A lo largo de los años, la postura de Radiohead sobre Israel ha sido controvertida. El grupo ha continuado tocando en este país cuando algunos artistas y fans les pedían que no lo hicieran y el genocidio en Gaza no ha hecho sino agravar la mala sensación. Además, Jonny Greenwood está casado con una israelí, trabaja con músicos israelíes y es habitual que actúe en Tel Aviv.
Jonny Greenwood trataba de explicar el año pasado que trabajaba con artistas árabes también, y ahora ha sido Thom Yorke quien ha decidido acudir a Instagram para explicar su postura, para evitar que otros expliquen su opinión por él, «rellenando huecos en blanco».
Thom Yorke comienza recordando un incidente que ocurrió el año pasado: «alguien gritándome desde la oscuridad cuando iba a cantar la última canción, completamente en solitario, delante de 9.000 personas en Melbourne, no me pareció el mejor momento para discutir la catástrofe humanitaria actual de Gaza».
Yorke asegura que le ha costado tiempo encontrar una manera de responder adecuadamente, y que muchos han asociado su «silencio» a «complicidad», lo que le ha derivado «problemas de salud mental».
En primer lugar, dice que su música con su banda o en solitario habla por sí sola sobre su opinión: «espero que alguien que haya escuchado una nota de la música de mi banda o cualquier cosa de las que he creado a lo largo de los años, se haya mirado los diseños o haya leído las letras, se dé cuenta de que es evidente que no podría de ninguna manera apoyar ninguna forma de extremismo o deshumanización de otras personas (…) He intentado hacer un trabajo que profundice en lo que significa ser controlado, coaccionado, amenazado, intimidado o hecho sufrir».
Para los que no conozcan su música, procede a explicar: «Creo que Netanyahu y su equipo de extremistas están totalmente fuera de control y es necesario pararlos. La comunidad internacional debería poner toda la presión que pueda en que paren. Su excusa de defensa propia hace tiempo que es demasiado fina y ha sido sustituida por un deseo transparente de tomar el control de Gaza y Cisjordania».
Yorke carga contra su administración «ultranacionalista» por haber «usado el terror y el dolor de la población para acallar cualquier tipo de crítica». También recuerda que «miles de almas humanas inocentes están siendo aún expulsadas de la Tierra».
Sin embargo, también cree que el lema «Palestina libre», que le parece «fuera de toda duda», «no responde la simple cuestión de por qué aún no se ha liberado a los rehenes». «¿Por qué razón podría ser?», se pregunta irónicamente y añade: «¿Por qué Hamas escogió cometer esos actos horribles el 7 de octubre? La respuesta parece obvia y creo que Hamas escoge esconderse detrás de la gente, en una postura igualmente cínica para sus propios intereses».
Thom Yorke dedica a continuación un largo texto a explicar por qué las redes sociales no le parecen el lugar adecuado para tener este tipo de conversaciones. Considera que debería haber debates «cara a cara» por parte de quienes «de verdad deseen que acaben los asesinatos y haya un entendimiento». El artista carga contra la mentalidad «nosotros contra ellos» y contra la polarización, porque «destruye la esperanza».
Yorke cree que «si el mundo huye de estos tiempos oscuros y encuentra la paz, será solo cuando redescubramos lo que tenemos en común y los extremistas vuelvan a la oscuridad». Finalmente indica que las alternativas no son fáciles pero que debemos «volver atrás» lejos de «la toxicidad actual». Entiende que este comunicado no va a satisfacer a todo el mundo, pero se une a los «millones de personas que rezan por que este sufrimiento pare».