Desde que los miembros de JNSP estudiaron Periodismo, por un motivo u otro (no, no sólo enchufe) han ido trabajando en los mismos medios de comunicación, sin saber muy bien cómo. Soitu ha sido uno de los últimos en que la redacción de JENESAISPOP ha colaborado. En parte nos contactaron gracias a nuestro site, y dos compañeros (1 y 2) llegaron a firmar textos en este medio de comunicación, que nos acercaba a lo que se hace de forma internacional, y que veíamos crecer con alegría e ilusión día a día. No sólo por su confianza en nosotros como redactores y por su colaboración (involuntaria e indirecta) a que JENESAISPOP fuera un poco más posible, sino por su punto de partida independiente, crítico, ácido, arriesgado y políticamente incorrecto, del que todos hemos aprendido mucho.
Hoy, sin embargo, Soitu se despide. No han encontrado un inversor que sea capaz de ver el potencial absoluto que tiene un medio tan arrollador como Internet. Que un medio con más de un millón de usuarios únicos por mes y de enorme reconocimiento internacional tenga que desaparecer debe hacernos reflexionar sobre el momento en que vivimos, fruto de una crisis sin precedentes, pero también de unas vetustas estructuras incapaces de adaptarse a Internet, ese medio de comunicación ante el que cada vez pasamos más y más horas al día, aunque muchos en la misma industria no parezcan enterarse, que es fuente y depósito continuo de información, a diferencia del resto. Un medio de comunicación peligroso por su independencia, su libertad y su carácter público, pero también con una capacidad exponencial de crecimiento y grandes posibilidades. ¿Alguien pensaba cuando se conectaba con un módem de 56kbps (no hace tanto) que en pocos años podría ver vídeos en streaming? Seguro que no. Pues imaginaos lo que queda por venir.
Sin embargo, muchos inversores parecen no entender esto, y buscan una rentabilidad casi inmediata. ¿Cuánto tiempo necesita un medio tradicional en dar beneficios? ¿Cinco años? ¿Diez años? Internet no es diferente, y desde la burbuja de las «puntocom» no conocemos ninguna empresa con retorno de inversión instantáneo. Así que no entendemos esta actitud frente a lo que es, a todas luces, el futuro.
Sea como fuere, desde aquí queremos apoyar a todos los trabajadores de Soitu, que tan bien nos lo han hecho pasar día a día, y con quienes -por un motivo u otro- hemos tenido trato profesional a distintos niveles. Buena suerte y hasta pronto.



Hace algo más de un mes os hablábamos de la 
Fan Death llegaron a aparecer en nuestra lista de las 
Randolph Chabot tiene 23 años y cuenta que hasta los 20 solo escuchaba bandas de música cristiana como Starflyer 59 o Joy Electric. A los 17 años ya había escrito cientos de canciones, pero ninguna de ellas le gustaba de verdad. Sin embargo, cuando rezaba escuchaba claramente en su cabeza «una sinfonía espacial (…), lo más bello que hubiera escuchado nunca». Persiguiendo esa sinfonía, siguió escribiendo canciones en su habitación, llenándolas de épica, fantasía, héroes, alienígenas, caballeros espaciales enamorados, reyes oscuros, humanos mutantes y niños ciclópeos. 



El fin de la música tal y como la conocemos hoy en día está más cerca desde que la Fnac cambió sus banderolas exteriores para dejar de anunciar «discos» y pasar a anunciar «música». El momento que muchos tememos, en que el gigante francés deje de distribuir «discos», parece más cercano, lo cual, lejos de ser una anécdota, no deja de ser una metáfora, o un aviso del mundo al que nos dirigimos.
Massive Attack sacarán su quinto álbum de estudio siete años después del cuarto, y el EP que lo presenta unos meses antes, ‘Splitting the Atom’, no deja muy claro que el grupo tenga material suficiente para mejorar ‘100th Window’, que a su vez fue mucho peor recibido que el tercer disco, el gran ‘Mezzanine’. La canción central sí es prometedora. Su vídeo tiene 

En sus 20 años de vida, Elefant ha publicado a muchos grupos nacionales que han recurrido a los colores para expresarse, algo que se nota en cuanto se entra a la página 





El hecho de que todos los días hablemos como mínimo de un grupo nuevo sólo puede llevar a un futuro: en un par de años tendremos que dar diariamente la noticia de que un grupo se ha separado. La semana pasada lo hacían The Rakes y Mika Miko, dos bandas que no se encontraban entre nuestras favoritas pero de
Lo de The Rakes tiene pinta de ser más dramático, puesto que han cancelado fechas en EE.UU. y Reino Unido. En el 
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Antes de que este trío de Toronto hubiera fichado por Saddle Creek (sello fundado por 
De todos los actores que Woody Allen ha escogido a lo largo de su carrera para interpretar a su alter ego en pantalla -Kenneth Branagh, por ejemplo-, sin duda es 
Morrissey ofrecía un concierto anoche en Swindon, Reino Unido, en el que sólo pudo interpretar la primera canción, que era ‘This Charming Man’. A su término, tuvo que arrodillarse en el suelo y finalmente cayó, siendo ayudado inmediatamente por sus compañeros de grupo a salir fuera del escenario y siendo trasladado al hospital con dificultades respiratorias. Algunos de los asistentes
Cornershop vivieron un gran momento de gloria comercial cuando 
“A Esther le pasa algo”, reza una frase en el cartel publicitario de ‘La huérfana’. Al creador de semejante personaje, deberíamos añadir, también. Cierto es que de historias de niños malvados paridos por el cine estamos más que vacunados, pero algo reside en el alma de esta nueva adquisición, algo enfermizo que dista mucho de los crímenes que comete en pantalla, que nos hace preguntar dónde están los límites para corromper la inocencia infantil. A ver, que la intención aquí no es ejercer de pureta preocupado por los derechos de los niños actores, pero uno se pone en la mente de la pequeña Isabelle Fuhrman, intentando imaginar qué poso habrá quedado en su cabeza después de dar vida a esta huérfana, y lo menos que se puede hacer es buscar el teléfono de los mejores psiquiatras en las Páginas Amarillas. Porque hay cosas distintas al asesinato -un director puede mostrárselo a un niño como un simple juego a la hora de matar a un compañero actor delante de una cámara- que no pueden explicarse sin un punto de vista adulto y enfermizo. Los que ya habéis visto el final de la película sabréis de que hablo. Sí, lo raro es que a Esther no le pase algo.



