Yo una vez le eché insecticida a una que se paseaba por los azulejos de la cocina y la muy puta me saltó a la pierna... con pantalones cortos... nunca olvidaré sentirla bajando por ahí. Por supuesto empecé a correr por la casa gritando como una desesperada.
En mi primer piso tenía un fantasma en mi habitación al que llamé Ernesto. Le puse Ernesto porque tenía un dibujo del Che que me tiraba constantemente, supuse que no era comunista, así que por fastidiarle le llamaba así.
Mi fantasma era muy guasón. Gustaba de mantenerme la habitación helada mientras el resto de la casa estaba a temperatura ambiente. En verano era genial, en invierno podía ver mi aliento y se me helaba la nariz al dormir.
Sabía que era hombre porque me quitaba el nórdico mientras dormía. Quien duerme conmigo sabe que me tapo hasta arriba y apenas me muevo. Un poco movido, bueno. Como si lo hubieran lanzado al otro lado, y varias veces, pues que estaba muy salido.
Mi compi manchega un día en el salón se reía de mi, y se metió con Ernesto. La puerta de mi habitación, que estaba cerrada, se abrió poco a poco totalmente.
Y para estar cagada, pues le puse nombre y hablaba con el a veces cuando me aburría de estudiar o estaba sola.
Lo curioso vino al año siguiente que nos cambiamos las habitaciones y el frio se vino a mi nuevo cuarto.
Ese edificio era lo más. La propietaria de todos los pisos era una mujer de 90 años proveniente de una familia de abogados y del Opus Dei. Tenía una foto de Rouco firmada en el salón. Pero me gustaba ir a su casa porque siempre nos enzarzábamos hablando de política y me contaba historias de su madre que era muy yonipowah. Mis compis no me dejaban ir a pagar porque entonces nos tirábamos horas por mi culpa.
En el edificio había un viejito que nos regalaba flores, varios gabinetes de psicología que en terapia hacían gritar a los pacientes, y el resto todos estudiantes, con unos hacíamos fiestas de varias plantas y con otros nos declarábamos la guerra.
Tuvimos un blog donde contábamos estas historias. Que morriña.
Pues parece ser que ya empieza otra vez esa época del año en la cual mi compa se deja la puerta del congelador abierta. Se va rotando. O es la del congelador, o es la de casa.
Y el agua sucia dentro del balde de la fregona, le he echado bronca ya dos veces y esta creo que le ha quedado claro que tener ahí un puto caldo de cultivo es una idea terrible. Y apesta exáctamente igual que cuando abres un foco de infección.
Sí da sí, de sobra, pero somos bestfriends y tenemos una casa grande que lo mola todo y me gusta vivir con ella aunque me queje de vez en cuando Si ella escribiese aquí vendría a decir que @putain a vuelto a dejarse la luz de la cocina encendida. (Si hago eso es para acordarme de que aun tengo que ir a fregaaaaarrrr)!
Hoy al despertarme y abrir la puerta del cuarto he visto que anoche me dejé encendidas dos lámparas del salón y el ordenador... cuando vives solo nadie te avisa.
@Slav, no tienes por qué saberlo, así que te perdono la vida y tal, pero sí, soe el único jenni apóstol del "living apart together" que predica con el ejemplo.
Yo una vez fui a enseñar un piso que alquilaba mi madre a un tío interesado. Esto fue el 7 de julio. A finales de agosto volví a enseñárselo a otro y cuando entré me sorprendió lo frío que estaba el piso... ¿Adivináis qué pasó?
Yo lo practico dos o tres días por semana... cuando @elmaridodeamerginh se queda en Sevilla en casa de su madre. Así esporádicamente mola, pero prefiero la convivencia... si no fuese por las circunstancias familiares, ni de coña
Comentarios
JAJAJAJAJAJAJA me meo!
Me imagino a la cucaracha mirádonte así
Le puse Ernesto porque tenía un dibujo del Che que me tiraba constantemente, supuse que no era comunista, así que por fastidiarle le llamaba así.
Mi fantasma era muy guasón. Gustaba de mantenerme la habitación helada mientras el resto de la casa estaba a temperatura ambiente. En verano era genial, en invierno podía ver mi aliento y se me helaba la nariz al dormir.
Sabía que era hombre porque me quitaba el nórdico mientras dormía. Quien duerme conmigo sabe que me tapo hasta arriba y apenas me muevo. Un poco movido, bueno. Como si lo hubieran lanzado al otro lado, y varias veces, pues que estaba muy salido.
Mi compi manchega un día en el salón se reía de mi, y se metió con Ernesto. La puerta de mi habitación, que estaba cerrada, se abrió poco a poco totalmente.
Y para estar cagada, pues le puse nombre y hablaba con el a veces cuando me aburría de estudiar o estaba sola.
Lo curioso vino al año siguiente que nos cambiamos las habitaciones y el frio se vino a mi nuevo cuarto.
Y esa es mi historia, Ana Germain.
Y no le echas de menos??. A mi me encantaria volver a esa casa para ver si sigue estando, solo por curiosidad.
Pero me gustaba ir a su casa porque siempre nos enzarzábamos hablando de política y me contaba historias de su madre que era muy yonipowah. Mis compis no me dejaban ir a pagar porque entonces nos tirábamos horas por mi culpa.
En el edificio había un viejito que nos regalaba flores, varios gabinetes de psicología que en terapia hacían gritar a los pacientes, y el resto todos estudiantes, con unos hacíamos fiestas de varias plantas y con otros nos declarábamos la guerra.
Tuvimos un blog donde contábamos estas historias. Que morriña.
Estoy un poco borrachi, así qu e no he visto ninguna cucaracha en el baño.
Y el agua sucia dentro del balde de la fregona, le he echado bronca ya dos veces y esta creo que le ha quedado claro que tener ahí un puto caldo de cultivo es una idea terrible. Y apesta exáctamente igual que cuando abres un foco de infección.
A mí me hace algo así y le parto las piernas.
Te voy a tener que suspender en "Conocimiento del foro"
Porque mi madre me quiere mucho, pero era para haberme desheredado...
Los que debieron quedar encantados fueron los vecinos de paredes contiguas, con refrigeración gratuita en plena canícula...
¿Verdad que se está bien, cada uno en su casita y diosito en la de todos?