado en numerosas ocasiones la ciudad, y además en los últimos tiempos ha desarrollado una amistad con personajes tan importantes para la cultura de la capital como Pedro Almodóvar o Alana S. Portero. Anoche en la primera de las dos noches en que llenará el Movistar Arena lo explicó en inglés: «Estoy enamorada de la cultura de la ciudad y de su gente». En otro momento, soltó una larguísima parrafada de agradecimiento en un castellano cada vez más complejo y perfecto.

Dua Lipa ha escogido Madrid para iniciar la parte europea del ‘Radical Optimism Tour’. Viene de Australia y Asia y después le espera el resto de Europa, UK y América. Hace un año que salió su último disco y el show ya no es el «greatest hits» que presentó en 2024 en Mad Cool. Aunque hay cosas que persisten.

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Sigue abriendo ‘Training Season’; sigue cerrando ‘Houdini’. Los dos singles principales de ‘Radical Optimism‘ sirven para estructurar un show que sigue exento de concepto claro. En la intro del set las pantallas nos sitúan en un acuario: nos sumergimos en lo que era la portada del álbum. Sin embargo, muchas de las presentaciones tendrán más bien inspiración desértica, como la de ‘Maria’ o la hoguera de ‘Love Again’. Dua Lipa, espléndida de voz, y su cuerpo de baile suelen ser el gran reclamo de cada tema. Eso y un exceso de pirotecnia en forma de cañones de luz y confeti. Sin duda la artista se propone que ni un asistente ponga un pie en el metro de Madrid sin confeti en el pelo. Y mejor: no esperaba ver a ciertos plumillas de la prensa generalista, tan rebosantes de papelitos de colores en cabeza, hombros y otras partes del cuerpo.

Ainhoa Laucirica

La artista es fiel a sus inicios. La banda en directo y las coristas siguen siendo otros de los pilares de su show, como en las primeras ocasiones en que nos visitó. No necesita presentarlos ni entregarles grandes solos. El modo en que realzan por ejemplo ‘These Walls‘ interpretándola en círculo sobre el escenario central del foso habla por sí mismo. También el sentido «piano house» que le dan a ‘Electricity’, que no suena tan enlatada como lo haría en manos de otra diva u otro divo.

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El show es, ahora sí, tan generoso en la recuperación de viejos hits (‘One Kiss’, ‘Hallucinate’ en clave Studio 54, ‘Physical’), como en la interpretación de canciones nuevas. Dua Lipa trata de construir un momento solemne elevada sobre una plataforma volante mientras interpreta la balada ‘Anything for Love’, pero si un número se queda grabado en la memoria, de los del último disco, es el momento vedette de ‘End of an Era’, con todas esas plumas pensadas para dejar una serie de instantáneas gloriosas.

Una escalinata luminosa gigante corona el escenario y eleva a los músicos. Dua Lipa la sube y la baja varias veces, con movimientos regulares, estudiados y también algo limitados. La artista apenas se desmelena en ‘Don’t Start Now’, o cuando le da una patada a una silla en ‘Whatcha Doing’. El gran encanto del concierto no es su entrenamiento coreográfico, el sorprendente montaje del concierto en torno a un hilo narrativo o los actos temáticos. Lo es su voz, la enorme cantidad de éxitos (y eso que se deja ‘IDGAF’ o ‘Cold Heart’) y sobre todo, su encanto.

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Ainhoa Laucirica

Dua Lipa dedica largos minutos que se hacen cortos, bien seleccionados por el montador, a acercarse a sus seguidores. Los abraza, recoge sus regalos, les coge de la mano, se hace fotos que se viralizarán en redes sociales, incluso toma prestados sus móviles para hacer más y más fotos e incluso grabar vídeos. «Te vi por primera vez a los 14 años y ahora tengo 22. Has sido súper importante para mí, para definir mi personalidad», le explica en inglés un fan muy emocionade. ‘Be the One’, un tema a punto de cumplir 10 años y que dice que tocará para siempre, lo interpreta casi entero con el teléfono de alguien apuntando a sí misma. No sé cómo puede ensayarse en una nave vacía, pero el calor del público es una parte fundamental de este show y Dua Lipa se lo lleva de calle. «Y guapa, y guapa, y reina, y reina», corea el respetable. Y ella sabe tanto de España que se queda a punto de responder: «Y bonita, bonita, bonita».

En esta gira, cabe una canción local de cada país en el repertorio. En Australia, Dua Lipa ha versionado AC/DC, Crowded House, Kylie y ‘Torn’, entre otras. A nosotros nos tocó la balada ‘Heroe’ de Enrique Iglesias, que por lo visto, también existió en español. Lo mejor que puede decirse de ese momento (o el ‘Me gustas tú’ de Manu Chao un día después) es que pegaba con la intro tex-mex de ‘Maria’. El cariño de toda esta gente, ya se lo había llevado, sin necesidad de eso. 8.

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