Cuando uno se enfrenta a una serie de la Fox, ya sabe lo que hay. Una cadena capaz de decir que la ciudad de Birmingham está vetada «a los no musulmanes» (aunque ya se han disculpado por este tema) es también capaz de lo mejor y de lo peor en el apartado de la ficción. Han parido maravillas como ‘Los Simpson’, ‘Expediente X’, ‘House’ o ‘Glee’ (aunque del devenir de esta última hace tiempo que tenemos dudas); pero también otros fiascos y creaciones imposibles como ‘Alcatraz’ o ‘Terra Nova’.
Es por eso que, antes de que ‘Empire’ comenzase a reproducirse en mi televisor, me esperaba lo peor. Comparar tu obra con ‘El rey Lear’ de Shakespeare y salir impune no me parece tarea fácil, y menos si tu serie se está emitiendo en plena mid-season. Porque vale que durante este periodo tenemos algunas perlitas tipo ‘Shameless’, ‘Looking’ o ‘Girls’, pero si tu cadena te relega a esta temporada del año, eso es porque no terminan de fiarse de tu rendimiento en el terreno de las audiencias.
Pues bien, ‘Empire’ lo tiene todo. Todo-todito-todo. Para empezar, anda bien rellena de clichés en el terreno del lenguaje, las vestimentas y algunas apreciaciones del tipo «los homosexuales no pueden triunfar en el mundo del hip-hop» (¿en serio? ¿Qué hay de la emotiva carta que Russell Simmons escribió cuando Frank Ocean salió del armario?). Por si esto fuera poco también hay sed de venganza, asesinatos, un protagonista con una enfermedad incurable que se muere, un imperio que hay que traspasar a contrarreloj, crímenes de todo tipo, financiaciones irregulares que ríete tú de la caja B del Partido Popular, tres hijos (un bipolar, un gay y un déspota) enfrentados por quedarse con la dirección de una enorme empresa a punto de salir a bolsa; drogas, muchísimos dorados por todas las partes, una buena ración de culito-braguita y una madre ex presidiaria que parece vestida por un estilista daltónico de tercera fan acérrimo de Versace y del animal-print.
Todo regado por música que viene de la mano del mismísimo Timbaland, que ahí es nada. Decir que ‘Empire’ es opulenta en todos los sentidos es quedarse corto.
Calificación: 4/10
Destacamos: a Gabourey Sidibe, que como buena musa de Lee Daniels (el creador de esta serie y director de ‘Precious’) no podía faltar. El otro creador es Danny Strong, «el gay pequeñito» de ‘Girls’.
Te gustará si te gusta: el culebrón puro y duro. Ojo porque, en ese caso, te puedes enganchar rollo guilty pleasure.
Predictor: de momento y para mi sorpresa, va muy bien de audiencias.